cambiado la forma en que podemos enfocar la 
            aventura. 
            
            Aunque ahora existe el AIS, el MOB, el IRIDIUM, la EPIRB, el radar 
            se ha popularizado, y otras tantas cosas más, lo cierto es que 
            navegar en mitad de un océano a vela sigue siendo un desafío que 
            requiere una minuciosa planificación. Y el primero de ellos es la 
            elección del velero que se amolde a nuestro presupuesto y que pueda 
            cumplir con las expectativas esperadas. 
            
            
            Y tan importante como preparar el velero, es nuestra propia 
            preparación técnica, para conocer el mantenimiento de nuestro motor diesel, 
            conocer cómo funciona cada sistema de nuestro barco, y tener 
            conocimientos sobre 
            supervivencia y primeros auxilios.
            
            
            
            
             
            
            
            Elegir el velero
            
            
            Años atrás un yate oceánico debía ser un ketch, con piloto de viento 
            y un diseño de carena con quilla corrida y grandes afinamientos. La 
            realidad es que ahora la mayoría de los barcos que cruzan el 
            Atlántico son barcos de serie con equipamientos de serie y eso sí, 
            algo más equipados que los barcos que encontramos en chárter. 
            
            
            
            No hay nada de complicado en hacer el cruce del Atlántico y lo más importante es 
            la preparación del barco y el conocimiento en detalle de todos sus 
            aspectos técnicos, para que seamos 
            totalmente autosuficientes. En alta mar no abundan las ayudas a no 
            ser por radio.
            
            
            
            Cualquier barco puede hacer el cruce, a poco 
            que lo preparemos con seriedad. Y esto no significa 
            necesariamente que tengamos que montarnos una potabilizadora, una BLU, o un generador, lo cual está muy bien, pero implica costos 
            elevados y complicaciones posteriores en mantenimientos. 
            
            
            Eso sí, debemos equipar un velero que sea de nuestra confianza, 
            que hayamos probado, por ejemplo en el Mediterráneo durante unas 
            buenas semanas de navegación, para asegurar que en caso de mal 
            tiempo no hace agua, que las llaves de fondo son estancas y que su 
            jarcia puede soportar golpes de viento.
            
            
             
            
            ¿De 
            qué eslora?
            
            
            Las condiciones que encontraremos a la ida hacia el Caribe suelen 
            ser muy diferentes a las que, normalmente, vayamos a encontrar 
            durante el regreso por las Azores. Por ello no se requieren las 
            mismas prestaciones para un barcos que cruce hacia Caribe y 
            permanezca allí, a otro que regrese a España, especialmente si la 
            meteo no acompaña. Pero las estadísticas pueden 
            ayudar a decidir, y por ejemplo en la ARC en la que se junta el 
            mayor grupo de barcos en hacer el cruce del Atlántico, la eslora media es de 46’’. 
            Solo el 13% de la flota está por debajo de los 40’’ y la mayoría 
            escoge barcos entorno a los 50’’ de eslora, quedando los barcos entre 50 y 
            60’’ relegados a un escaso 5%.
            
            
            
            
            Ya tenemos por tanto un indicador relevante, lo cual no quiere decir 
            que si tenemos un 30 pies no podamos afrontar la aventura. De hecho 
            hay barcos de esloras inferiores a los 30 pies que hacen el cruce 
            para viajes en pareja o solitario, aceptando recortes en la 
            comodidad y cambiando el enfoque del viaje.
            
            
            
            
            Un velero entre los 45 y 50’’ es una buena elección, pues el barco 
            es suficientemente grande para que un grupo de amigos viaje con 
            comodidad y con capacidad para afrontar un temporal, pero lo 
            suficientemente pequeño como para poder ser manejado por una 
            tripulación reducida sin que sean profesionales. Pongamos por 
            ejemplo un 46 pies en el que ya tenemos suficiente espacio para 
            instalar una potabilizadora o un generador, si tenemos presupuesto 
            para ello, y espacio de estiba más que suficiente para no llevar el 
            barco saturado en todos sus rincones. Para una buena preparación 
            debemos prever llevar repuestos de muchas cosas y un montón de 
            alimentos y por tanto el espacio es importante. Lo suyo es ordenar 
            en caja de plástico estancas los repuestos típicos necesitados en 
            cada uno de los sistemas que tengamos instalados a bordo. 
            
