incluso en las amuras de la
obra muerta, integrados de forma magistral en el propio casco. Las cifras dan
escalofríos, con paneles que suman una producción solar de 36kw de
energía pico, dos motores eléctricos de 180kw y baterías de tipo LFP
con una capacidad de almacenamiento de 440 KwH. Allí es nada....

También hay barcos solares en el rango
de los 40 a 60 pies, e incluso instalaciones en nuevos veleros sloop
que aprovechan el hardtops, roofs o la superficie de un bimini para
su instalación. Los paneles solares tienen cabida en todos los
barcos, aunque sean barcos ya entrados en años, en los que nos cueste más
buscar con ingenio, las superficies en las que montar estos
captadores de energía solar.

A pesar de los detractores de la
energía solar, que critican la peligrosidad de la electricidad a
bordo y las restringidas autonomías de navegación, lo único cierto
es que la tendencia es IMPARABLE y cada vez vemos más barcos
puramente eléctricos y otros con importante apoyo solar para la
energía consumida a bordo. Esta tendencia se está acelerando, como
consecuencia del abaratamiento del coste de las baterías de litio y
de las mejoras en la tecnología y químicas relacionadas con el
almacenamiento de la energía eléctrica.

En los barcos actuales que vemos en
los pantalanes (pre-solares), observamos cómo también se van montando paneles
solares, cada vez más grandes y de mayor potencia, e incluso algunos pocos se
atreven a remotorizar la propulsión, con motores eléctricos
alimentados por nuevos grupos de paneles solares, con rendimientos
que ya son muy significativos e inimaginables hace solo una decena
de años.
Pero siempre se plantea la misma
pregunta… ¿Cómo conectarlos entre sí? La cuestión es relevante pues
dependiendo de cómo la resolvamos, podríamos tener una instalación
con muy alto rendimiento o por el contrario peor producción, e
incluso instalaciones muy peligrosas, debido a las tensiones manejadas en
determinados tipos de montajes y cableados.

Paneles en serie
Desde un punto de vista de producción
solar en “huerta solar” en mitad del campo, tiene todo el sentido
conectar paneles solares en serie y sumar voltios para así
conseguir una producción optima, aprovechando desde los primeros
rayos solares tras el amanecer, hasta la última energía del
atardecer. En estos casos aunque la tensión sea muy alta, los
reguladores de tipo MPPT, son capaces de convertir toda esta energía
en una potencia a tensión de salida constante, coincidente con la
tensión de carga de la batería, para ser así almacenada en nuestros
parques de baterías con el mejor rendimiento.
Pero en un barco, sumar más de 50
voltios empieza a sonar peligroso en ambientes húmedos o con
posibilidad de mojarse con agua salada que es MUY conductora de la
electricidad. El lector debe saber que con solo 6 paneles de 48
voltios montados en serie, tendremos tensiones de pico de más de 300
voltios en corriente continua, capaces de electrocutar con efectos mortales a
todo aquel que se le ocurra meter la mano en el circuito. 300
voltios en continua con la intensidad de 6 paneles solares de 400w
puestos en serie, son capaces de generar un arco eléctrico de plasma
sencillamente impresionante y sumamente peligroso. Así que….

¿Cuántos voltios son muchos
voltios?
La pregunta tiene trampa, pues depende
de la persona y sobre todo de las condiciones en que nos
encontremos. Recuerdo la historia de un tipo en Estados unidos
condenado a muerte en el siglo pasado por la silla eléctrica, cuya
piel terriblemente gruesa se asemejaba más a una capa de cuero que a
una epidermis normalita, y por tanto capaz de soportar tales descargas.

Lo cierto es que dependiendo del
grosor de nuestra piel y sobre todo de si sudamos o estamos mojados
con agua salada, nuestra conductividad, y por tanto, la capacidad de
conducir amperios varía enormemente. Y son los amperios los que
finalmente pueden fibrilar el corazón y dejarnos secos. Realmente
basta 50 miliamperios (o sea un veinteava parte de un solo amperio)
atravesando los ventrículos del corazón para generar un paro
cardíaco y por tanto la muerte. La Ley de Ohm es clara (Intensidad =
Voltios / Resistencia), y si no queremos muchos amperios en caso de
tocar un cable por equivocación, debemos
bajar el voltaje y/o también, aumentar nuestra resistencia
eléctrica.
En la práctica una tensión de 50
voltios es el límite máximo razonable, a partir de la cual la
tensión empieza a ser bastante peligrosa, especialmente en corriente
continua. Bien es sabido que con una batería de 12 voltios, aunque
toquemos los terminales con la manos mojadas, no corremos a penas
riesgos. Doblar la tensión en barcos con parque de baterías a 24 voltios ya es más serio
aunque aún del todo aceptable. Recuerdo hace pocos años, haber
trabajado en el montaje de un parque de 24 voltios en medio de una
calurosa sala de máquinas, y con la transpiración corporal, estos 24 voltios, sin ser
aún peligrosos, ya se hacen notar al “tocarlos”, como un claro y molesto
cosquilleo, mientras te encuentras aprisionado, reptando sobre “pasillos” de
baterías, empapados por el sudor buen
conductor de la corriente eléctrica. Por ello, doblar a 50 voltios,
digamos que es el límite tope admisible, antes de adentrarnos en
tensiones que empiezan a ser francamente peligrosas.

