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Revolución eléctrica


 

Una solución adoptada desde hace años en grandes buques y yates de superlujo de grandes esloras, a partir de 50 metros, pero que poco a poco van abriéndose camino en los barcos de recreo. Los sistemas de propulsión que combinan la electricidad con los generadores diesel.

La idea data de principios de siglo, cuando en 1917 se construyeron barcos de guerra con este tipo de propulsión. Durante la segunda guerra mundial fueron muchos los barcos que adoptaron estos sistemas, y en total se llegaron a construir unas 300 barcos dotados de potentes motores eléctricos alimentados por generadores diesel.

Una de sus principales ventajas reside en la flexibilidad de la instalación ya que el motor eléctrico ocupa muy poco y el generador que produce la corriente eléctrica necesaria para su funcionamiento puede ser ubicado donde mejor convenga. Los pesados generadores pueden colocarse en los sitios más bajos de la embarcación lo cual mejorará la estabilidad y en donde no estorben para la distribución de cabinas, o donde se oigan menos.

Los”pequeños” motores eléctricos Azipod permiten el giro completo y por tanto una maniobrabilidad inmejorable.

Los motores eléctricos ofrecen una potencia una curva de potencia muy constante y además una respuesta instantánea lo cual se traduce en prestaciones muy altas; mucha maniobrabilidad del barco, bajos niveles de vibraciones, y bajos niveles de ruido. Por si fuera poco, los niveles de consumo conseguidos son bajos y el mantenimiento también queda muy facilitado ya que la vida de los motores eléctricos es muy elevada, y los generadores diesel pueden ser fácilmente controlados al estar situados en lugares más accesibles y por tanto se abaratan los costes de uso.

En estas instalaciones se adopta el principio de “estación de potencia” gracias a la cual la energía eléctrica generada para alimentar a los motores de propulsión también es utilizada para dar electricidad a las instalaciones del barco. Con ello evitamos el tener que instalar generadores dedicados exclusivamente a dar electricidad a las instalaciones como ocurre en la mayoría de los yates dotados de propulsiones tradicionales.

Mejor aún, los generadores diesel encargados de producir electricidad pueden funcionar al régimen de revoluciones idóneo para el que han sido diseñados, lo cual no ocurre con los motores marinos que tienen que trabajar a cualquier régimen de giro, dependiendo del empuje que necesitemos. Con ello se consiguen condiciones optimas de carga y por tanto menor contaminación y mejores rendimientos.

 

 

Propulsión eléctrica en Azimut

 

En 1980 se utilizaron los primeros propulsores capaces de girar 360º como resultado de la cooperación de las empresas ABB Marine, y del astillero Kvaerner Masa. Había nacido el sistema “Azipod” el cual aportó diseños de buques revolucionarios.

A estas ventajas se sumaron los beneficios de eliminar los ejes de transmisión, ya que el motor eléctrico va montado justo tras la hélice, la eliminación de los timones pues el gobierno se mantiene gracias al giro de todo el conjunto, y la eliminación de los sistemas de maniobras, como hélices de popa y proa transversales, ya que la maniobrabilidad del conjunto es altísima gracias al giro completo de ambos propulsores.

Se instalaron varios “Azipod” de enorme potencia (entre 10 y 20 megawatios) en grandes buques rompehielos y en otros buques y cruceros. Los resultados fueron muy exitosos con ganancias de más de un 8% en capacidad de propulsión con el mismo consumo comparados frente a otros sistemas de propulsión eléctrica.

Por ello el grupo Azimut Benetti decidió en 2005 y tras muchas deliberaciones la instalación de un sistema propulsivo “Azipod” formado por dos motores de 1.070 Kilowatios cada uno en el megayate “Ambrosia III”.  Recuerden que cada Kilowatio equilave a unos 1,36 Cv de modo que cada propulsor tiene una potencia mecánica de 1.455 Cv

 

 

 

 

También en pequeñas potencias

 

Como ya lo ha demostrado este año el grupo Bénéteau con su catamarán Lagoon 420 Hybrid. Los sistemas de propulsión eléctricos serán instalados en los próximos años en muchos barcos de esloras pequeñas gracias a los avances que la tecnología está logrando al mejorar los rendimientos en pequeños motores eléctricos de potencias comprendidas entre los 2 y los 20 Kw. La industria automovilística ha invertido ingentes cantidades de dinero en la mejora de las baterías y mediante las actuales baterías de litio se consigue reducir hasta 3 veces el peso manteniendo la misma capacidad de carga.

Todo ello nos va a conducir sin duda a nuevos barcos y diseños revolucionarios en donde la distribución interior no quedará supeditada al emplazamiento central del motor, como estamos acostumbradísimos a ver históricamente hasta ahora.

¿Se imaginan que pudiéramos aprovechar el molesto espacio que desaprovecha el motor de todos los veleros? Cambiará la disposición de los camarotes, las bañeras y posiblemente hasta de las cubiertas.

Podremos navegar a motor (eléctrico) durante horas sin tener que soportar el martirio provocado por el ruido del motor diesel. Durante la navegación a vela se recargarán las baterías y por tanto no habrá necesidad de instalar generadores de árbol de hélice ¿Y el generador? Pues seguramente se instalará en posición transversal totalmente a popa lo más alejado de las cabinas y en una cámara totalmente independizada y anecoica. El asiento del barco no es problema ya que los parques de baterías se montarán posiblemente en la parte más adelantada de las sentinas con lo cual se producirá un adecuado equilibrio de masas además se contribuirá a mejorar el adrizamiento.

¿Y por qué no utilizar el bulbo como lugar en donde albergar las baterías? ¿No les parece una aberración tener que llevar un estúpido peso de 2.000 kilos (el bulbo de hierro o plomo) como lastre en la quilla de un velero y además llevar una inmensa masa de baterías dos metros por encima del bulbo? Las células de las baterías de litio son pequeñas y pueden adoptar perfectamente cualquier forma, incluida la de un bulbo hueco pero lleno de baterías sin mantenimiento. Además no producen desprendimientos gaseosos como las baterías de ácido-plomo, de modo que la solución parece evidente… para el primero que quiera ejecutarla. ¿Se apuntan?

 

 

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