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¿Cambiamos el depósito?  (2)

  • Qué material utilizar para el depósito.

  • Qué es el Polishing

  • Montar una estación de bombeo

 

Si hemos tomado la decisión de cambiar el tanque,  o quizás montar uno auxiliar para mejorar la autonomía, habremos de elegir el material, su forma y dimensiones.  En nuestro caso deseamos montar varios tanques para poder trasladar combustible entre ellos. Y opcionalmente podremos filtrar el combustible durante su trasiego. 

En la primera parte del artículo, expusimos las necesidades de cambiar los depósitos de combustible por estar en muy mal estado. Dependiendo del tipo de barco y el nivel de equipamiento y su eslora, se deben plantear diferentes soluciones.  Hay aficionados que aún teniendo el tanque y distribución de combustible en buen estado, desean ampliar la autonomía montando tanques auxiliares. De esta forma evitamos esas "fotos" de veleros con decenas de  garrafas de diesel estibadas en cubierta casi de cualquier manera.

 

 

Micro-filtración;  ¿Qué es el “polishing”?

Interesante término anglosajón, que hace referencia al filtrado del combustible, cuando este pasa por un filtro de 2 o 5 micras. Se trata de un micro-filtrado que traduciríamos por “pulido” o recuperación del diesel en mal estado.

En muchos casos, el sistema de esquema de filtrado deja el combustible filtrado en el mismo depósito del que salió, como es el caso del esquema de la imagen. En nuestro caso la estación de bombeo permite hacer esto, o elegir un destino distinto, para que el filtrado sea más efectivo y rápido.

Lo primero que tuvimos que afrontar en nuestro barco, es retirar las decenas de litros de combustible en mal estado, que aún llevábamos en los tanques. Y vaciar varios cientos de litros de diesel puede llegar a ser una tarea intimidante. Hay que hacerse con numerosas garrafas de 20 litros y bombear o vaciar por gravedad, lentamente todo, hasta dejar el barco seco. Lentamente, pues con tanta suciedad y lodos acumulados, la salida del colector era un fino y lento hilo de combustible hacia las garrafas. Muchas horas de lento y tedioso “sangrado”.

Una vez bajadas a tierra, te encuentras con el dilema de qué hacer con tanto diesel en mal estado. Te toca o bien llevarlo a un punto limpio, o intentar recuperarlo y hacer “polishing” con todo ese diesel. Aunque económicamente no tuviera sentido, decidí montar una estación de micro-filtrado en el taller, para experimentar sobre el asunto y poderlo transmitir las conclusiones.

Dicho y hecho. Aprovechamos una vieja caja de madera, para montar una estación de filtrado, junto con una simple garrafa de agua del “Carrefour” adaptadas con una válvula de decantación, una bomba de combustible, varios tubos de trasiego y por supuesto un filtro tipo "Parker". Al final, y a cambio de unas pocas decenas de euros, logramos recuperar algunos cientos de litros de diesel.

La primera conclusión que me sorprendió es que la bomba impulsora es prescindible a poco que montemos el vaso de decantación (la garrafa del Carrefour de la izquierda) a por ejemplo, un metro de altura de la entrada del filtro Parker. Es decir, se necesita muy poca presión en el circuito, para que el diesel atraviese el micro-filtro y circule a la garrafa de “limpios” (a la derecha de la foto).

Con este sencillo esquema de decantación y filtrado, pudimos recuperar prácticamente todo el diesel sacado del barco. Un completo éxito que me permitió llenar el depósito del coche un montón de veces, durante varios meses, y circular con este diesel reaprovechado, sin ningún problema...

 

 

 

Tip 3: Reaprovechar el combustible  

Contrariamente a lo que pudiera parecer, basta muy poca presión para que el diesel circule a través de un filtro Parker muy fino de solo 5 micras. Si montamos una bomba en medio del circuito, el flujo será más rápido, pero solamente con gravedad podemos montar una estación de filtrado de forma muy económica. Basta situar el recipiente de decantación que alimenta al filtro un metro por encima de la entrada del filtro "parker".

