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Construir un tanque
laminado en Epoxi (3)
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Afrontamos la construcción de
los tanques en fibra de vidrio y epoxi para el combustible de
nuestro barco, aunque también pudieran ser de agua.
Cómo elegir la forma
definitiva? Decidir qué espesores utilizar? Qué herramientas
necesitamos? cómo laminar?.... y lo más importante; cómo
protegernos durante la fabricación.

En los dos artículos anteriores hemos
explicado porqué montar nuevos tanque o depósitos
complementarios, para mejorar la autonomía de nuestro barco. También
hablamos sobre la tipología de los tanques y topología de la instalación, y
cómo mejorarla para mejorar las prestaciones de nuestro sistema de
combustible.
En este artículo explicamos como
crear la forma final del depósito para poder realizar el tanque exactamente a esas dimensiones y conseguir que encaje
perfecto en
el barco. Y por supuesto toca describir la forma en la que lo hemos
construido el depósito, explicando cómo crear el registro para
conseguir una perfecta estanqueidad.
Pero el paso previo a todo esto fue
retirar del barco el viejo depósito, labor de por sí complicada y
todo un reto pues el peso del tanque anterior era de 300 kilos y su
forma imposible para salir, a no ser que cortemos la cubierta.
Diseñar la forma de los depósitos
La parte trasera de la ubicación de
nuestros tanques de diesel, tiene forma redondeada, al seguir el
arrufo del casco del velero. Por si esto fuera poco complicado,
los mamparos entre los que van encajados los depósitos, de ninguna
manera son paralelos entre sí, y al ir este espacio dividirlo en 3 tanques
menores, necesitamos darles un ligera forma de cuña en sus caras
verticales, para que encajen como un guante durante el montaje.
Además queremos aprovechar los
refuerzos y varengas horizontales del casco, para que los tanques se
apoyen en ellas y distribuya el peso y el esfuerzo en ellas y en la
base del fondo en donde hemos instalado y montado un nuevo soporte.


En definitiva, la forma de cada tanque
es diferente, única y definida a nuestras necesidades.
Por ello elegimos el método de fabricación en fibra laminada con epoxi.
Lo primero que hacemos es crear unos
patrones reales en forma y volumen, con piezas de cartón, para
hacernos una idea del tamaño y las formas finales que van a tener
estos nuevos depósitos. Cinta de embalar, cuter, cartones y bastante
trabajo es lo único que necesitamos para, en un par de jornadas de
trabajo, tener listo la forma definitiva de los tanques.

El siguiente paso consiste en
transcribir estas formas, a unos depósitos de madera de contrachapado
marino de 6 mm de espesor, cortadando pieza a pieza las diferentes
caras, para ir formando el volumen de cada
tanque. Las piezas van poco a poco adoptando la forma que queremos
que tenga el depósito final, pues una vez construido el tanque en
madera “simplemente” lo vamos a forrar de fibra de vidrio tanto por
fuera como por dentro, en una técnica conocida como "molde perdido".

Hemos utilizado tablero fenólico
marino de alta calidad de 6mm de espesor, para ir formando el
tanque, con la forma y tamaño real que tendrán, en el mismo barco.
Imposible modelarlos de otra manera.

Decidir espesores y resistencias
estructurales
¿Cuantas capas de fibra por dentro?
¿Sandwith con pieles interior y
exterior? ¿Qué tejido utilizar? ¿Qué espesor de fibra? ¿Poliester,
Vinylester, Epoxi? ¿Pintar en epoxi o poliuretano para el acabado?
¿Cómo integrar el diseño del registro? ¿En el registro utilizar Inox
o aluminio o Fibra?...
Si se consideran otros depósitos
fabricados en fibra con una pared de 2 mm y otros 2 mm interiores es
correcto pues el nucleo de contrachapado marino, además de dar forma
ayuda de forma notable a la rigidez mecánica del tanque.
Pero antes de decidir cómo crearlo, fabriqué unos
escantillones basándome en tejido cuatriaxial y algunas pruebas en
biaxiales, para determinar su módulo de resistencia y el peso por
metro cuadrado, para así determinar aproximadamente el peso final de
los nuevos tanques.

