Las claves para
navegar
Navegar con placer. Convivir a gusto en el
barco. Disfrutar la vida a bordo y evitar los problemas no es
tarea que se pueda improvisar. La diferencia entre lograr un
perfecto viaje o pasarlo mal, es la suma de muchos factores que
debemos preparar minuciosamente tanto en equipamiento como en
procedimientos y conocimientos. Hagamos la lista….
Es difícil condensar en pocos puntos las claves
del éxito, pero sin embargo si podemos pensar en lo que hay que
evitar y por contraposición enumerar lo que debemos hacer para
lograr buenas travesías y estancias a bordo.
Probablemente y por encima de todo debemos
considerar la convivencia con quien vayamos a navegar. Si no es
usted un solitario lobo marino y por tanto navega acompañado,
debe tener muy claro la compatibilidad de caracteres con sus
compañeros o pareja. Asunto delicado y complicado cuando se
trata de compartir días y días en un espacio muy reducido por
grande que sea el barco.
1.- Conseguir un barco
adecuado
No se trata de comprar el mejor barco, pues nunca
lo logrará, pero tampoco debemos aventurarnos a lo loco en algo
inadecuado que no pueda responder a nuestras expectativas. Si
usted no es un “quemado” de los guiness y no pretende lograr
ningún record, entendemos que no pensará ni de lejos atravesar
el Atlántico en una pequeña balsa salvavidas o en un velerín de
3 metros de eslora. Si no quiere emular a Alain Bombard…, ¿para
qué pasarlo mal?
Un velero de serie es
perfectamente válido a condición de prepararlo convenientemente.
Ya sé que es mejor un Halbert Rassey, Oyster o Najad, pero el
precio a igualdad de eslora… se multiplica por 4 respecto a las
importantes marcas como son los Benéteau, Jeanneau, Bavaria
entre otras. Asunto de presupuesto, pero téngalo claro.
Un barco
del tipo Sun Oddysey, Oceanis, etc, son perfectamente válidos
para la navegación de altura circunnavegando el globo siempre y
cuando los prepare para ello. Solo un ejemplo. Los 20 metros de
cadena que vienen de serie es una pura broma para navegar.
Mínimo 50 ó 60 metros de cadena, y otros tantos de cabo…
Aprenda de la experiencia de los demás y fíjese
en los barcos que utilizan otros navegantes. Para ello están
publicadas las listas de barcos participantes en raids que hacen
la ruta de los trópicos o hacen navegación de altura como son la
ARC o el Blue-water-rallye.
La decisión entre un catamarán oceánico, o un
monocasco, entre escoger un barco con quilla de bulbo o uno de
quilla elevable, derivador integral, aluminio o fibra. Son
asuntos largos de dilucidar y muy relacionados con el tipo de
navegación que esperamos realizar.
Es muy diferente dirigirnos a las altas latitudes
cerca del ártico o la antártica, o por el contrario mantenernos
dentro de los trópicos. ¿Por que mares navegaremos? Es distinto
si esperamos tener que navegar con vientos portantes o tendremos
que lidiar con vientos de ceñida. Frecuentemente las buenas
prestaciones son enemigas de las comodidades a bordo. Es muy
diferente pretender navegar en pareja que con una familia de 4
hijos pequeños.…
No solo de trata de prestaciones. También importa
la comodidad de cómo navega el barco, su estabilidad de ruta, su
seguridad frente a impactos y otros imponderables. Por todo ello
lo importante es seguir investigando hasta que descubra cuál es
su barco perfecto. A continuación encontrará algunos enlaces
interesantes con lo que avanzar en su búsqueda...
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2.-
Navegar con comodidad
Lo ideal para muchos pueden ser son los Deck Salon y barcos de bañeras
bien protegidas. Asunto muchas veces relacionado con la eslora.
Al fin y al cabo, de lo que se trata es de estar al resguardo de
rociones y del frío de la noche. Nos tocará hacer mucha
navegación nocturna y en ocasiones afrontar el mal tiempo.
