e-Magazine       Home         

Art. Barcos

Catálogo Boats

Ocasión

Financiación

Seguros

Megayates

InfoNáutic

Charter

Empresas

Motos Agua

Tienda

Eco-Náutica

Noticias

Regatas

Tablón

Club Fondear

     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     

 
 
   Volver Menú Infonautic
 
 

     
 

 

Construir un tanque laminado en Epoxi (3)

 

 

Afrontamos la construcción de los tanques en fibra de vidrio y epoxi para el combustible de nuestro barco, aunque también pudieran ser de agua.

 

Cómo elegir la forma definitiva? Decidir qué espesores utilizar? Qué herramientas necesitamos? cómo laminar?.... y lo más importante; cómo protegernos  durante la fabricación.

En los dos artículos anteriores hemos explicado porqué montar nuevos tanque o depósitos complementarios, para mejorar la autonomía de nuestro barco. También hablamos sobre la tipología de los tanques y topología de la instalación, y cómo mejorarla para mejorar las prestaciones de nuestro sistema de combustible.

En este artículo explicamos como crear la forma final del depósito para poder realizar el tanque exactamente a esas dimensiones y conseguir que encaje perfecto en el barco. Y por supuesto toca describir la forma en la que lo hemos construido el depósito, explicando cómo crear el registro para conseguir una perfecta estanqueidad.

Pero el paso previo a todo esto fue retirar del barco el viejo depósito, labor de por sí complicada y todo un reto pues el peso del tanque anterior era de 300 kilos y su forma imposible para salir, a no ser que cortemos la cubierta.

 

Diseñar la forma de los depósitos

La parte trasera de la ubicación de nuestros tanques de diesel, tiene forma redondeada, al seguir el arrufo del casco del velero. Por si esto fuera poco complicado, los mamparos entre los que van encajados los depósitos, de ninguna manera son paralelos entre sí, y al ir este espacio dividirlo en 3 tanques menores, necesitamos darles un ligera forma de cuña en sus caras verticales, para que encajen como un guante durante el montaje.

Además queremos aprovechar los refuerzos y varengas horizontales del casco, para que los tanques se apoyen en ellas y distribuya el peso y el esfuerzo en ellas y en la base del fondo en donde hemos instalado y montado un nuevo soporte.

 

 

En definitiva, la forma de cada tanque es diferente, única y definida a nuestras necesidades. Por ello elegimos el método de fabricación en fibra laminada con epoxi.

Lo primero que hacemos es crear unos patrones reales en forma y volumen, con piezas de cartón, para hacernos una idea del tamaño y las formas finales que van a tener estos nuevos depósitos. Cinta de embalar, cuter, cartones y bastante trabajo es lo único que necesitamos para, en un par de jornadas de trabajo, tener listo la forma definitiva de los tanques.

 

 

El siguiente paso consiste en transcribir estas formas, a unos depósitos de madera de contrachapado marino de 6 mm de espesor, cortadando pieza a pieza las diferentes caras,  para ir formando el volumen de cada tanque. Las piezas van poco a poco adoptando la forma que queremos que tenga el depósito final, pues una vez construido el tanque en madera “simplemente” lo vamos a forrar de fibra de vidrio tanto por fuera como por dentro, en una técnica conocida como "molde perdido". 

 

Hemos utilizado tablero fenólico marino de alta calidad de 6mm de espesor, para ir formando el tanque, con la forma y tamaño real que tendrán, en el mismo barco. Imposible modelarlos de otra manera.

 

 

Decidir espesores y resistencias estructurales

¿Cuantas capas de fibra por dentro? ¿Sandwith con pieles interior y exterior? ¿Qué tejido utilizar? ¿Qué espesor de fibra? ¿Poliester, Vinylester, Epoxi? ¿Pintar en epoxi o poliuretano para el acabado? ¿Cómo integrar el diseño del registro? ¿En el registro utilizar Inox o aluminio o Fibra?...

Si se consideran otros depósitos fabricados en fibra con una pared de 2 mm y otros 2 mm interiores es correcto pues el nucleo de contrachapado marino, además de dar forma ayuda de forma notable a la rigidez mecánica del tanque.