Al verter desde las garrafas, el combustible a depurar hacia el vaso de decantación, notaremos como el agua y las impurezas ya están en su mayoría decantadas en el fondo de las garrafas y al verter el combustible, observamos que la mayoría del diesel de la garrafa está bastante limpio.

En cuanto empezamos a notar el diesel “malo”, paramos y continuamos con otra garrafa. Todos los posos de las distintas garrafas han sido sumados en otra garrafa final,  para hacer una última decantación del agua y las mayores impurezas.

El Diesel ya decantado del agua, y micro-Filtrado, puede ser realimentado perfectamente al nuevo depósito del barco. En la imagen vemos como preparar un tapón de garrafa, con una boquilla de salida y un tubo de soplado, para facilitar la transferencia del combustible hacia el depósito. El truco es montar un espadín desde la toma de salida que llegue hasta el fondo de la garrafa.

El tubo de plástico de salida debe ser un palmo más largo que la boca de llenado para que, una vez iniciado el vaciado de la garrafa, soplando para forzar la salida del diesel de la garrafa, la columna de combustible haga sifón y el vaciado de la garrafa continúe por sí mismo sin tener que continuar soplando e inyectando aire.

 

 

Divide y vencerás

Cambiar un tanque de 1.000 litros por 3 tanques de 330 litros tiene la enorme ventaja de poder dejar 2 de ellos cerrados y sin uso, reservados, para ser utilizados SOLO en caso de largas travesías. De esta manera el tercero es el único que llenamos teniéndolo casi siempre lleno sin posibilidad de condensar agua y dejando los otros dos totalmente cerrados incluso en la salidas de sus ventilaciones.

 

 

Además, los trabajos de instalación de los tanques, (y en un futuro para hacer mantenimientos), o para tener que desmontar o retirar para una futura posible y no esperada limpieza, serán más sencillos en un tanque de pequeñas dimensiones. No es lo mismo un gran tanque de acero cuyo peso vacío es de 300 kilos, imposible de mover y cuyo volumen impide ser retirado del barco, a 3 tanques de tamaño mediano, fabricados en fibra de vidrio, cuyo peso individual es de "solo" 50 kilos y que salen por la puerta del salón sin complicaciones. Nada que ver…

 

 

 

Tip 4 ¿Reparar o comprar nuevo? 

 

Siempre es mucho más fácil reparar que sustituir. ¿Arrepentidos? No. En nuestro barco, el sistema de alimentación de combustible estaba realmente “mal ideado” y además nos venía bien una reorganización y mejora en el esquema de combustible.

Pero en otros casos, es muy probable que una reparación por complicada que sea, resulte más sencilla que rehacer todo desde cero. Abrir un registro y meter mano a un depósito desde el interior, con un chorro de agua muy caliente para limpieza, es a veces muy complicado, desagradable y difícil. Pero aún con todo, el trabajo será MUCHO menor, a la opción de hacerlo todo nuevo.

Por ello, si ve la posibilidad de meterle mano al tanque, y reparar a través de un gran registro y desde fuera, este puede ser el camino más adecuado… Aunque no ha sido nuestro caso…

El otra camino que tiene toda la lógica del mundo, es comprar un tanque rotomoldeado ya fabricado de medidas standars. Será  más barato a la opción de fabricarlo y ahorraremos todo el trabajo de fabricación, aunque se adapte peor y desaprovechemos espacio.

 

 

Extracción por gravedad o mediante un espadín

Muchos  tanques antiguos tiene las salidas a consumos en su parte inferior, lo cual parece lógico, tiene sentido y es más sencillo. Pero también es más comprometido en caso de fallo del circuito de alimentación, tubos, válvulas o conducciones. Lo mejor es que el depósito SOLO tenga salidas y entradas por su cara superior, de modo que de forma natural NO pueda tener ninguna pérdida por conexiones o racores.