Fabricamos varias
muestras para evaluar y decidir las capas de tejido que formarán el
depósito. Con el peso de cada escantillón, podemos deducir el peso
por metro cuadrado y así aproximar el peso que tendrá finalmente
cada tanque.

El tejido cuatriaxial
es muy cómodo, pues de una sola "tacada" estamos laminando 4 capas
de fibra de vidrio, cosidas entre sí, en los cuatro ejes
direccionales (0º-180º, 45º-225º, 90º-270º,
135º-275º ). Es un tejido pesado pero al montar por ejemplo 3
capas de este material, realmente habremos laminado 12 capas de
fibra de vidrio, creando una estructura de tanque muy resistente.
Al final preferimos darle 3 capas al
interior y dos al exterior, para ganar en rigidez y resistencia
estructural de los tanques, aunque con ello salgan un poco más
pesados. Piel exterior de 2 capas de tejido en 4
ejes y revestimiento interior en 3 capas también de tejido cuatriaxial, con refuerzos en todos los bordes perimetrales del
depósito.
Posiblemente mucho más de lo necesario y empleado en otros
tanques de otros barcos, pero preferimos pecar en exceso de peso,
aunque nos lleve también más trabajo, que quedarnos con la duda de
si pudieran fallar en un futuro. El resultado ha sido algo más
grueso de lo inicialmente previsto, quedando un sandwich de 4 + 6 +
5 milímetros y un peso por depósito de algo más de 50 kilos, lo cual
es perfectamente manejable con ayuda de una persona y sobre todo...
entran y salen sin problema del barco por la puerta principal!

Decidimos Epoxi a pesar del mayor precio, por ser una resina de muy
alta calidad y producir pocos olores durante la fabricación,
y ser totalmente inertes tras la polimerización, lo cuál les hace
válidos incluso como tanques de agua dulce. El ratio de la mezcla es
siempre el mismo y no depende de la temperatura de trabajo. Además no
"apesta" toda la zona de trabajo, como si lo hace la resina de poliester.
Respecto al
precio, al final en el computo global de fabricación, la diferencia
es pequeña, máxime si en vez de comprar Epoxi de marca tipo West
Marine y otras, buscamos un proveedor industrial que lo suministre
en garrafas de 25 kilos.
¿Es adecuado el epoxi para construir un
tanque de combustible?
Absolutamente. Para el diesel e
incluso para contener gasolinas más volátiles y por supuesto para
hacer tanques de agua o para tanques de aguas negras es también
perfecto. Antes de lanzarnos a la
aventura, previamente habíamos fabricamos un pequeño ejemplo de
contenedor de epoxi, en la que pusimos gasolina (mucho más volátil y
disolvente que el diesel) para probar que la resina permanecía sin
sufrir ninguna reacción o reblandecimiento.
Dos meses después dimos por aprobada
la prueba y cero problemas. El Epoxi elegido parece totalmente
inalterable frente a los combustibles. ¡Manos a la obra!

Detrás de la flecha
morada se encuentra el tanque de combustible viejo que tenemos que retirar del barco. Para acceder a él
debemos desmontar toda la esquina del salón y hacer hueco para
trabajar con comodidad.
Retirar los tanques viejos;
Un infierno
Un trabajo tedioso que dependerá naturalmente de
cada barco y del
tamaño del tanque. Pero en nuestro caso, el trabajo fue simplemente…
TERRIBLE… O rompemos la cubierta, o hacemos un agujero al casco o
bien cortamos el tanque in situ en cachitos… Y esta fue la opción elegida.
Desguace desde el interior.
Lo primero es vaciar hasta la última
gota de combustible, lo cual ya tiene cierta enjundia por la
cantidad de garrafas necesarias. En segundo lugar, y no es tarea
menor, toca desmontar la zona de salón o del barco para acceder a
ellos de forma clara y sencilla. Esto que es muy obvio en los barcos
de serie, en otros barcos lleva un buen trabajo y estudio previo,
como fue nuestro caso. En tercer lugar toca hacer un registro o
cortar una sección del tanque para garantizar que no hay nada de
combustible y comenzar a sacar la porquería interior.