Pero antes de decidir cómo crearlo, fabriqué unos escantillones basándome en tejido cuatriaxial y algunas pruebas en biaxiales, para determinar su módulo de resistencia y el peso por metro cuadrado, para así determinar aproximadamente el peso final de los nuevos tanques.

 

Fabricamos varias muestras para evaluar y decidir las capas de tejido que formarán el depósito. Con el peso de cada escantillón, podemos deducir el peso por metro cuadrado y así aproximar el peso que tendrá finalmente cada tanque.

 

 

 

El tejido cuatriaxial es muy cómodo, pues de una sola "tacada" estamos laminando 4 capas de fibra de vidrio, cosidas entre sí, en los cuatro ejes direccionales (0º-180º,   45º-225º,   90º-270º,   135º-275º ). Es un tejido pesado pero al montar por ejemplo 3 capas de este material, realmente habremos laminado 12 capas de fibra de vidrio, creando una estructura de tanque muy resistente.

 

Al final preferimos darle 3 capas al interior y dos al exterior, para ganar en rigidez y resistencia estructural de los tanques, aunque con ello salgan un poco más pesados. Piel exterior de 2 capas de tejido en 4 ejes y revestimiento interior en 3 capas también de tejido cuatriaxial, con refuerzos en todos los bordes perimetrales del depósito.

Posiblemente mucho más de lo necesario y empleado en otros tanques de otros barcos, pero preferimos pecar en exceso de peso, aunque nos lleve también más trabajo, que quedarnos con la duda de si pudieran fallar en un futuro. El resultado ha sido algo más grueso de lo inicialmente previsto, quedando un sandwich de 4 + 6 + 5 milímetros y un peso por depósito de algo más de 50 kilos, lo cual es perfectamente manejable con ayuda de una persona y sobre todo... entran y salen sin problema del barco por la puerta principal!

 

 

Decidimos Epoxi a pesar del mayor precio, por ser una resina de muy alta calidad y producir pocos olores durante la fabricación, y ser totalmente inertes tras la polimerización, lo cuál les hace válidos incluso como tanques de agua dulce. El ratio de la mezcla es siempre el mismo y no depende de la temperatura de trabajo. Además no "apesta" toda la zona de trabajo, como si lo hace la resina de poliester.

Respecto al precio, al final en el computo global de fabricación, la diferencia es pequeña, máxime si en vez de comprar Epoxi de marca tipo West Marine y otras, buscamos un proveedor industrial que lo suministre en garrafas de 25 kilos.

 

 

¿Es adecuado el epoxi para construir un tanque de combustible?

Absolutamente. Para el diesel e incluso para contener gasolinas más volátiles y por supuesto para hacer tanques de agua o para tanques de aguas negras es también perfecto. Antes de lanzarnos a la aventura, previamente habíamos fabricamos un pequeño ejemplo de contenedor de epoxi, en la que pusimos gasolina (mucho más volátil y disolvente que el diesel) para probar que la resina permanecía sin sufrir ninguna reacción o reblandecimiento.

Dos meses después dimos por aprobada la prueba y cero problemas. El Epoxi elegido parece totalmente inalterable frente a los combustibles. ¡Manos a la obra!

 

Detrás de la flecha morada se encuentra el tanque de combustible viejo que tenemos que retirar del barco. Para acceder a él debemos desmontar toda la esquina del salón y hacer hueco para trabajar con comodidad.

 

Retirar los tanques viejos; Un infierno

Un trabajo tedioso que dependerá naturalmente de cada barco y del tamaño del tanque. Pero en nuestro caso, el trabajo fue simplemente… TERRIBLE…  O rompemos la cubierta, o hacemos un agujero al casco o bien cortamos el tanque in situ en cachitos… Y esta fue la opción elegida. Desguace desde el interior.

Lo primero es vaciar hasta la última gota de combustible, lo cual ya tiene cierta enjundia por la cantidad de garrafas necesarias. En segundo lugar, y no es tarea menor, toca desmontar la zona de salón o del barco para acceder a ellos de forma clara y sencilla. Esto que es muy obvio en los barcos de serie, en otros barcos lleva un buen trabajo y estudio previo, como fue nuestro caso. En tercer lugar toca hacer un registro o cortar una sección del tanque para garantizar que no hay nada de combustible y comenzar a sacar la porquería interior.