 

 

Una buena práctica consiste en unificar todas las entradas y salida del tanque en una única placa que se atornille a la parte superior del tanque y que a su vez nos valga de registro para comprobar o poder acceder al interior del tanque en caso necesario.

Es sorprendente la cantidad de tubos que puede llegar a tener un tanque; Una entrada de gran diámetro (normalmente 35 a 50 mm) para el llenado, Una salida para que pueda entrar y salir el aire desplazado al llenarse el tanque o durante su vaciado, una entrada para el diesel que retorna del motor o varios retornos para los diferentes motores, y que pueden agruparse en una única boca de retornos, un registro para el aforador, y naturalmente, la salida de diesel para los consumos de motores, generador o calefacción.

 

 

Si elegimos la buena opción de extraer por arriba, este tubo llamado "espadín", debe llegar hasta el fondo del tanque (deep-tube en inglés). A la salida de este espadín y dependiendo de la instalación podemos o no instalar una perilla en serie con el circuito de salida, y con dos válvulas de Bypass, para poder cebar el circuito cuando tengamos el tanque vacío o cuando sea necesario cebar el circuito por la circunstancia que fuera.

 

Al cerrar la llave, podemos apretar la perilla para forzar el cebado del circuito de alimentación de combustible. Luego volveremos a abrir la llave, para permitir la circulación libre del combustible.

 

Montar una estación de bombeo

Cuando tenemos varios depósitos y tenemos que hacer trasiegos de combustible entre ellos, debemos contar con una bomba que permita el bombeo de combustible. Si además de la bomba utilizamos unas cuantas válvulas y conexiones entre ellas, hablemos montado una estación de bombeo.  Si tenemos un "daily tank" y/o varios tanques, debemos montar una estación de bombeo, a la que además podemos montar un filtro para poder tener opción de filtrar el líquido durante estos trasiegos de combustible.

 

 

En nuestro caso hemos instalado un nuevo tanque de uso diario (Daily), que desde él hacia abajo funciona como en la mayoría de instalaciones de combustible de la mayoría de los barcos. La “gracia” de nuestra instalación es que el tanque de uso diario se comporta como el tanque de cualquier barco, y que podemos llenar a voluntad a partir de los nuevos tanques de almacenamiento (3 en babor y 3 en estribor).

De esta manera podemos “jugar” con las válvulas de la estación de bombeo que hemos diseñado y construido, y decidir cómo vamos a trasladar diesel para llenar el tanque de uso diario o para transferir diesel entre diferentes tanques de almacenamiento y a su vez pudiéndolo o no pasar a través de un microfiltrado en caso necesario, si se detectaran impurezas.

En otro artículo hablaremos en detalle, sobre cómo diseñar y fabricar una estación de bombeo para nuestro barco, con todo lujo de detalles. Por ahora basta con explicar que la estación nos permite llevar diesel desde cualquiera de los tanques de babor o de estribor hacia el tanque de uso diario, o hacer trasiegos entre tanques de babor a estribor y vice-versa, para poder transferir lastre o para depurar un combustible entre otras ventajas.

Naturalmente hemos montado aforadores tanto en el tanque de uso diario, así como en los tanque de almacenamiento, para poder controlar los consumos y el combustible que nos queda.

 

Elegir el material del tanque

Al diseñar un tanque de combustible tendremos que tener en cuenta diversas  consideraciones, como son el tamaño y la forma del depósito. Debemos  prever la realización de registro para inspección interior y poder hacer futuros mantenimientos, los anclajes para que queden bien fijados en el barco, y sobre todo definir el material empleado para su construcción.

Aluminio, acero al carbono, acero inoxidable, plástico roto-moldeado, HDPE, fibra de vidrio, o composites. Cada uno con sus ventajas y desventajas, aunque dentro de estos materiales hay claros ganadores.