Paneles en serie y sombras
Por si esto fuera poco, el problema de
conectar en serie muchos paneles, es que si uno entra en sombra, lo cual es
algo bastante normal en un barco que se mueve y cambia por tanto de
orientación con respecto al sol y que tiene palos, botavaras,
toldos, jarcias, antenas, eólicos y otros elementos susceptibles de crear sombras,
nos cargamos la producción de energía de toda la serie de paneles.

Aún es peor. La zona de aquel panel
que esté en sombra, se convierte en un elemento resistivo en vez de
productor de energía y por tanto se “comerá” la energía de las demás
células, haciendo que se caliente de forma extrema (si no fuera por
los diodos de “By-pass” que también pueden estropearse creando un
riesgo importante de incendio en el mismo panel).

Por todos estos motivos, poner paneles
en serie en el barco está bien, pero en su justa medida. Si nuestro
barco es de 12 voltios y tenemos paneles de 12 voltios, puede ser
interesante hacer grupos de 2 ó 3 para no pasar de 50 ó 60 voltios
pico, conectando cada grupo de 2 ó 3 paneles en serie a un regulador MPPT, cuya salida irá al parque de baterías.
Paneles en serie en una misma banda para que no se anulen con la
sobra de la otra banda. Si utilizamos paneles
de 24 voltios, pues 2 en serie cómo máximo es correcto, intentando
que estos en caso de entrar en sombra lo hagan a la vez (normalmente
montados a la misma banda). Con paneles de 48 voltios lo suyo es
dedicar para cada uno de ellos, un único MPPT y en caso de querer
conectar dos de ellos en serie, tener MUY claro la pulcritud de la
instalación pues aunque 100 voltios en continua no generan arcos de
plasma, estaremos lidiando con tensiones que dan mucho respeto.

Paneles en paralelo
En vez de sumar voltios sumamos
amperios, pero aunque podríamos conectar todos los paneles en
paralelo y estos a su vez alimentar a un regulador MPPT, este
planteamiento crea el mismo problema que ya hemos comentado, respecto
a la situación de un panel en sombra, o con una célula estropeada,
que en este caso pasaría a “zamparse” toda la energía generada por
los demás creando una situación con riesgo de incendio y destrucción
de paneles.

De nuevo la solución consiste en
utilizar un regulador por cada panel o por cada grupo de 2
paneles, de forma que estos queden aislados entre sí, frente a
futuros problemas en la producción individual de cada uno de ellos.
Lo malo es que “mover” energía en baja
tensión es mucho más caro en cuánto a pérdidas y en grosor de cable de cobre
necesario, y por ello se tiende a subir la tensión, que en el caso
de las instalaciones industriales en “huertos solares” alcanzan
muchos centenares de voltios.

¿Qué es el serie-paralelo?
Ya se sabe que la virtud está en el término medio, y afortunadamente para los humanos la
electricidad es muy manipulable y admite todo tipo de combinaciones.
Podemos por ejemplo, unir dos paneles de 24 voltios en serie
para que sea considerado como si fuese un único panel del doble de
tensión hasta 48 voltios (en nuestro ejemplo). A su vez varias parejas de
ellos podrían montarse en paralelo para así no sobrepasar esa
tensión máxima que juiciosamente nos marcamos como tope total, para
ser utilizado a bordo de nuestro barco. Y por ejemplo, a la salida
de 2 ó 3 parejas de paneles, llevar la energía al regulador solar
que a su vez alimenta al parque de baterías.

Pero si podemos permitirnos montar
algunos reguladores más, cómo ya hemos indicado, una buena práctica
es no unir paneles en paralelo y que cada uno, o cada pareja de
paneles en serie, vaya con su propio regulador independiente de tipo
MPPT, canalizando la energía de forma separada e independiente.
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