e-Magazine       Home         

Art. Barcos

Catálogo Boats

Ocasión

Financiación

Seguros

Megayates

InfoNáutic

Charter

Empresas

Motos Agua

Tienda

Eco-Náutica

Noticias

Regatas

Tablón

Club Fondear

     
     
     
     

 
   Volver Menú Infonautic
 
 

     
 

Cruzar el Atlántico; cuándo y cómo, corriente y vientos

 

 

Como todo en la vida, y especialmente en el mar, es fundamental saber estar en el sitio adecuado y en el momento adecuado.

Para atravesar el océano esto es realmente clave, así como saber hacia que rumbo dirigirnos si queremos disfrutar de una buena navegación.

En el Atlántico Norte, de forma general y sin tener en cuenta los efectos locales, las corrientes y los vientos giran en el sentido de las agujas del reloj alrededor de un centro que podríamos localizar sobre las Azores, o más bien a unos cientos de milas al suroeste de estas

islas portuguesas. Debemos tener presente este ciclo de giro que arrastra a los vientos alisios, y elegir las fechas apropiadas para cada travesía que vayamos a efectuar. En detalle, las corrientes son ligeramente más complicadas, pues se juntan la Corriente del Labrador con la Corriente del Golfo en una gran corriente que atraviesa el Atlántico en dirección Este.

 

Esta corriente principal se divide antes de su llegada al continente europeo en dos nuevas corrientes, una de ellas efectuando un giro subtropical que regresa hacia el oeste y otra que cambia hacia el Atlántico Norte a medida que esta se va enfriando y disminuyendo en intensidad.

 

 

Esquema general de las corrientes en el Atlántico Norte

Los vientos, aunque dependen de la situación atmosférica establecida en cada momento, tienden a seguir un patrón parecido al ya visto para las corrientes del Atlántico Norte, formando los alisios del norte en sentido Oeste -> Este, y los alisios del Sur que soplan en sentido contrario desde España hacia América.

En cualquier caso, para navegar por el Océano Atlántico debemos tener muy presente estos sentidos de giro y evitar trazar derrotas que se enfrenten a ellos, so pena de tardar mucho más, además de añadir millas a nuestro recorrido y de tener que lidiar con mares a veces muy peligrosos.

En el mar, la ruta directa que ofrece la distancia más corta, casi nunca coincidirá con la travesía más corta, segura y cómoda. Hay que “dejarse llevar” por el sentido natural de giro.

Pero de igual o mayor importancia es la elección de la estación y el mes del año escogido para realizar cada singladura. De la misma forma que navegar por el Mediterráneo en invierno puede llegar a ser bastante agitado y en ocasiones muy peligroso, la navegación por cada zona del Atlántico requiere escoger la temporada adecuada.

Aunque no es una norma exacta, desde Norte América o Canadá hacia Europa, debemos escoger los meses de verano. Desde el norte de Europa hacia España debemos navegar también en verano. Para saltar desde Canarias o Madeira hacia el Caribe, lo mejor es salir a mediados de Noviembre o Diciembre. Pero desde el Caribe debemos escoger los últimos meses de primavera para alcanzar la costa norte de los Estados Unidos.

 

Época del año a navegar en cada zona del Atlántico Norte.

 

En la costa de los Grand Banks cerca de Maine durante los meses de primavera y verano, cuando sopla viento del sur cargado de humedad al encuentro de la fría Corriente del Labrador, se forma una densa niebla capaz de permanecer pegada al mar durante una media de unos 10 días al mes a pesar de tener vientos continuados de hasta 25 nudos, lo cual sorprende, pues en el Mediterráneo con esta fuerza de viento nunca se producen nieblas.

Al regresar a Europa rumbo Este, debemos tener presente que durante los meses de Marzo a Julio, al norte de la latitud 40ºN y especialmente al oeste del paralelo 40ºW, nos podríamos encontrar con hielos arrastrados por la Corriente del Labrador.

 

Vientos predominantes

Vientos Alisios desde las Canarias Vientos Contraalisios Desde Este de USA

 

El famoso anticiclón de las Azores tiende a definir todo el sistema de vientos en la zona del Atlántico Norte, lo cual quiere decir que, entorno a estas islas, suele estar establecido un potente anticiclón de altas presiones con diferentes centros de bajas presiones alrededor de él.

Así en general, entre las latitudes 10ºN y 45ºN, los vientos suelen rotar en dirección de las agujas del reloj (por estar en el hemisferio norte) alrededor de las Azores, estableciendo la circulación general del Atlántico. Naturalmente esto es una simplificación que debe ser tomada como aproximación de carácter general, con todas las salvedades que ello implica.