 

Una vez vaciado el tanque, nos toca desmontar parte del salón para dejar el acceso libre al tanque de combustible que vamos a trocear para sacar en cachos de menos de 20 kilos.

 

Recordemos que vamos a desguazar desde dentro y por tanto aunque se trate de gasoil que NO se inflama con las chispas de la radial, más vale estar bien seguros. El corte con radial genera mucho calor en la chapa, que debido a la cascada de chispas es trasladado al casco de fibra, y por ello es FUNDAMENTAL ir enfriando a medida que vamos cortando. Para ello debemos tener a mano trapos empapados de agua y un spray para bajar la temperatura si esta sube demasiado.

 

Comienza el troceado del tanque con radial. Se puede apreciar el notable espesor de la chapa de acero, incluso la utilizada en los mamparos interiores del tanque. Un montón de metros de corte y chispas.

 

Por supuesto, un trabajo de este tipo genera chispas y polvo por doquier. Por ello decidimos montar una cabina dentro del salón (en la zona donde está ubicado el tanque) para confinar la zona de “chispas” y polvo. Improvisamos un extractor de humos que genere una presión negativa dentro de la cabina y así “casi” todo el polvo y humos generados salgan del barco, sin invadir el resto del barco, camarotes y zonas del velero.  El montaje de la cabina fue laborioso, pero la verdad es que resultó ser una buena idea, pues verdaderamente conseguimos confinar la “zona cero” de la obra de desguace.

 

Fabricar la cabina lleva unas cuantas horas de trabajo,  pero evitaremos poner el salón hecho un asco. En la pared de cartón del lateral izquierdo, vemos un tubo de extracción también fabricado en cartón que conduce a un extractor situado al exterior y permite crear una presión negativa dentro de la cámara de trabajo. De esta manera logramos una circulación de aire desde el salón a la cabina de protección y desde la cabina hacia el exterior, que arrastre todo la suciedad generada.

 

Se trata de un trabajo “indigno”, para el que hay que protegerse con un mono de trabajo, dobles guantes, respirador, cascos para los oídos y por supuesto gafas contra las chispas. Preparado y protegido con tan peculiar disfraz de astronauta, hay que armarse de valor y comenzar a cortar piezas a diestro y siniestro. Labor de 3 jornadas algo desagradables y agotadoras, en las que fuimos recortando la chapa de acero dulce de 4 y de 5 mm, impregnada de chapapote en sus caras interiores. Asqueroso, si. Pero poco a poco, conseguimos retirar todo el tanque.  En total unos 300 kilos de herrumbre esperando en la cubierta su camino al chatarrero.

 

 

Herramientas necesarias para fabricar tanques nuevos

Vamos a cortar mucha fibra de vidrio de bastante gramaje, al tratarse de tejido cuatri-axial, y aunque unas tijeras de sastrería podrían valer, hubiéramos acabado con los dedos agarrotados y las manos lastimadas. Es muy acertado hacerse con unas tijeras eléctricas que podemos conseguir en AliExpress por 20 o 30 €. Me parecieron tan cómodas, funcionales y económicas que acabé comprando otra de repuesto. Por supuesto nunca más, volveré cortar fibra de vidrio a mano. Se trata de una de las herramientas del todo imprescindibles para trabajar con tejidos tanto de vidrio, como kevlar o carbono.

 

 

En cuanto a lijadoras, la de banda del tipo mostrado en la imagen (Makita por supuesto) es otra herramienta que debemos tener a mano, por su versatilidad. Siempre hay que acabar lijando imperfecciones y con la fibra necesitamos una máquina que muerda de verdad, sin levantar las nubes de polvo de fibra de vidrio (muy perjudicial) que genera por ejemplo una radial equipada con disco multi-hojas. Se puede (y se debe) conectar a un aspirador de taller (además del extractor), para minimizar el polvo de fibra que SIEMPRE obligarnos a llevar respirador al utilizarla (especialmente en un espacio cerrados). También son útiles muy interesantes la lijadora por vibración equipada con una base triangular y una lijadora oscilo-orbital para regularizar superficies si fuera necesario.

 

 

Los taladros de mano son fundamentales para la fijación de los tornillos en el molde madera contrachapada, o para la fabricación del registro del depósito o muchos otros trabajos con brocas tornillos y fresas. Si tiene varios mejor, pues así no tendremos que andar cambiando de brocas y puntas Phillips con cada tornillo trabajado.