Una vez vaciado el
tanque, nos toca desmontar parte del salón para dejar el acceso
libre al tanque de combustible que vamos a trocear para sacar en
cachos de menos de 20 kilos.
Recordemos que vamos a desguazar
desde dentro y por tanto aunque se trate de gasoil que NO se
inflama con las chispas de la radial, más vale estar bien seguros.
El corte con radial genera mucho calor en la chapa, que debido a la
cascada de chispas es trasladado al casco de fibra, y por ello es
FUNDAMENTAL ir enfriando a medida que vamos cortando. Para ello
debemos tener a mano trapos empapados de agua y un spray para bajar
la temperatura si esta sube demasiado.

Comienza el troceado
del tanque con radial. Se puede apreciar el notable espesor de la
chapa de acero, incluso la utilizada en los mamparos interiores del
tanque. Un montón de metros de corte y chispas.
Por supuesto, un trabajo de este tipo
genera chispas y polvo por doquier. Por ello decidimos montar una
cabina dentro del salón (en la zona donde está ubicado el tanque)
para confinar la zona de “chispas” y polvo. Improvisamos un
extractor de humos que genere una presión negativa dentro de la
cabina y así “casi” todo el polvo y humos generados salgan del
barco, sin invadir el resto del barco, camarotes y zonas del
velero. El montaje de la cabina fue laborioso, pero la verdad es que
resultó ser una buena idea, pues verdaderamente conseguimos confinar
la “zona cero” de la obra de desguace.

Fabricar la cabina
lleva unas cuantas horas de trabajo, pero evitaremos poner el salón hecho un
asco. En la pared de cartón del lateral izquierdo, vemos un tubo de extracción
también fabricado en cartón que conduce a un extractor situado al
exterior y permite crear una presión negativa dentro de
la cámara de trabajo. De esta manera logramos una circulación de
aire desde el salón a la cabina de protección y desde la cabina
hacia el exterior, que arrastre todo la suciedad generada.
Se trata de un trabajo “indigno”, para
el que hay que protegerse con un mono de trabajo, dobles guantes,
respirador, cascos para los oídos y por supuesto gafas contra las
chispas. Preparado y protegido con tan peculiar disfraz de
astronauta, hay que armarse de valor y comenzar a cortar piezas a
diestro y siniestro. Labor de 3 jornadas algo desagradables y
agotadoras, en las que fuimos recortando la chapa de acero dulce de 4 y
de 5 mm, impregnada de chapapote en sus caras interiores. Asqueroso,
si. Pero poco a poco, conseguimos retirar todo el tanque. En
total unos 300 kilos de herrumbre esperando en la cubierta su camino
al chatarrero.

Herramientas necesarias para fabricar
tanques nuevos
Vamos a cortar mucha fibra de vidrio
de bastante gramaje, al tratarse de tejido cuatri-axial, y aunque
unas tijeras de sastrería podrían valer, hubiéramos acabado con los
dedos agarrotados y las manos lastimadas. Es muy acertado hacerse
con unas tijeras eléctricas que podemos conseguir en AliExpress por
20 o 30 €. Me parecieron tan cómodas, funcionales y económicas que acabé
comprando otra de repuesto. Por supuesto nunca más, volveré
cortar fibra de vidrio a mano. Se trata de una de las herramientas
del todo imprescindibles para trabajar con tejidos tanto de vidrio,
como kevlar o carbono.

En cuanto a lijadoras, la de banda del
tipo mostrado en la imagen (Makita por supuesto) es otra herramienta
que debemos tener a mano, por su versatilidad. Siempre hay que
acabar lijando imperfecciones y con la fibra necesitamos una máquina
que muerda de verdad, sin levantar las nubes de polvo de fibra de
vidrio (muy perjudicial) que genera por ejemplo una radial equipada con disco multi-hojas. Se puede (y se debe) conectar a un aspirador de taller
(además del extractor), para minimizar el polvo de fibra que SIEMPRE
obligarnos a llevar respirador al utilizarla (especialmente en un
espacio cerrados). También son útiles muy interesantes la
lijadora por vibración equipada con una base triangular y una
lijadora oscilo-orbital para regularizar superficies si fuera
necesario.

Los taladros de mano son fundamentales para
la fijación de los tornillos en el molde madera contrachapada, o
para la fabricación del registro del depósito o muchos otros
trabajos con brocas tornillos y fresas. Si
tiene varios mejor, pues así no tendremos que andar cambiando de brocas y
puntas Phillips con cada tornillo trabajado.

