En infinidad de ocasiones
debemos ponernos manos a la obra en el barco para instalar,
corregir, reparar o actualizar tanto equipos como el casco, la
cubierta o los interiores.
En esta serie de trucos quizá
encuentre alguna idea que le venga bien para ir pensando en
poner su barco a punto. ¡Se acerca la temporada!
1)
Perforar en perpendicular y a mano alzada
Cuando vamos a hacer un agujero, por
ejemplo, en la cubierta del barco para fijar un herraje o instalar
un deseado Winche eléctrico que tanto deseábamos, es importante que la perforación sea perpendicular
para que la parte interior de estas perforaciones no quede
imprecisa.
Un taladro vertical es
una de las herramientas que no debe faltar en cualquier taller de
bricolaje.
La idea consiste en utilizar una guía
con un taco de madera, por la que hagamos pasar la broca. Podemos
fabricarnos en el taller varias
guías en madera que llevaremos en nuestra maleta de utillaje
“especial”. Para ello bastan algunos tacos de madera con
perforaciones de diferentes diámetros y tacos cortados a distintos
tamaños.
Huelga decir que la perforación
utilizada como guía debe ser perfectamente perpendicular a la base
del taco que apoyaremos en la cubierta o en el sitio en donde
vayamos a perforar. Para fabricarlas bastará utilizar un simple
taladro de pie o de columna, que sin lugar a dudas debe formar parte
de nuestro utillaje “básico” en nuestro taller. Se encuentran por
menos de 100€ y son, como digo, una de las herramientas que dan más
juego.
El agujero del taco
bien apoyado en el sitio a perforar, y utilizado como guía para la
taladradora, nos garantiza un taladro perpendicular a la superficie.
2) Cortar un tubo
en perpendicular
Intente cortar una tubería o barra a
mano y comprobará el desaguisado conseguido. Por mucho que intentemos ser
precisos, la sección de corte conseguida nunca será suficientemente buena.
Y sin embargo la solución es muy sencilla. Debemos "pintar" con una
línea “guía” que nos dirija el corte en la sección perpendicular al
eje del cilindro.
Basta una cinta o una hoja pegada
previamente sobre la superficie del cilindro haciendo lógicamente
coincidir los bordes al dar la segunda vuelta, para conseguir la
marca para el corte. Es una solución tan evidente como
útil que recordaremos para toda la vida.
3)
Perforar de forma precisa
Cuando intentamos hacer una
perforación a mano alzada y aún con más razón si debe estar en la
superficie curva, es casi seguro que el punto no quede
exactamente en donde lo deseamos de forma exacta. La solución pasa
por marcar con un punzón el punto exacto. La hendidura efectuada por
el golpe de punzón que debe tener un ángulo de 120º, que servirá para que
la broca comienza a cortar en donde deseamos el agujero, no donde la
broca decida más o menos perforar. Si la perforación debe efectuarse
en un eje como en la foto anterior, el uso del punzón deja de ser
recomendado, para convertirse en algo ¡obligado!
Esto reza para cualquier material,
pero especialmente para agujeros realizados en superficies metálicas
duras como el inox. La hendidura servirá para que la broca corte
bien en el centro. No olvide hacer el agujero con diferentes
diámetros de broca en vez de pretender hacer por ejemplo un agujero
de 12 milímetros del “tirón” con una broca directamente del 12.
Punzones. Baratos y
necesarios en el taller.
4)
Alargar una broca
Cuando intentamos perforar algo
anormalmente profundo o en donde no hay acceso directo y debemos
actuar desde bastante distancia, como ocurre en más ocasiones de las que
cabría esperar, la única solución es tener una broca lo
suficientemente larga. Huelga decir que estás o no existen en el
mercado o son muy difíciles de conseguir.
Antes de hacer este
agujero de registro bien amplio con una fresa por donde trabajaremos
la soldadura, debemos realizar el agujero de lado a lado que hará de
guía para centrar broca y varilla.
La solución por tanto consiste en
fabricarla a partir de una broca normal y corriente. Lo importante
es que la broca fabricada con la prolongación de una varilla redonda
quede perfectamente alineada con la broca original.
Es mejor utilizar una varilla un
milímetro más fina que la broca para poder dar salida a la viruta o
material cortado por la broca. Si utilizamos una varilla de mismo
diámetro, lo cual es perfectamente posible, debemos ir sacando la
broca de vez en cuando de la perforación para eliminar el material
cortado.
Al soldar la varilla a la broca de
forma perfectamente alineada debemos utilizar un taco de madera
desechable en el que hayamos pintado unos ejes y perforado un
agujero que nos valdrá de alineamiento. Si broca y varilla son de
distinto diámetro, haga el agujero de menor diámetro todo seguido y
luego amplié la mitad en donde va la broca con el diámetro superior.
En el centro haremos un gran agujero a
modo de "registro" en el que tendrá lugar la “operación de
soldadura” de la broca y varilla utilizando cualquier tipo de
soldador de electrodo arco o similar. Debemos soldar un punto y
luego girar la unión 180º para soldar su opuesto y evitar
deformaciones. Luego soldaremos los lados perpendiculares a 90º o
270º, para pasar seguidamente a soldar el resto.
Ya sólo necesitamos romper el bloque
de madera y lijar la soldadura para igualar broca y varilla sin que
sobresalga nada de metal. La super broca estará lista.
En nuestro caso, hemos
utilizado un soldador TIG, pero podemos utilizar sin problemas un soldador de electrodo,
ya que aunque se "tueste" un poco la madera, esta va a ser destruida
para sacar la broca y proceder al lijado y esmerilado de la
soldadura.