También debemos considerar con atención la capacidad del barco
para efectuar las maniobras y ajustes de las velas, con
facilidad y comodidad, sencillez, sin mucho esfuerzo y con
rapidez. Todo reenviado a bañera por favor. Los stoppers
modernos son tan cómodos como necesarios.
Un winch eléctrico es
totalmente opcional y si se puede permitir el capricho,… pues
perfecto ya que se convertirá en elemento imprescindible. Las velas deben ser de buena calidad y con banda
protectora para ultravioletas. En un largo viaje el material
trabaja mucho y debemos contar con algo de buena calidad.
Es una gran idea cambiar la botavara y poner una
con enrollador de mayor que nos permita utilizar velas con
sables. Es la mejor solución para la mayor pues permite trabajar
con comodidad y ajustar justo el trapo que necesitemos. Los
enrolladores de palo son a veces problemáticos y además obligan
a llevar mayores sin sables que rinden menos y “pintan” mucho
peor. Pero como mínimo debemos llevar un lazy-jack y dos tomas
de rizos. En proa un enrollador de génova puede hacer el trabajo
aunque mejoraremos con un segundo estay de trinqueta. Para
vientos portantes debemos instalar el aparejo necesario para un
espí asimetrico enrollable en un dispositivo tipo Facnor, o el
clásico de espinaker.
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3.-
Los peligros del sol
Casi nadie habla de ello y sin embargo tiene
mucho mas peligro que los piratas de Somalia, los temibles
mosquitos o bañarse en aguas con tiburones. En un velero estamos
todo el día haciendo vida al exterior y por ello la cantidad de
radiación que recibimos es tremenda… a no ser que nos
protejamos.
Una de las primeras cosas que debemos hacer cuando
llegamos a un nuevo barco es fijarnos en el bimini.
Sencillamente fundamental. Es uno de esos accesorios que en la
práctica debería ser considerado por los astilleros como algo
“integrado” en el diseño. Ya sé que la estética es importante,
pero mucho más lo es nuestra salud. Y además un buen bimini no
tiene porqué sacrificar este asunto del estilismo en la
cubierta.
Deberíamos exigir a los arquitectos navales que
asuntos tan importantes fueran considerados como prioridades en
el
diseño y no un tema de accesorios.
De la misma manera que por fin ahora algunos
barcos
empiezan a ofrecer y entender que el sitio para llevar la BIB es
fundamental y por ello debe estar presente desde los primeros
esbozos de diseño un nuevo barco.
Lo mismo podríamos también decir de los garajes o
al menos sitios previstos para estibar, almacenar o llevar la
embarcación auxiliar.
Los
“inventos” necesarios para estibar la balsa salvavidas son
terribles. En otros barcos muy conocidos la idea de tener que
sacarlo del complicado cofre en el que va almacenada hace
palidecer de miedo. Si ya cuesta sacarla tranquilamente amarrados
en puerto, imagínese hacerlo en un temporal y a punto de
naufragar…
Pero volvamos al sol que es lo que nos ocupa. Tan
importante asunto requiere incluso más atención que la
simple instalación de un bimini. A modo de ejemplo podemos decir que en
nuestro velero, hemos conseguido una solución casi perfecta.
Para ello cosimos un toldo con un poco de lona, idéntica a la que
utiliza NV-equipment para la fabricación de sus cubiertas y
biminis, y que puede conseguirse en el mercado de mayoristas de
tejidos por poco dinero. El resultado es un sencillo toldo
simétrico que tanto vale para cerrar el bimini por la popa o por
la proa, según sea la posición del barco respecto a la
incidencia del sol. Una solución que nos sorprendió gratamente
por lo rápido que se instala y lo poco que ocupa. En cuestión de
20 segundos queda montado gracias a sus cinchas y sandows con
ganchos.
En definitiva, si realmente pretende navegar y
pasar muchas horas en bañera, considere la protección solar como
un seguro contra melanomas y cánceres de piel. ¡No es broma!