 

 

Además del tejido cuatriaxial (muy cómodo al laminar de golpe 4 capas de tejido) y la resina epoxi, vamos a necesitar una pequeña balanza digital para hacer bien las mezclas, y tejido pelable “Peelply”, que también considero imprescindible para rematar los bordes y las esquinas de cada zona que vamos laminando. Y por supuesto acetona, líquidos de limpieza, trapos (un montón), envases para hacer las mezclas y muchos guantes de nitrilo para llevar las manos siempre protegidas.

 

El tejido pelable (Peal-ply) es una tela de nylon que se aplica encima del laminado con la resina recién aplicada y se retira sin problemas una vez finalizada la polimerización. Es del todo fundamental para lograr que el cuatriaxial se adapte a la forma del tanque, especialmente en los ángulos y esquinas más forzadas.

 

Protégete; material de seguridad

No es lo mismo pegar una pequeña pieza con epoxi, que mezclar 50 kilos de resina, durante diferentes jornadas de trabajo. Por ello es del TODO fundamental protegernos debidamente, y para ello debemos llevar ropa que nos proteja del polvo de fibra y de las manchas de resina que inevitablemente recibiremos. Cuando laminemos piezas grandes y frotemos las manos contra los paños de fibra empapados en epoxi, para extraer las burbujas de aire, es muy probable que los guantes de nitrilo se rasguen y por ello en algunos trabajos es normal trabajar con doble guante uno encima del otro.  

 

 

 

Tip 5: Doble guante... Doble color

Al final he decidido utilizar siempre DOBLE capa de guantes de nitrilo pero de DISTINTO color, para así, detectar rápidamente, cuando la capa exterior se ha estropeado y toca operación de cambio.

Como vamos a consumir guantes a toda velocidad, lo mejor es comprar a buen precio en Temu o Aliexpress varias cajas de 100 unidades y en distintos colores.

Con las manos bien protegidas podremos coger los paños empapados en epoxi y colocarlos según vaya tocando en las distintas zonas de laminados. Las manos son la herramienta perfecta para apretar y extraer las burbujas de aire que quedan entre las capas de tejido. Hemos probado con el rodillo de arandelas, pero... Por ello debemos utilizar doble guante y trabajar sin miedo a pringarnos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Construir un tanque laminado en Epoxi (4)

 

Si necesitamos hacer un tanque auxiliar o sustituir uno en mal estado, en este artículo descubrimos todos los detalles para su realización en fibra de vidrio, laminada con epoxi.

 

Cómo se hacen los laminados? Cómo cerrarlos tras montar el interior? Cómo hacer los registros y conexiones del depósito? Qué aforadores utilizar?.... y cómo fijarlos en el barco.

 

Ya sabemos que la resina de epoxi no huele lo mismo que el poliéster, pero aunque casi no la percibamos, se producen vapores orgánicos que irritan y pueden ser peligrosos, especialmente en lugares poco ventilados. Por ello debemos preparar el local de trabajo y montar una buena ventilación. Durante los momentos en los que laminemos bastantes metros cuadrados de tejido, utilizar máscara de protección contra vapores orgánicos.

Si nos manchamos, aunque estemos acostumbrados a utilizar acetona, debemos en la medida de lo posible evitar el contacto con la piel, pues ésta efectivamente disuelve el epoxi, pero la acetona puede hacer de vehículo o vector hacia el interior de la epidermis. Es mejor utilizar productos de limpieza específicos no tan irritantes y cuando nos manchemos de epoxi (lo cual es inevitable), lavar la piel con agua templada y jabón, pues el epoxi se acaba diluyendo y limpiado de esta sencilla manera.

Y al lijar, (que lijaremos), es del todo obligatorio protegerse en las vías respiratorias y todo lo que podamos, contra el nefasto polvo de fibra de vidrio que se desprende durante el uso de cualquier lijadora.

Es muy importante disponer de aspirador o mejor aún, varios aspiradores conectados a las distintas maquinas de lijado para minimizar la cantidad de polvo dañino volando por el ambiente.

El uso de un traje de protección integral como el utilizado por los pintores es finalmente lo más cómodo y sensato, y aunque nos de pereza, debemos utilizarlo cada vez que vamos a avanzar en la obra. De otra forma acabaremos con todo pringado de epoxi y lo que es peor con partículas minúsculas de fibra de vidrio que acaban siendo extremadamente irritantes en la piel.