5)
Meter muchos tornillos con arandela
Al trabajar en sitios de acceso
complicado en donde debamos atornillar un montón de tornillos con
sus debidas arandelas, no hay nada más molesto que tener que coger
las arandelas una a una y meterlas, a veces haciendo malabarismos
con una sola mano, mientras mantenemos el desatornillador eléctrico
con la otra mano. La pérdida de tiempo es importante y acabaremos
tan aburridos como cabreados.
La solución para ir más rápido es
prepararse el trabajo fuera con un pedazo de espuma de poliuretano
en la que “pincharemos” un montón de tornillos ya previamente
“preparados” cada uno con su o sus arandelas previamente montadas en
los tornillos. Bastará con coger cada “paquetito” todo listo para
ser atornillado.
6)
Pegar la cinta en sitios irregulares
o rugosos
En ocasiones necesitamos proteger para
pintar o barnizar una zona mediante una cinta de pintor. Si no
queda pegada siguiendo las irregularidades del “terreno”, al pintar
algunos churretones penetrarán la zona protegida y el borde o
frontera de pintado será todo menos una línea uniforme como deseamos
obtener. Por mucho que apretemos con el pulgar la cinta no seguirá
del todo la forma de las rugosidades.
La solución consiste en utilizar un
cepillo de cerdas fuertes y “cepillar” la cinta enérgicamente que al
ser apretada por miles de cerdas, quedará pegada a la perfección como
no hubiera podido imaginar.
7)
Usar la caladora con perfección
Es una herramienta de las que no deben
tampoco faltar en la caja de herramientas electromecánicas, pero muchos la
utilizamos mal o de forma ineficiente. Lo primero es escoger la hoja
adecuada a cada material, y tener claro que está en buen estado. Si
hacemos un esfuerzo de presión excesivo para que la caladora corte,
significa que la hoja o no es adecuada o está demasiado gastada, y
al efectuar demasiada presión no podremos guiar correctamente el
corte además de poder obtener un aserrado oblicuo no deseado.
El agujero previo en las esquinas es
muy útil para comenzar una perforación y permite un acabado
redondeado perfecto en las esquinas. A este respecto podemos
utilizar una hoja de media anchura para poder usar perforaciones más
finas en las esquinas. Estas hojas estrechas permiten tener una
mayor maniobrabilidad en el corte y por tanto poder seguir líneas
mucho más complicadas, pero a precio de ser más difícil el corte en
línea recta y tener que tener mucho más cuidado al ser bastante más
frágiles.
8)
Sellar los cortes del contrachapado marino
Si acabamos de cortar un hueco para
poder instalar un equipo o porque necesitamos tener un registro en
un mamparo debemos sellar el corte. La madera cortada, y
especialmente en un ambiente marino, no debe quedar al descubierto,
pues la humedad entrará en las capas del contrachapado lentamente
pero de forma inexorable.
Debemos sellarlo y para ello nada
mejor que una mezcla hecha con epoxi con algo de carga para que no
escurra mientras cataliza. La podemos tintar como deseemos con ayuda
de pigmentos de colores y hacerla tan viscosa como deseemos
utilizando un producto apelmazante como por ejemplo el “aerosil” o
algún producto tixotrópico equivalente (dióxido de silicio).
9)
Desenrollar una cinta de pintura
Estamos marcando la línea de flotación
para pintar el antifouling, o tapando una zona a proteger antes de
pintar. Para aplicar la cinta sin deformar los bordes debemos
utilizar una espátula de madera o de plástico que apoyaremos en la
cinta según se va pegando, mientras mantenemos el royo con el dedo
pulgar de la otra mano que actuará a modo de eje de giro del rollo
de cinta.
Si la línea seguida toma un poco de
curvatura que deba ser seguida por la cinta, debemos tirar de la
parte exterior para que la línea tienda a curvarse, lo cual hace que
la cinta tienda a deformarse y por esta razón la técnica descrita en
el párrafo anterior, para mantenerla bien pegada y sin arrugas cobra
toda su importancia.
Si la cinta ha sido aplicada hace días
y le ha dado el sol y ha recibido agua, es muy probable que nos
cueste retirarla más de la cuenta. Por tanto debemos poner la cinta
unicamente cuando tengamos claro que vamos a pintar pronto.
10)
Bolsa contra coladas
Cuando tengamos que pintar en alguna
zona vertical es posible que la pintura pueda gotear y sobrepasar la
zona protegida por la cinta de carrocero. En este caso más vale
prevenir que curar (y currar más de la cuenta). Para ello haremos
una bolsa que pueda recibir el exceso de pintura y goteos de la
forma que indica la imagen. Nada más sencillo.
11)
Las cintas del taller
En más de una ocasión hemos comentado
la necesidad de tener un rollo de cinta "americana" que puede valernos
para cientos de soluciones dada su fuerte adherencia. Pero no por
ello debemos olvidarnos de la cinta de doble cara con la que poder
solucionar tantos o más problemas que nos surjan.
Existen cintas de doble cara de un
gran poder adhesivo, tanto que si pegamos una plástico con ellas a
una superficie lisa, este quedará pegado de por vida. Si el objeto o
el material pegado a la cinta de doble cara es apretado con una
espátula o algo que ejerza fuerte presión, la adherencia será
todavía aún mayor.
La cinta de doble cara puede servirnos
en bastantes ocasiones como nuestra tercera mano, para fijar algo
que queremos soldar, atornillar o manipular.
12)
La decapadora de calor
A veces tenemos que arrancar unos
vinilos o pegatinas en el casco de un barco. La labor puede ser
terriblemente lenta y tediosa a no ser que empleemos una pistola de
calor, que no es más que un “secador de pelo” un poco más grande. El
calor reblandecerá el plástico y a poco que vayamos tirando de una
esquina, conseguiremos retirarlo del casco sin demasiados esfuerzos.
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