La
botavara puede hacer las veces de soporte perfecto para
cualquier tipo de toldo de grandes dimensiones como de hecho
hacen muchos veleros. Una opción es también de gran interés si
además logramos canalizar sus bordes con algún tubo para recoger
el agua dulce en caso de lluvia.
Y ya que hablamos de toldos, lonas y bañeras, no
olvide el importante asunto de los cojines. Fundamentales para
estar cómodos en los duros bancos de las bañeras. Son muchas las
horas que pasaremos sentados tanto navegando como fondeados. Los
de "skay" deberían estar prohibidos porque no transpiran y se
pegan a nuestra piel, además de quemar al permanecer al sol.
Mejor alguna tela en vez de loneta y como relleno utilice algo
que no absorba la humedad.
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4.- El interior y la
distribución
 Confort es la palabra clave.
Si le gustan
las maderas pues perfecto, y si le va más otra decoración, pues
también. Para gustos hay colores…
Elija una distribución
acorde
en número de cabinas a sus necesidades y que permita una libre
circulación por el interior. Recuerde que si son muchos a bordo,
el tema de los salones convertibles acaba siendo un “rollazo” ya
que inhabilita el barco durante la conversión del salón en
dormitorio. La solución es viable como dormitorio excepcional
para algún invitado y alguna noche especial, pero como norma
para hacer vida a bordo es inviable. Para una semana de charter
puede valer, al precio de tener que ir a la cama todos a la vez
lo cual no siempre es lo más apropiado, sobre todo estando de
vacaciones.
A veces la comodidad de un sofá o silla deja
mucho que desear. Cuando probamos el barco durante la visita al
salón náutico, es difícil evaluar la comodidad de un salón. Lo
que durante un minuto puede resultar correcto, puede hacerse
bastante incómodo para permanecer sentado durante largas horas.
Los astilleros en general deberían prestar más
atención a tan importante asunto y pensar más en sus futuros
clientes. Sofás con respaldos con una ligera inclinación, -que
desgraciadamente va en detrimento del espacio interior- y
tapizados más cómodos y acogedores.
En este aspecto los fabricantes todavía tienen
mucho camino por recorrer si bien es cierto que la habitabilidad
y confort de muchos modelos actuales no tiene nada que ver con
los de hace sólo unos años.
Fíjese en la cocina. Es un rincón fundamental del
barco. Necesitamos comer y por tanto cocinar. Es imprescindible
que esté bien equipada y con buena ventilación, asunto que
algunos fabricantes dejan de lado, entendemos que porque no se
han molestado en probar a cocinar un solo plato de espaguetis a
bordo,… con toda la condensación de vapor de agua que esto
origina!
Una buena nevera y con bastante capacidad es
también bienvenida. Las que tienen doble apertura por arriba y
por el lateral son fantásticas.
Respecto a las camas y literas, lo más incomodo
es no caber en ellas. A veces 5 centímetros de más hacen la
diferencia entre odiar el barco o lograr el perfecto descanso.
Cuestión relacionada con la altura de cada uno, y por tanto a
tener en cuenta en cada caso. Los camarotes con cama central
nunca tienen este problema al tener camas largas y generosas,
pero en estos casos tenga en cuenta si están bien encajadas y lo
que ocurrirá durante las noches de navegación. Si la cama está
mal “inventada” se hará insufrible durante las navegaciones
escoradas a vela, pues, o bien se agarra fuertemente mientras
duerme, lo cual es bastante incompatible con el sueño, o bien se
verá rodando por el suelo en cualquier momento inesperado!
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barco
5.-
La imprescindible electrónica
 Cada vez más barata y cada vez más
imprescindible. Sin entrar en la polémica de si debemos aprender
a navegar por los mares del mundo con o sin sextante,
simplemente debemos comentar que si le apetece utilizarlo, pues
lléveselo en el barco. Por qué no?…
Ahora bien, lo que no debe
olvidar es el Chart-Plotter y el GPS.
Sí,
digo bien.