A pesar de utilizar doble guante, las chispas llegan a quemar la protección de doble guante de nitrilo y tejido. Tuvimos que utilizar otros guantes de cuero para no acabar con las manos quemadas por las chispas debido al corte de la radial!

 

Manos a la obra y laminados

Antes de desmontar una de las dos tapas laterales grandes para poder acceder cómodamente al interior y por tanto, poder hacer los laminados internos que forman parte estructural del depósito y aseguran la estanqueidad, hay que hacer la laminación exterior para que el depósito conserve exactamente esta forma, que cuidadosamente hemos probado en el barco “in-situ”.

Si desmontamos una de las tapas laterales antes de hacer la laminación exterior, perdemos la forma al deformarse la estructura de maderas, por no estar armado más que con pequeña tornillería sin ningún pegado o armado con fibra de vidrio. Aprendimos de este primer error para los siguientes tanques totalmente laminados por fuera y luego cortado una tapa lateral a modo de mega registro, para dar acceso y poder realizar el laminado interior.

Aunque los tanques son de tamaño mediano, hemos querido construirles, en su mitad vertical, un mamparo estructural intern, que mejore la rigidez mecánica del tanque y evite, en alguna medida, el desplazamiento de líquidos en su interior. Los huecos del mamparo interior son, a pesar de todo bastante generosos, con la intención de poder acceder con comodidad a todos sus rincones a través del registro para posibles futuras limpiezas o mantenimientos.

Una vez definida la forma del mamparo interior (Conocido como “Bafle” en terminología anglosajona), transcribimos la forma del cartón con un rotulador, sobre una madera que hemos forrado con film fino de embalaje o film de cocina. Vamos pintando la forma final que tendrá el mamparo y sobre dónde vamos a laminar el tejido que conformará el mamparo.

Estos mamparos han sido construidos enteramente en fibra de vidrio (sin sandwich de madera) de un espesor de 6 milímetros, y formados a partir de tiras de tejido cuatriaxial que una vez empapadas en epoxi y laminadas, ajustamos sobre el film para que encajen con la forma predefinida. Al día siguiente y gracias al film, el mamparo en “bruto” se despega solo y cortamos y lijamos hasta que tenga la forma exacta para que encaje en la mitad vertical del tanque (¡protección por favor!). El mamparo acabado es pegado con masilla de epoxi que hemos fabricado mezclando resina con un polvo que aumente la viscosidad de la mezcla hasta dejarla con la consistencia de una mantequilla (tixotrópico). Una vez pegado, vienen varias tiras de fibra para reforzar el mamparo a la estructura del depósito, laminando en todo su perímetro.

La tapa que cierra el tanque, una vez laminado también en su interior, está cortada en dos, de forma que su mitad inferior puede ser laminada cómodamente con el tanque abierto. Antes de cerrar la tapa superior, fabricamos una moldura o perfil en “L” que pegamos y laminamos para conseguir una superficie de pegado significativa, y de esta forma asegurar estructuralmente el tanque incluso en esta última zona. Para crear este perfil de fibra, utilizamos dos perfilerías metálicas protegidas con film de plástico para asegurar el desmoldeado, entre las cuales hacemos un “sandwich” de 3 capas de tejido cuadriaxial empapadas en epoxi. Una vez polimerizadas, cortamos los sobrantes y despegamos sin mucho esfuerzo. El pegado se realiza con masilla de epoxi que dejamos justo nivelada con el cierre de esta última capa. Además de laminar el cierre, lo cierto es que a través del gran registro hemos podido laminar la parte interior, por lo que posiblemente si fabricáramos de nuevo, no gastaríamos tanto esfuerzo en esta partida de cerramiento final del tanque, que laminaríamos desde dentro por el hueco del registro.

 

 

Mejorar la fabricación

Como la experiencia es un grado y con el trabajo se aprende y se mejora, el tercer tanque ha sido construido mejor y más rápido. Una vez laminado todo al exterior con dos capas de tejido cuatriaxial, hemos procedido a cortar la tapa que hará las veces de hueco de registro y una única sección rectangular de uno de los lados dejando un borde de unos 5 centímetros. Por este gran corte es por dónde vamos a proceder a laminar con 3 capas de cuatriaxial (12 capas en total de tejido) el interior del depósito.