            
            
            
            Si va con 4 ó 6 personas  
            
            
            y exige un mínimo de comodidad, no tiene mucho sentido buscar un barco por 
            debajo de los 40’’. Por encima de 50’’ tendrá que lidiar con 
            escotas bastante gruesas y jarcia importante. En caso de tener que 
            realizar reparaciones o mantenimientos es mucho más sencillo  
            solucionar un problema en un barco de 40’’ que en un 55’’ en donde todo es mucho más 
            pesado, voluminoso y complicado.
             
            
            
            ¿Barco de serie o clásico oceánico? 
            
            
            No está de más comentar que los veleros de serie de marcas como 
            Jeanneau, Beneteau, Dufour, Bavaria y otros por el estilo son 
            ligeros y van bien en ventolinas pero durante el regreso por las 
            Azores, tendremos peor meteo al estar en latitudes más altas. Es 
            preferible un barco más viejo y por tanto más asequible pero pero de 
            construcción más robusta y 
            
            
            oceánico como son Amel, Oyster, Hallberg-Rassy, X-Yachts, Moody y 
            otros tantos más... Un barco de producción 
            en serie, que aunque se comportará como debe, será más incómodo al 
            tener que aguatar peores pantocazos en ceñidas con mares fuertes.
            
            
            
            
            Dicho esto, y a pesar de todo, la inmensa mayoría de los barcos que cruzan todos los años rumbo al 
            Caribe son veleros modernos de serie tipo Jeanneau o Bénéteau, 
            aunque los hay también de renombradas marcas como las ya comentadas. 
            La media de edad de los barcos de a ARC es de unos 7 años y por tanto poco usados y sin vicios 
            ocultos. Debemos tener presente que algunos barcos modernos están 
            demasiado orientados para la vida en el puerto o para condiciones 
            suaves y de poco viento, con espacios muy abiertos y poco protegidos, 
            lo cual puede ser un problema si las condiciones se ponen feas en el 
            Atlántico.
            
            
            
            
            
            
            Incluso las situaciones más complicadas pueden ser superadas siempre 
            y cuando hayamos previsto cómo solventarlas. Por ello aunque 
            tengamos que improvisar (que lo haremos), es importante tener una 
            buena preparación , conocimientos y herramientas, para esa futura y 
            necesaria improvisación. Para ello debemos 
            llevar manuales de los equipos, saber un poco cómo hacer un 
            mantenimiento y llevar repuestos y herramientas completas y 
            adecuadas para poder ponernos 
            a la obra. No hay nada más frustrante que saber cómo resolver un 
            asunto y no tener los medios necesarios para ello. Además de llevar 
            una bien ideadas cajas de herramientas, debemos llevar también 
            material en bruto para poder hacer o montar lo que podamos 
            necesitar. Es decir, llevaremos unas piezas de contrachapado marino, 
            alguna barra o listones de madera, una tiras de aluminio en chapa de 
            por ejemplo 2 milímetros, cintas americanas, kit de epoxi completo 
            con cargas, alambre inox, etc... 
            
            
             
            
            
            
            
            
             
            
            
            Simplificarse la vida
            
            
            Una exitosa navegación Atlántica  consiste básicamente en tener una buena previsión meteo para poder subir o bajar de latitud buscando las condiciones 
            más idóneas a nuestro barco. Navegar y navegar 24 horas al día, sin 
            detenernos. NO hacen falta dobles velas en proa, asimétricos o Spis. Está bien, pero no son necesarios. Una mayor y un génova 
            atangonados son suficientes. Pero es muy conveniente echar un 
            vistazo casi a diario a los posibles puntos de rozadura en las escotas 
            del génova y en las zonas de las velas contra los guardamancebos, obenques y otros 
            puntos conflictivos, pues el roce continuado hace verdaderos 
            estragos en los tejidos.
            
            
            
            
            Es también muy conveniente montar una retenida a la botavara para 
            evitar golpetazos con los vientos portantes. Convienen manter un montaje 
            simple con mosquetones rápidos, o como sea necesario, para poder 
            enrollar la génova a toda velocidad cuando nos sorprenda un chubasco 
            nocturno en la Zona de Convergencia Intertropical (que seguro que 
            nos ocurrirá).
            