Además del tejido cuatriaxial (muy
cómodo al laminar de golpe 4 capas de tejido) y la resina epoxi,
vamos a necesitar una pequeña balanza digital para hacer bien las
mezclas, y tejido pelable “Peelply”, que también considero
imprescindible para rematar los bordes y las esquinas de cada zona
que vamos laminando. Y por supuesto acetona, líquidos de limpieza,
trapos (un montón), envases para hacer las mezclas y muchos guantes
de nitrilo para llevar las manos siempre protegidas.

El tejido pelable
(Peal-ply) es una tela de nylon que se aplica encima del laminado
con la resina recién aplicada y se retira sin problemas una vez
finalizada la polimerización. Es del todo fundamental para lograr
que el cuatriaxial se adapte a la forma del tanque, especialmente en
los ángulos y esquinas más forzadas.
Protégete; material de seguridad
No es lo mismo pegar una pequeña pieza
con epoxi, que mezclar 50 kilos de resina, durante diferentes
jornadas de trabajo. Por ello es del TODO fundamental protegernos
debidamente, y para ello debemos llevar ropa que nos proteja del polvo
de fibra y de las manchas de resina que inevitablemente recibiremos.
Cuando laminemos piezas grandes y frotemos las manos contra los
paños de fibra empapados en epoxi, para extraer las burbujas de
aire, es muy probable que los guantes de nitrilo se rasguen y por
ello en algunos trabajos es normal trabajar con doble guante uno
encima del otro.

Tip 5: Doble
guante... Doble color

Al final he decidido utilizar siempre
DOBLE capa de guantes de nitrilo pero de DISTINTO color, para así,
detectar rápidamente, cuando la capa
exterior se ha estropeado y toca operación de cambio.
Como vamos a
consumir guantes a toda velocidad, lo mejor es comprar a buen precio en
Temu o Aliexpress varias cajas de 100 unidades y en distintos colores.
Con las manos bien protegidas
podremos coger los paños empapados en epoxi y colocarlos según
vaya tocando en las distintas zonas de laminados. Las manos
son la herramienta perfecta para apretar y extraer las
burbujas de aire que quedan entre las capas de tejido. Hemos
probado con el rodillo de arandelas, pero... Por ello debemos
utilizar doble guante y trabajar sin miedo a pringarnos.
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Construir un tanque
laminado en Epoxi (4)
Si necesitamos hacer un tanque
auxiliar o sustituir uno en mal estado, en este artículo descubrimos
todos los detalles para su realización en fibra de vidrio, laminada
con epoxi.
Cómo se hacen los laminados?
Cómo cerrarlos tras montar el interior? Cómo hacer los registros y
conexiones del depósito? Qué aforadores utilizar?.... y cómo
fijarlos en el barco.

Ya sabemos que la resina de epoxi no
huele lo mismo que el poliéster, pero aunque casi no la percibamos, se producen vapores orgánicos que irritan y
pueden ser peligrosos, especialmente en lugares poco ventilados. Por
ello debemos preparar el local de trabajo y montar una buena ventilación.
Durante los momentos en los que laminemos bastantes metros
cuadrados de tejido, utilizar máscara de protección contra vapores
orgánicos.
Si nos manchamos, aunque estemos
acostumbrados a utilizar
acetona, debemos en la medida de lo posible evitar el contacto con
la piel, pues ésta efectivamente disuelve el epoxi, pero la acetona
puede hacer de vehículo o vector hacia el interior de la epidermis. Es mejor
utilizar productos de limpieza específicos no tan irritantes y
cuando nos manchemos de epoxi (lo cual es inevitable), lavar la piel con agua
templada y jabón, pues el epoxi se acaba diluyendo y limpiado de
esta sencilla manera.
Y al lijar, (que lijaremos), es del
todo obligatorio protegerse en las vías respiratorias y todo lo que
podamos, contra el nefasto polvo de fibra de vidrio que se
desprende durante el uso de cualquier lijadora.
Es muy importante disponer de
aspirador o mejor aún, varios aspiradores conectados a las distintas maquinas
de lijado para minimizar la cantidad de polvo dañino volando por el
ambiente.
El uso de un traje de protección
integral como el utilizado por los pintores es finalmente lo más
cómodo y sensato, y aunque nos de pereza, debemos utilizarlo cada vez que vamos a
avanzar en la obra. De otra forma acabaremos con todo pringado de epoxi y lo que es peor con partículas minúsculas de fibra de vidrio
que acaban siendo extremadamente irritantes en la piel.