El tamaño de la pieza nos ha permitido laminar todo el interior de forma fácil sin necesidad de hacer dos cortes (como en los 2 primeros tanques) y al recortar dejando un borde perimetral, no es necesario la fabricación en fibra y pegado de un perfil angular para el cierre final del depósito. Por tanto mejor construcción y sobre todo menor esfuerzo y mayor rapidez.

En este tercer tanque también hemos implementado una modificación en la creación del marcho del registro, creándolo integrado de una sola pieza con el laminado de la cara superior del depósito. Mejor, más sencillo y más sólido.

 

 

Registros y conexiones

De forma muy parecido hemos decidido realizar el gran registro superior y su tapa también de fibra, a la que van atornillados todos los machones y piezas de fontanería que soportan las válvulas de entrada y salida así como el aforador. La solución no podría ser mejor contra la oxidación. Estuve valorando la fabricación del registro en Inox y otros materiales, y lo cierto es que al final, en fibra ha resultado perfecto y nos hemos ahorrado encargar el corte láser, soldadura TIG, además de otras historias. La tapa del registro está fabricada con 5 capas de cuatriaxial para conseguir un espesor de 8mm que ha resultado perfectamente rígida y sólida para soportar los manguitos y conexiones de valvulería.

En ella hemos instalado todos los accesos del tanque, con una gran válvula de 1+1/4 de pulgada para el llenado, una válvula de ½ pulgada para la ventilación y otra para la salida del espadín de consumos que llega a 4 centímetros del fondo del depósito. Hemos montado las dos válvulas de ½’’ en dos planos verticales distintos para que la conexión de tubos no se estorben entre sí durante la instalación y conexionado. En la tapa también va atornillado el aforador equipado con boya. Este aforador mide casi de un metro y por tanto los últimos 30 centímetros de cada tanque quedan a modo de “reserva”.

El espadín a su vez tiene toda la profundidad del tanque menos 4 centímetros que quedan como zona de posible decantación por si el tanque recibe porquería en alguna carga. Si en algún momento fuera necesario limpiar esa posible decantación, en vez de llave de fondo de limpieza, preferimos acceder a través de la llave de ventilación hasta el fondo mediante una pipeta o en el peor de los casos podremos levantar el registro para inspecciones o realizar limpiezas futuras.

Tanto el borde perimetral del registro, como su tapa han sido fabricados laminando contra un cristal protegido con film para que queden perfectamente planos y la junta de goma de nitrilo del registro, selle a la perfección. Los tornillos inox van encastrados y pegados con epoxi en el mismo marco de fibra. Ojo, no se debe perforar mucho la profundidad del encastre pues al atornillar y apretar la tapa, podemos llevarnos la tuerca por tracción, y perder la estanqueidad. Cometimos este error que no volveremos a hacer en futuros trabajos. La junta es recortada de una lámina de goma blanda en nitrilo de 1mm de espesor, que hemos adquirido en un proveedor industrial de gomas.

Finalmente para probar la estanqueidad, llenamos el tanque con aire a presión (1,3 bares) y cerramos las llaves esperando varias horas. Al abrir las válvulas, comprobamos como aún tenemos la presión de aire introducida, indicante que el tanque ha quedado perfectamente estando.

 

Cableado de aforadores y sistema de medición

Entendemos que no tiene sentido instalar un reloj de nivel para cada tanque puesto que son de depósitos de almacenamiento, y por ello decidimos instalar un único instrumento de medición, que sirve para medir el nivel de cualquiera de ellos. Así montamos un pulsador eléctrico para cada tanque, de tal forma que basta con pulsar cualquiera de estos botones, para leer en el reloj, el nivel de combustible de ese tanque en particular.

 

 

    Artículos relacionados:

      - ¿Cambiamos el depósito? 1

      - Filtrado diesel y Estaciones de Bombeo

      - Llenar el depósito de gasolina; lo que ha de saber

      - Purgar el motor diesel

      - Los microbios se comen mi gasoil

      - Aditivos en mi combustible

      - El diesel siempre a punto

    

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

Tel: +34 91-6319190        info@fondear.com 


© Copyright    Fondear, S.L.