            
             
            
            Ojo 
            con los amperios
            
            
            Siempre consumirá un poco más de lo que tenía pensado. Por esta 
            razón es importante montar unos paneles solares de más potencia a 
            la inicialmente calculada y si puede combinarlo con un aerogenerador 
            pues tanto mejor. Las luces LED ayudan sin duda. Tenga presente 
            que estaremos la mayor parte del tiempo con la electrónica 
            encendida, y el piloto automático haciendo el trabajo diário. El radar y la 
            VHF encendida también tiran del consumo, como lo hacen las neveras y 
            el congelador. Si a esto le añadimos el teléfono, el iPad, el 
            ordenador, los cargadores de las cámaras, y otras tantas cosas más, tendremos claro que el asunto de la energía eléctrica 
            y los amperios generados, debe ser tenido muy en cuenta.
            
            
            
            
            Instalar un generador marino es buena idea si tiene presupuesto para 
            ello, claro está... En este caso debemos pensar en el combustible diesel extra que 
            habremos de consumir. Una solución muy buena es sobredimensionar una 
            instalación de paneles solares montados por ejemplo en un arco en 
            popa.
            
            
            
             
            
            
            
            
            
            
            
            Y si elegimos un 
            catamarán
            
            Una 
            excelente idea que aunque continúa teniendo sus detractores, lo 
            cierto es que cada vez tiene más adeptos entre los transmundistas. Y 
            yo el primero de ellos... Conozco armadores que han navegado toda la 
            vida en Sloops, y que habiendo renegado durante años de lo 
            catamaranes, al final han acabado dando la vuelta al mundo en un 
            catamarán. Y es que a pesar de que muchos multicascos no navegan al 
            viento como un monocasco, exceptuando algunos modelos con orzas, lo 
            cierto es que ofrecen tantas ventajas....
            
            Navegar 
            en un monocasco, especialmente con los diseños ligeros actuales, con 
            vientos de popa significa tener que soportar balanceos durante 
            semanas seguidas con la consiguiente e intensa incomodidad, y esto 
            desaparece totalmente en un cata, pues su navegación es totalmente 
            estable y horizontal. Las 3 semanas de cruce se convierten en un 
            relajado paseo en el que tanto las práctica de las actividades de 
            ocio, como los trabajos de mantenimiento se realizan con total 
            comodidad.
            
            
            
            
            
            
            
            
                       
            
            
            
            
            
            
            
            
            Y 
            cuando estemos en destino, sea en el Caribe o en las Seychelles, 
            tendremos un amplio y espacioso apartamento con vistas increíbles y 
            superficie a raudales en donde poder disfrutar cómodamente del 
            lugar. La vida a bordo de un cata es un punto y a parte, respecto a 
            la que estamos acostumbrados a practicar en un monocasco. Un 
            catamarán tiene espacio en sus entrañas para soportar la instalación 
            de cualquier equipamiento que queramos instalar, como por ejemplo 
            una instalación de compresor de buceo.
            
            Y son 
            rápidos especialmente con vientos del segundo y tercer cuadrante. 
            Una diferencia de 2 ó 3 nudos a lo largo de semanas hace una enorme 
            diferencia. No solo se trata de llegar antes. Se trata de tener 
            controlada una buena meteo y esto es más difícil, cuanto más tiempo 
            tengamos que estar en mitad de la mar sin posibilidad de refugio. 
            Por este motivo es especialmente importante tener un barco un poco 
            más rápido, para alcanzar el objetivo dentro del plazo de previsión, 
            y para poder "escapar" con mayor velocidad a donde estimemos que 
            debamos "huir" en caso de acerarse unas malas condiciones. 
            
            
            
            
            
            
                      
             
                
                
               Artículos relacionados:
                
                
                - 
                
                Cruzar el Atlántico; cuándo y cómo
                
                
                - 
                
                Los alisios
                
                
                - 
                
                Vela y Aventura; elegir el barco
                
                
                -
                
                
                
                ¿Es su barco 
                realmente oceánico?
                
                
                - 
                
                Como afrontar la navegación oceánica
                
                
                -
                
                
                
                Prepararse para 
                dar la vuelta al mundo
                
                
                - 
                
                
                Preparar el barco 
                para largos cruceros
                
                
                - 
                
                Kyo; el viaje
                
                
                - 
                
                ARC; vive la aventura desde dentro
                
                
                - 
                
                
                ¿Nos montamos un 
                AIS?
            
                 
            
            
            - 
            
            Serie "Cruzar el Atlántico"
                
                
                - 
                
                
                Serie "Vela y 
                Aventura"; viajar por el mundo