 

 

El continente de Norte América, la Corriente del Labrador en su confluencia con la Corriente del Golfo, y las condiciones particulares del momento, hacen cambiar la configuración general y por tanto, es del todo necesario, conocer la meteorología local actualizada.

En términos generales, las depresiones que se forman en la costa oeste atlántica son lanzadas hacia Europa en una sucesión de frentes en rumbo Este o Nordeste, cada uno de los cuales genera su propia configuración local y sistema de vientos, rotando en sentido contrario a las agujas del reloj al tratarse de depresiones en el hemisferio norte. Muchas de ellas, en las latitudes de España hasta el norte de Europa, llegan a las costas de Europa convertidas en profundas depresiones generadoras de auténticas borrascas con mares enormes que azotan las costas del norte de España, Irlanda y Reino Unido.

 

Esquema general de las los vientos en todo el globo terrestre. En el centro de la imagen se aprecian los Aliseos y contra aliseos. A la derecha de la imagen se aprecian los vientos que circulan alrededor del continente Antártico.

 

 

Los huracanes en el Caribe

Todas las trayectorias de huracanes superpuestas. Muchos de ellos nacen en las costas Africanas y van creciendo a media que son arrastrados al Oeste hacia el caribe.

Las tormentas generadas en las latitudes tropicales al sur de las Canarias, o incluso en el continente africano, son desplazadas por los alisios hacia el Oeste a medida que van creciendo en intensidad, alimentadas por las cálidas del agua del verano, hasta convertirse en enormes monstruos tormentosos precursores de los peores huracanes que golpean las costas del Caribe.

El peor mes con diferencia es Septiembre, seguido de Agosto u Octubre también a evitar a toda costa (nunca mejor dicho…). Cuanto más caliente esté el agua debido al calentamiento de la época estival, más riesgo existe de formación de huracanes. Y un aumento de 1 ó 3 grados sobre la temperatura media del mar dispara la formación de huracanes y la potencia de estos.

 

 

Pero si queremos estar bien seguros, debemos estar fuera de la zona de influencia de huracanes ente los meses de Junio y Noviembre, o incluso entre los meses de Mayo y Diciembre para cubrir el grueso de posibilidades de ser maltratados por un huracán. De vez en cuando se suelen formar huracanes nacidos en las cercanía del Caribe y fuera de los meses de mayor peligro, lo cual pilla desprevenidos a los centros de seguimiento de huracanes al responder a una ciclogénesis más rápida y no poder ser monitorizados al no tener un largo recorrido desde el Este.

Incluso los centros de seguimiento de huracanes no son del todo seguros, especialmente en el grado de detalle necesario para programar una navegación entre islas que nos permita huir de su llegada. Lo mejor es anticiparse, estar pendiente de los informes de estos centros de información de huracanes y no tentar al diablo y zarpar hacia otros destinos antes de la llegada de la temporada de huracanes. Debemos estar por debajo la de latitud 10º, bajo la cual no entra ninguno.

 

 

El poder devastador de un huracán es terrible y temible en extremo. Los vientos sostenidos de 135 nudos y rachas que pueden acercarse a los 200 nudos de velocidad son capaces de sacar volando todo lo que se ponga por delante. El mar que se desata es tremendo y en la mayoría de las ocasiones absolutamente salvaje. En las cercanías del ojo del huracán el viento rola bruscamente y se establece, debido al nuevo frente de olas, un mar confuso en extremo con olas que suman sus frentes para formar alturas enormes y huecos monstruosos que son capaces de hundir grandes mercantes de forma certera.

 

 

Cuando el huracán impacta la costa, sus vientos pueden empujar enormes masas de agua hasta hacer que el nivel del mar crezca durante demasiadas horas hasta 3 ó 4 metros de altura invadiendo el terreno de la costa y destrozando las construcciones costeras.

 

 

Para un barco de recreo la cosa puede hacerse insostenible, y lo más probables que ocurra es la pérdida total de la embarcación. Por estas razones las compañías aseguradoras excluyen de sus coberturas a los barcos que permanezcan en la zona de influencia de huracanes entre los meses más comprometidos. Si piensa navegar por el Caribe, lea atentamente las condiciones y letra pequeña de su póliza de seguros.

Reduzca al mínimo el riesgo de verse involucrado en mitad de un huracán pues es un auténtico “marrón” marino, y para ello;

  • Vigile los partes de huracanes y las webs de la NOAA que ofrecen el seguimiento de huracanes.

  • No parta para Canarias antes de mitad de noviembre.

  • Si piensa quedarse por el Caribe cuando acecha la temporada de huracanes, navegue y deje el barco más al sur de Granada antes de que llegue el mes de Junio.