El aluminio se utiliza en náutica para todo, desde barcos enteros hasta pequeños elementos o sistemas. Es un material ligero, resistente, fácil de trabajar, no hace chispas al ser cortado o lijado, y resistente a la corrosión. Los tanques de aluminio deben ser realizados en aleaciones de la serie 5.000. Como mínimo debemos usar espesores de 4mm aunque mejor en 5 ó 6 milímetros dependiendo de la forma, tamaño y mamparos interiores. Si el tanque va a ser instalado en sentinas o lugares propensos a la oxidación es mejor asegurar espesores de 6mm, pues una chapa de 3 ó 4, en cuanto reciba una fuerte corrosión, producirá pérdidas antes de que podamos corregir los problemas.

 

 

Una vez acabado, algunos fabricantes de tanques de aluminio ofrecen una protección exterior en pintura de epoxi para alargar su vida. Si un tanque de aluminio queda sumergido continuamente en agua en una sentina estará mucho más expuesto a corrosión que si está en un lugar seco. Debemos prestar atención a los elementos de sujeción y otras piezas metálicas en contacto con un tanque de aluminio, pues produciría una corrosión galvanica que puede afectar rápidamente a la integridad del depósito (codos de bronce atornillados, pletinas de acero para fijaciones, etc…)

En definitiva… existen otros materiales mejor adaptados para diseñar un tanque, y aunque hay barcos que vienen de serie con tanques de aluminio, es preferible evitarlo tanto para el combustible, como para el agua dulce.

 

 

Tanque de acero dulce. Muy utilizado hace varias décadas, es un material totalmente inadecuado en los tiempos actuales. Por desgracia es el material del que están hecho los tanque que estamos rehaciendo en nuestro barco, y podemos comprobar con las fotos expuestas, como la oxidación los ha destrozado con el paso del tiempo. Un goteo continuo por un fallo de sellado en la cubierta acabará con el tanque, aunque éste sea de chapa de 4 ó 5 milímetros de espesor. Un tanque como el nuestro de un metro cúbico en chapa de 4 mm y refuerzos en 5 con sus sólidos y sobredimensionados mamparos interiores alcanza un peso exorbitado, lo cual es un desastre tanto para las prestaciones de cualquier barco, como para su instalación o mantenimiento. En nuestro caso 300 kilos de hierro podrido que tuve que cortar con muchísimo esfuerzo, a base de radial como ya explicaremos más adelante.

Las ventajas del acero es su dureza y bajo coste tanto de material como de fabricación. Permite crear con sencillez tanques de cualquier tamaño y cualquier forma que se adapten a los espacios y huecos que tengamos disponible en el barco. Si están bien protegidos y pintados tanto en el exterior como en el interior pueden durar muchos años, pero en cuanto esta capa de aislamiento falle, tendremos un problema serio de oxidación. La protección exterior es importante para evitar corrosión en caso de humedad dentro del barco o goteos interiores de agua filtrada desde la cubierta al llover.

Pero la protección interior es también importante pues aunque el diesel, como un "aceite mineral" protege frente a  la oxidación, la realidad es que los tanques pasan temporadas medio vacíos y en esta situación el metal está expuesto a la humedad interna del ambiente, produciendo la oxidación de la pared interior, con desprendimiento de escamas de oxido de hierro y atrapando suciedad que contaminará el combustible. En definitiva, aunque se emplee comúnmente en buques comerciales y sea barato, su uso es un desastre especialmente si lo comparamos con los materiales actualmente disponibles.

 

Esta es la chapa recortada de nuestro tanque de acero. Los iniciales 5 milímetros de espesor, en algunas zonas solo quedan 1,5 milímetros debido a la corrosión del acero

 

Reparar un tanque de hierro en mal estado, haciendo una exhaustiva limpieza y protegiéndolo con resinas es “comida para hoy y hambre para mañana”. Se puede hacer, pero con el tiempo cualquier punto minúsculo creará un nodo de oxidación dando problemas a la larga. No vale la pena.