A pesar de utilizar
doble guante, las chispas llegan a quemar la protección de doble
guante de nitrilo y tejido. Tuvimos
que utilizar otros guantes de cuero para no acabar con las manos quemadas
por las chispas debido al corte de la radial!
Manos a la obra y laminados
Antes de desmontar una de las dos
tapas laterales grandes para poder acceder cómodamente al interior y
por tanto, poder hacer los laminados internos que forman parte
estructural del depósito y aseguran la estanqueidad, hay que hacer
la laminación exterior para que el depósito conserve exactamente
esta forma, que cuidadosamente hemos probado en el barco
“in-situ”.
Si desmontamos una de las tapas
laterales antes de hacer la laminación exterior, perdemos la forma
al deformarse la estructura de maderas, por no estar armado más que
con pequeña tornillería sin ningún pegado o armado con fibra de
vidrio. Aprendimos de este primer error para los siguientes tanques
totalmente laminados por fuera y luego cortado una tapa lateral a
modo de mega registro, para dar acceso y poder realizar el laminado
interior.
Aunque los tanques son de tamaño
mediano, hemos querido construirles, en su mitad vertical, un mamparo
estructural intern, que mejore la rigidez mecánica del tanque y
evite, en alguna medida, el desplazamiento de líquidos en su
interior. Los huecos del mamparo interior son, a pesar de todo
bastante generosos, con la intención de poder acceder con comodidad a
todos sus rincones a través del registro para posibles futuras
limpiezas o mantenimientos.
Una vez definida la forma del mamparo
interior (Conocido como “Bafle” en terminología anglosajona),
transcribimos la forma del cartón con un rotulador, sobre una madera
que hemos forrado con film fino de embalaje o film de cocina. Vamos
pintando la forma final que tendrá el mamparo y sobre dónde vamos a
laminar el tejido que conformará el mamparo.
Estos mamparos han sido construidos
enteramente en fibra de vidrio (sin sandwich de madera) de un
espesor de 6 milímetros, y formados a partir de tiras de tejido
cuatriaxial que una vez empapadas en epoxi y laminadas, ajustamos
sobre el film para que encajen con la forma predefinida. Al día
siguiente y gracias al film, el mamparo en “bruto” se despega solo y
cortamos y lijamos hasta que tenga la forma exacta para que encaje
en la mitad vertical del tanque (¡protección por favor!). El mamparo
acabado es pegado con masilla de epoxi que hemos fabricado mezclando
resina con un polvo que aumente la viscosidad de la mezcla hasta
dejarla con la consistencia de una mantequilla (tixotrópico). Una
vez pegado, vienen varias tiras de fibra para reforzar el mamparo a
la estructura del depósito, laminando en todo su perímetro.
La tapa que cierra el tanque, una vez
laminado también en su interior, está cortada en dos, de forma que
su mitad inferior puede ser laminada cómodamente con el tanque
abierto. Antes de cerrar la tapa superior, fabricamos una moldura o
perfil en “L” que pegamos y laminamos para conseguir una superficie
de pegado significativa, y de esta forma asegurar estructuralmente
el tanque incluso en esta última zona. Para crear este perfil de
fibra, utilizamos dos perfilerías metálicas protegidas con film de
plástico para asegurar el desmoldeado, entre las cuales hacemos un
“sandwich” de 3 capas de tejido cuadriaxial empapadas en epoxi. Una
vez polimerizadas, cortamos los sobrantes y despegamos sin mucho
esfuerzo. El pegado se realiza con masilla de epoxi que dejamos
justo nivelada con el cierre de esta última capa. Además de laminar
el cierre, lo cierto es que a través del gran registro hemos podido
laminar la parte interior, por lo que posiblemente si fabricáramos
de nuevo, no gastaríamos tanto esfuerzo en esta partida de
cerramiento final del tanque, que laminaríamos desde dentro por el
hueco del registro.
Mejorar la fabricación
Como la experiencia es un grado y con
el trabajo se aprende y se mejora, el tercer tanque ha sido
construido mejor y más rápido. Una vez laminado todo al exterior con
dos capas de tejido cuatriaxial, hemos procedido a cortar la tapa
que hará las veces de hueco de registro y una única sección