Un segundo GPS portátil como “Backup” es tan
importante como llevar las cartas de papel y además cuestan muy
baratos. No es la primera vez que a Chartplotter se va al
“garete” y por tanto nos vemos obligados a pasar al plan “B”.
Con el Gps portátil de mano y nuestras cartas tenemos otra vez
todo bajo control. El sextante y el cronometro pueden ser el plan “D”
o el “E”,… De hecho en las escuelas de navegación en Inglaterra
ya ni se habla de ellos.
La VHF es tan obligatoria como necesaria, y lo
mismo debemos opinar de la sonda e instrumentos de viento.
Pretender navegar sin piloto automático es otra “machada”
reservada para los que tengan ganas de sufrir.
También me atrevería a decir lo mismo del radar
por sus precios asequibles y porque es muy útil en muchas
circunstancias, como lo es la navegación en la niebla, para
seguir un barco que vemos por el horizonte y asegurar que no
viene justo hacia nosotros, o para aproximaciones nocturnas a
costas desconocidas.
Y al precio que están los
AIS no debería dudar en montar uno de ellos que podrá
conseguir por pocos cientos de euros, para complementar la
seguridad en navagación.
Sin extendernos demasiado en los instrumentos del
barco, deberíamos considerar la necesidad de un teléfono Iridium
si realmente pretende hacer miles de millas náuticas. Con la
telefonía satelitar y algún programa de PC como el MaxSea tendrá
garantizada la meteo en alta mar y por todos los mares del
mundo. Totalmente necesario.
Respecto a la cartografía, recuerde que no hay
nada que de más miedo que entrar a fondear en una bahía sin las
cartas apropiadas, derroteros de calidad como los Imray
ayudan mucho pues ofrecen detalles muy
interesantes, información y trucos de cada lugar.
Personalmente me gusta compaginar tres fuentes de
datos. Estas son las cartas vectoriales que ofrece Navionics en
distintas marcas de Chartplotters junto con la información
raster de las cartas digitalizadas (es como estar consultando
las de papel de toda la vida) y todo ello “aderezado” con los
buenos derroteros.
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6.-
Energía a bordo
Para ir de puerto en puerto por el mediterráneo
no es necesario ya que lo saltos son cortos, pero si pretende
recorrer las Antillas o hacer la ruta de los trópicos, debemos
contar con producción de energía a bordo. Paneles solares y/o
generador eólico se hacen entonces, si no imprescindibles, al
menos muy necesarios, especialmente los paneles solares. Contar con un potente banco de baterías
también ayuda en la dosificación de la energía a bordo. Esta
dependerá del número de personas que navegamos y de nuestros
“caprichos” energéticos. Pero para poner una cifra, podemos
hablar de 600 a 800 Amperios de capacidad para un barco de 12
metros, lo cual significa 2 ó 3 baterías de servicio.
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7.- Seguridad ante todo
Siempre he pensado que controlar bien la meteo
significa convertirse por las “bravas” en un navegante de
primera. Si pudiéramos asegurar una buena meteo en nuestras
singladuras, jamás nos meteríamos en un “marrón”. Y esto ya es
la mitad de la partida ganada.
 Tal
y como está la tecnología es fácil contar con información muy
actualizada con la que poder valorar nuestras opciones. En
navegaciones cortas y si además actuamos con prudencia, la
partida está ganada.
Pero en largas singladuras cruzando océanos es a
veces imposible huir de las depresiones y por tanto hay que
estar preparados.
Prendas de mal tiempo, camisetas calientes para
el interior, arneses de seguridad, chalecos salvavidas, líneas
de vida, balsa salvavidas, linternas estancas, estrobos para la
noche, y radio baliza son imprescindibles en el barco.
Siempre que navegue pregúntese que haría si
empeorara la situación, si cambiara el tiempo. Cuál podría ser
su ruta de escape, cuál es el puerto alternativo a su destino.
Nunca espere al último momento para reducir el velamen y
recuerde que mantenerse en forma y con la cabeza despejada es
tan importante como los manejar correctamente los equipos de
seguridad.
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