  • Si se dirige de vuelta a Europa, deberemos partir con antelación suficiente, como tarde hacia mediados de Mayo. Y si navega para pasar por las Bermudas, adelante su partida como tarde a principios de junio.

 

Pasar el huracán en puerto

 

Dicen que existen algunos lugares seguros en los que poder “esconderse” y permanecer a salvo de los huracanes. En ello están involucrados los ayuntamientos de las localidades en donde existen refugios naturales, pues así incrementan la economía local con los armadores que pudieran permanecer a pasar la temporada.

Pero cuando se lanza un aviso de tormenta tropical, estos sitios son invadidos rápidamente por el gran número de barcos que navegan en esta aguas, lo cual los convierte en fondeaderos complicados con muchos barcos apiñados y demasiado juntos... Y esto es lo peor que puede ocurrir en caso de tener que soportar fuertes vientos.

Lo cierto es que incluso los considerados como mejores refugios, son un desastre si el huracán impacta de lleno en el área, y ante tan descomunal fuerza de la naturaleza no existe protección posible. De nada vale esconderse entre manglares poco profundos o dejar varias anclas fondeadas, y mucho espacio entre barcos. Cuando llegan vientos con rachas de más de 300 kilómetros por hora, todo se arranca y se destroza. No hay nada que hacer frente a tan demoledora fuerza de la naturaleza.

 

 

Así ocurrió hace sólo unos años, en 1995 en la laguna de St Marteen, considerado desde hacía tiempo como un refugio seguro. De los 1.000 barcos que se refugiaban, 800 se hundieron con perdidas de vidas humanas al paso del huracán “Luis”.

El paso navegable en la costa de Norteamérica conocido como la Intracoastal es también completamente inseguro en caso de ser atizados por un huracán, en cuyo caso los puentes que la atraviesan dejan de funcionar con bastante antelación a la llegada del huracán, lo cual nos dejaría atrapados sin escapatoria posible.

 

 

 

Conocer la meteo por radio

 

Probablemente lo mejor sea disponer de una conexión de datos para poder acceder a diferentes servicios de información meteorológica con posibilidad de ver los mapas meteo actualizados en tiempo real.

Por ello la conexión Internet es fundamental y bajarse los partes PredictWind (Es de pago) o acceder a cualquiera de la infinitas webs de meteo disponibles en cada area del planeta. También debemos consultar cualquiera de las muchas Apps de meteo como por ejemplo Windy, Traker, Windfindear,...

En lo tradicional, además del NAVTEX, la radio sigue siendo un sistema fiable para escuchar los partes que se emiten varias veces al días en AM. Radio France emite diariamente en francés el parte meteo del Atlántico a las 11:40 UT en las siguientes frecuencias en A3E; 6175 kHz, 11845 kHz, 15300 kHz, 15530 kHz y 17575 kHz.

En las frecuencias 11700 kHz, 15530 kHz y 17575 kHz, el parte es emitido en detalle para cada una de las zonas en que está dividido el Atlántico Norte.

Para las secciones de la Costa Oeste de Norteamérica el parte es emitido 8 veces al día en diferentes frecuencias.

Para conocer el parte en el Caribe podemos sintonizar la frecuencia 3815 Mhz tanto a las 10:30 UT y a las 22:30 UT.

 

 

También podríamos sintonizar con estaciones de radioaficionados que emiten el parte en diferentes frecuencias y horas:

Transatlantic Maritime Net: a las 13:00 UT en las frecuencias 21.400 kHz (J3E)

Caribbean Whether Net: 12:30 a 13:00 UT en la frecuencia   8140 MHz,

                                 13:00 a 13:30 UT en la frecuencia 12359 MHz,

                                 13:30 a 14:00 UT en la frecuencia 16531 MHz.

Herb’s Net: a las 22:00 UT en la frecuencia 12359 MHz.

 

 

 

 

 

   Artículos relacionados:

- La fuerza del viento; Ley de Buys Ballot

- Los alisios

- Cruzar el Atlántico con los Alisios

- La corriente del Golfo

- ¿Es su barco realmente oceánico?

- Como afrontar la navegación oceánica

- Como afrontar la navegación oceánica

- Prepararse para dar la vuelta al mundo

- Vela y Aventura; nos cazó el mal tiempo

- Recibir la meteo

- Preparar el barco para largos cruceros

      - Vela y Aventura; mantenimiento del barco durante el viaje

      - Serie "Cruzar el Atlántico"

- Rutaje personalizado

 

 


 

 

 

 

 

Tel: +34 91-6319190        info@fondear.com 


© Copyright    Fondear, S.L.