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Paisajes helados; los increíbles cromatismos polares

 

La naturaleza sorprende en todas sus facetas. Y en los polos es donde ocurren fenómenos extremos, es posible contemplar la más impresionantes maravillas de la naturaleza. Formaciones prodigiosas que nacen para brindar todo su esplendor durante un corto espacio de tiempo.  

Contemplar los icebergs es un espectáculo asombroso y emocionante. Su grandiosidad y belleza interpelen al ser humano en lo más profundo de su ser. Ante ellos la naturaleza nos confirma nuestra pequeñez y nos regala perecederas maravillas. En nuestra mano está el ver en ellos el reflejo de nuestra insignificancia irremediable, o por el contrario sentirnos conmovidos e integrados con las maravillas que sin cesar nos regala nuestro planeta vivo.

¡Mira estos icebergs! Menuda pasada… En el fondo se trata de un enorme cubito de hielo de agua dulce partido y separado del glaciar en el que se formó. Al caer al mar flotan en el mar abierto. El agua, de la que básicamente estamos formados nosotros mismos, y naturalmente los mares y los hielos, es el compuesto más fantástico del universo con propiedades irrepetibles.

El agua es la molécula más prodigiosa del universo, y sólo en ella se podría canalizar la existencia de la vida. Sorprende saber que aún en estos días, los científicos descubren nuevas conductas insólitos del agua como el recientemente descubierto comportamiento de los puentes eléctricos al ser sometida a fuertes campos electrostáticos.

Su densidad disminuye al congelarse, como nunca ocurre con cualquier otro elemento del universo. ¡Y gracias a Dios! Pues si no fuera así, los hielos se hundirían en donde permanecerían congelados en capas sucesivas hasta congelar todos los océanos de la tierra. La vida nunca habría existido… La capa de hielo flota y aísla del frío exterior al resto del mar, permitiendo que los océanos polares sean los más ricos en vida animal. La temperatura del agua en el fondo del océano tiene un valor fijo alrededor de los 4º C en donde el agua adquiere su mayor densidad. Si aumentara de temperatura por ejemplo por un géiser submarino, el agua calentada aumenta su volumen y asciende. También puede moverse y ascender por efecto de la rotación de la Tierra, creando las conocidas y frías corrientes de las zonas intertropicales.

El agua es polar, o lo que es lo mismo, sus moléculas se comportan como microscópicos imanes. Y esta es la razón por la que al congelarse cristaliza produciendo los maravillosos cristales de hielo con sus caleidoscópicas formas de mandalas.

 

La formación de un Iceberg

Las nevadas caen y se acumulan en las montañas glaciares, comprimiendo poco a poco las capas nevadas. Estas se van cristalizando y debido al enorme peso empiezan a avanzar por la pendiente montañosa en su camino hacia el mar. En su lento movimiento de 2 centímetros diarios arrancan fragmentos del terreno generando una intensa erosión. Sus dimensiones son, en ocasiones, dantescas, como es el caso de un iceberg desprendido en 1999 y del tamaño de todo Londres. Aunque esto se quedó en nada si lo comparamos con el iceberg B15 desprendido en Marzo del 2000 con un tamaño de 300 kilómetros de longitud!

Un iceberg es una isla de hielo procedente de la fragmentación de hielo polar, continental o marino y que es arrastrada hacia latitudes bajas. De un iceberg sobresale del agua sólo una octava parte su altura total, por lo que estas masas gélidas constituyen un peligro para la navegación.

Cuando los icebergs son arrastrados por alguna corriente marina pueden llegar a latitudes medias con los peligros que ello conlleva. En 1912 el Titanic sufrió las trágicas consecuencias de un choque contra la roca helada que era arrastrada por la corriente del Labrador.

Los icebergs se originan principalmente por desprendimientos de los glaciares en la zona polar ártica, en especial en Groenlandia, y en la Antártica en el sur. Los del norte son los que suelen cruzar zonas sensibles, como las rutas de navegación.

 

Los increíbles colores de los Icebergs

Durante su proceso de rápida fusión al avanzar hacia las latitudes más bajas, los icebergs se resquebrajan y funden de forma irregular dando lugar a formaciones difíciles de imaginar, con arcos semicirculares, redondeados pináculos de brillos blanquiazules, pequeñas playas cuyos fondos reflejan el cián más intenso. El agua del mar los pule y transforma generando formas caprichosas que invitan al descubrimiento y a la ensoñación.

En otros casos se voltean al cambiar sus geometrías y equilibrios dejando ver las capas sedimentadas a lo largo de miles de años de crecimiento en el glaciar. Al morir en su fusión, los icebergs nos muestran sus más bellos secretos asentados durante muchos años en diversas y coloridas capas.

 

 

En la insólita Antártida es posible descubrir los más fantásticos relieves y los más dantescos acontecimientos, como el interpretado por un glaciar al desmoronarse sobre el océano. Debido al acelerado deshielo por el sobrecalentamiento del planeta, el proceso da como resultado algunas cascadas de agua dulce que se pierden sobre el océano antártico.

En algunas ocasiones el agua de la superficie del mar se encuentra virtualmente por debajo de cero grados pero aún con un despreciable calor latente que hace que aún permanezca en estado líquido (el agua salada congela por debajo de cero grados). Cuando una gran ola monta sobre la helada orilla y en esta sopla un fuerte viento helado, la ola sencillamente se solidifica antes de romper produciendo esculturas inimaginables.  

 

 

 

 

Algunos Icebergs de la Antártida ofrecen un aspecto veteado debido a las diferentes capas de nieve con las que se han formado. Las capas azules corresponden a grietas que se han rellenado de agua que al congelarse atrapan burbujas y ofreciendo espectaculares coloridos.

Cuando la capa de agua congelada sobre el iceberg es muy rica en algas se forman franjas de color verdoso debido a la clorofila. A veces estas capas se combinan con sedimentos que provienen del rozamiento del glaciar en su lento desfilar camino hacia el mar.

El agua dulce congela a cero grados. El agua salada por debajo de cero. Cuando un soplo muy frío golpea una ola el resultado es la congelación instantánea de la ola con resultados fantásticos.  

 

 

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