Sin embargo, el acero Inox de tipo 316 es aceptado en la industria desde hace algunos años y permite crear tanques de larga duración pero es más difícil de trabajar que el acero al carbono. Su soldadura es más sencilla que la del aluminio pero puede con el tiempo crear poros de difícil corrección. En definitiva es un buen material para creación de tanques, pero con el paso del tiempo puede llegar a dar problemas.

El polietileno del alta densidad es un excelente material tanto para los tanques de agua como para los de combustible. Totalmente inerte e inalterable por oxidación y además muy resistentes mecánicamente. Se puede adquirir en planchas de distintos espesores para cortar y crear las formas rectas que necesitemos. El único problema del HDPE es la construcción de tanques por termo-soldado. Para unir distintas piezas de HDPE es necesario adquirir una máquina costosa y desarrollar una buena técnica que no se aprende en 3 días,  hasta conseguir buenos resultados. Por supuesto no descarto probarlo en un próximo futuro…

 

 

El polietileno roto-moldeado es el mismo material introducido fundido en un molde giratorio que permite conseguir tanques en grandes tiradas de producción todos iguales, como ocurre por ejemplo, con los típicos tanques rojos de combustible para los motores fueraborda o los tanques de distintas medidas estándar de formas paralelepípedas.

 

Tanque de fibra de vidrio

Lo bueno de este material es que no requiere complicadas herramientas para su elaboración. La fibra de vidrio requiere algunas técnicas de elaboración que explicaremos más adelante, y trabajamos igual que haríamos para reparar o construir un casco de FRP. La fibra permite diseños y creaciones de cualquier forma y tamaño. Es posible crear mamparos interiores en fibra para mejorar la resistencia mecánica frente a esfuerzos y cargas estructurales y lo mejor…. es extremadamente longevo y resiste por unidad de peso más que todos los materiales. y por supuesto es completamente inerte a cualquier oxidación o deterioro en ambiente marino…

Como puede usted imaginar, es el material que finalmente elegimos, laminado con resina epoxi de la cual también hablaremos más adelante, y una muy dedicada y elaborada laminación en sandwich. Y es que para hacer un tanque de fibra existen varios métodos interesantes. Desde utilizar un molde que disolveremos con acetona una vez acabada la laminación, hasta hacer un molde con todas sus consecuencias.

Pero existe un método conocido como “molde perdido” con el que obtenemos una estructura en sandwich muy resistente, y totalmente impermeable. Este es el método de trabajo utilizado para realizar nuestro tanques.

La utilización de resinas de epoxi, aún siendo más cara que el poliéster o vinylester, es muy cómoda de trabajar y además no apesta el taller de trabajo aunque debemos seguir protegiéndonos y utilizar medidas de seguridad. Al no dejar ningún olor en el producto acabado, permite la realización de tanques de almacenamiento de agua dulce en calidad alimenticia.

 

 

 

Tip 5:  ¿Un depósito estándar?

Si en su barco se puede montar CUALQUIER tamaño de depósito de tipo paralelepípedo, de los que se pueden adquirir fabricados en plástico roto-moldeado, no lo dude. Ese es el camino más lógico. Coste reducido, esfuerzo mínimo y rapidez de instalación asegurada. En estos tiempos se pueden conseguir tanque de polietileno roto-moldeados, incluso con registros en su tapas superiores  (lo cual antes era imposible). Este ha sido el tipo de tanque que hemos escogimos para hacer las veces de tanque de uso diario (daily tank).

Pero incluso si es posible juntar varios tanques de plástico roto-moldeados, para intentar aprovechar lo mejor que se pueda el espacio, la solución será mucho más rápida y requerirá un esfuerzo mínimo, comparado con el pedazo de “obrón” al que nos enfrentamos y descubriremos en el próximo artículo, en que explicaremos de forma pormenorizada, cómo fabricarlos.

 

 

 

 

 

 

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