| 
            
             Los 
            que navegan a vela en barcos de crucero, ya habrán podido comprobar 
            cómo de nada sirve llevar el motor en marcha cuando el barco navega 
            bien a vela. Realmente no se consigue ganar nada en velocidad. 
            Simplemente quemamos tontamente el comestible. La potencia vélica 
            nos proporciona el empuje necesario para llevar al barco cerca de la 
            velocidad límite definida por la longitud del casco. Por mucho que 
            metamos más potencia (motor) no conseguiremos ir más rápidos. El 
            exceso de potencia suministrado es empleado en crear una ola de proa 
            más intensa.  
            Pero cuando el 
            viento es una ligera brisa, a veces de intensidad variable, capaz de 
            movernos a 1 ó 2 nudos, la utilización del motor a bajas 
            revoluciones y como apoyo puede estar muy justificada. 
            
             
            Navegando en 
            ceñida con poco viento, al meter un poco de motor, conseguimos 
            aumentar la velocidad del barco, y de esta manera también aumenta la 
            velocidad del viento aparente, lo cual hace que las velas entreguen 
            más potencia de la que inicialmente ofrecían, Este aumento de 
            potencia en las velas hace aumentar nuevamente la velocidad del 
            barco lo cual libera al motor que baja de consumo. En definitiva 
            obtenemos más beneficio que el debido al simple aumento de velocidad 
            como consecuencia de la potencia del motor Aunque 
            el viento aparente viene ahora más de proa, como consecuencia del 
            aumento de la velocidad del barco, podremos aplanar más las velas 
            gracias a la velocidad entregada por el motor, sin perder capacidad 
            de ceñida. Y lo mejor es que el barco navegará de forma más estable 
            y cómoda. Con un poco de motor podremos pasar de ceñir a 45º, hasta 
            acercarnos a unos 35º respecto al viento. 
            En empopadas, 
            ocurrirá lo contrario. El aumento de velocidad debido al motor nos 
            reduce el viento aparente y perdemos potencia vélica. ¡Algo nada 
            aconsejable! 
            
               
            Artículos relacionados:
            
               - 
            
            ¿Por qué el velero se 
            hace más ardiente al escorar?
            
               - 
            
            ¿Por qué la máxima 
            velocidad está limitada por la eslora? 
            
               -
            
            La propulsión por el viento, con o sin velas 
            
               - 
            
            Girar un velero sobre 
            si mismo 
            
               - 
            
            Ponerse a la capa 
            
               -
            
            El velero y el mal tiempo 
            
               - 
            
                
                
            
            Código de navegación
            
               - 
            
                
                
            
            Principios básicos de 
            navegación
            
               - 
            
                
            
            
            Prácticas de 
            navegación para títulos náuticos
            
               - 
            
            Factores que afectan a 
            la navegación 
            
               -
            
            Manejo básico del velero
            
   
                |