rectangular de uno de los lados dejando un borde de unos 5
centímetros. Por este gran corte es por dónde vamos a proceder a
laminar con 3 capas de cuatriaxial (12 capas en total de tejido) el
interior del depósito.
El tamaño de la pieza nos ha permitido
laminar todo el interior de forma fácil sin necesidad de hacer dos
cortes (como en los 2 primeros tanques) y al recortar dejando un
borde perimetral, no es necesario la fabricación en fibra y pegado
de un perfil angular para el cierre final del depósito. Por tanto
mejor construcción y sobre todo menor esfuerzo y mayor rapidez.
En este tercer tanque también hemos
implementado una modificación en la creación del marcho del
registro, creándolo integrado de una sola pieza con el laminado de
la cara superior del depósito. Mejor, más sencillo y más sólido.
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Registros y conexiones
De forma muy parecido hemos decidido
realizar el gran registro superior y su tapa también de fibra, a la
que van atornillados todos los machones y piezas de fontanería que
soportan las válvulas de entrada y salida así como el aforador. La
solución no podría ser mejor contra la oxidación. Estuve valorando
la fabricación del registro en Inox y otros materiales, y lo cierto
es que al final, en fibra ha resultado perfecto y nos hemos
ahorrado encargar el corte láser, soldadura TIG, además de otras
historias. La tapa del registro está fabricada con 5 capas de
cuatriaxial para conseguir un espesor de 8mm que ha resultado
perfectamente rígida y sólida para soportar los manguitos y
conexiones de valvulería.
En ella hemos instalado todos los
accesos del tanque, con una gran válvula de 1+1/4 de pulgada para
el llenado, una válvula de ½ pulgada para la ventilación y otra para
la salida del espadín de consumos que llega a 4 centímetros del
fondo del depósito. Hemos montado las dos válvulas de ½’’ en dos
planos verticales distintos para que la conexión de tubos no se
estorben entre sí durante la instalación y conexionado. En la tapa
también va atornillado el aforador equipado con boya. Este aforador
mide casi de un metro y por tanto los últimos 30 centímetros de cada
tanque quedan a modo de “reserva”.
El espadín a su vez tiene toda la
profundidad del tanque menos 4 centímetros que quedan como zona de
posible decantación por si el tanque recibe porquería en alguna
carga. Si en algún momento fuera necesario limpiar esa posible
decantación, en vez de llave de fondo de limpieza, preferimos
acceder a través de la llave de ventilación hasta el fondo mediante
una pipeta o en el peor de los casos podremos levantar el registro
para inspecciones o realizar limpiezas futuras.
Tanto el borde perimetral del
registro, como su tapa han sido fabricados laminando contra un
cristal protegido con film para que queden perfectamente planos y la
junta de goma de nitrilo del registro, selle a la perfección. Los
tornillos inox van encastrados y pegados con epoxi en el mismo marco
de fibra. Ojo, no se debe perforar mucho la profundidad del encastre
pues al atornillar y apretar la tapa, podemos llevarnos la tuerca
por tracción, y perder la estanqueidad. Cometimos este error que no
volveremos a hacer en futuros trabajos. La junta es recortada de una
lámina de goma blanda en nitrilo de 1mm de espesor, que hemos
adquirido en un proveedor industrial de gomas.
Finalmente para probar la
estanqueidad, llenamos el tanque con aire a presión (1,3 bares) y
cerramos las llaves esperando varias horas. Al abrir las válvulas,
comprobamos como aún tenemos la presión de aire introducida,
indicante que el tanque ha quedado perfectamente estando.
Cableado de aforadores y sistema de
medición
Entendemos que no tiene sentido
instalar un reloj de nivel para cada tanque puesto que son de
depósitos de almacenamiento, y por ello decidimos instalar un único
instrumento de medición, que sirve para medir el nivel de cualquiera
de ellos. Así montamos un pulsador eléctrico para cada tanque, de
tal forma que basta con pulsar cualquiera de estos botones, para
leer en el reloj, el nivel de combustible de ese tanque en
particular.
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