3) El  COMPUTADOR 
            DE RUMBO es un pequeño ordenador en el que el fabricante 
            ha instalado un programa específico para controlar el rumbo. Aunque 
            los fabricantes lo venden como equipos de alta sofisticación y por 
            tanto elevados precios, en realidad el hardware es relativamente 
            sencillo y consiste en un pequeño ordenador alimentado a 12 voltios 
            que suele correr un sistema operativo “capado” y en el cual se ha 
            instalado un software desarrollado por el fabricante que computa 
            todos los "inputs" para dar lugar a una salida de control sobre 
            el timón.
            
            
            
            
            Sencillo de 
            decir, pero complicado y laborioso de programar y por tanto a 
            amortizar su desarrollo en las cifras de ventas previstas por el 
            fabricante. El computador de rumbo entrega como resultado una salida 
            a unos transistores de potencia a cuyas salidas habremos de conectar 
            el motor del actuador, o enchufar las salidas a un par de 
            electroválvulas de la bomba electrohidráulica que mueve el pistón 
            hidráulico que actúa sobre el eje del timón.
            
            
            Además  esta 
            unidad de control llevará en muchos casos una salida conocida como 
            “Clutch” o embrague que permite desembragar el piloto cuando 
            pulsamos el botón “Stand-by” de nuestro panel de pilotaje. El 
            embrague puede actuar de diferentes maneras dependiendo del  tipo de 
            actuador que lleve instalado nuestro barco. Si es mecánico en muchas 
            ocasiones de trata de un sencillo electroimán que ‘pega’ o desplaza 
            un rodamiento dentro de una configuración de engranajes planetarios 
            o epicicloidales.
            
             
            
            
            4) La UNIDAD DE POTENCIA, también 
            conocida como "Drive-Unit" que puede ser un motor eléctrico que 
            mueve el eje del timón en el caso de un timón de caña, o un motor 
            que actúa sobre un pistón conectado mecánicamente al eje del timón, 
            o una bomba hidráulica con dos electroválvulas que permitan dirigir 
            el aceite para desplazar el pitón en uno u otro sentido.
            
            
            
            También suele 
            existir otros sensores en los equipos más sofisticados como son el 
            sensor de viento para permitir hacer navegaciones en piloto 
            automático pero referenciadas al ángulo de viento que queramos, o el 
            girocompás que es un sofisticado acelerómetro en 3 ejes que informa 
            de forma instantánea a la unidad de control, sobre las posibles 
            guiñadas, cabeceos o cambios de posición del barco debido al 
            movimiento de las olas. 
            
            
            
            
            Naturalmente la 
            práctica totalidad de pilotos automáticos también reciben posición 
            GPS por la red de datos o simplemente integran un chip GPS para, a 
            partir de la evolución de las coordenadas poder calcular rumbo gps y 
            velocidad, e integrar estos datos en el programa que finamente dará 
            como resultado un ajuste continuo y fino sobre la pala del timón del 
            barco.
            
            
            Algún equipo de 
            piloto automático más sofisticado incluso tiene salidas de control 
            para manejar la hélice de proa… ¿Hélice de proa? Así es. El equipo 
            es capaz de mantener el barco a un rumbo, por ejemplo al viento, 
            parado, cuando dejamos el velero aproado para subir o bajar la mayor, 
            incluso sin ninguna arrancada controlando para ello la hélice de 
            proa. 
             
            
            
            Un 
            manejo muy sencillo
            
            
            Al margen de un 
            montón de modos avanzados, ajustes y otras "virguerías" propios de 
            cada sistema, su manejo es trivial. Ponemos el barco al rumbo 
            deseado, pulsamos el botón AUTO y ya está. Ahora podemos soltar el 
            timón y ver como el barco va solito navegando a destino de forma 
            incansable. Observamos como la rueda o caña se va moviendo 
            efectuando pequeñas correcciones respondiendo a las condiciones de 
            la mar. 
            
            
            Al lado del botón 
            AUTO, veremos otro de mismo tamaño e importancia en el que suele 
            poner STANDBY, y que al ser pulsado hace regresar al barco al modo 
            manual, en el que debemos llevar nosotros el gobierno.
            
            
            
             
            
            
            
            Llega el mal tiempo y con él los problemas
            
            
            Cuando la mar se 
            levanta, y a nosotros como timoneles nos cuesta mantener el rumbo, 
            el piloto automático tampoco lo va a tener fácil. Tan es así que 
            cuando ya estemos con una fuerte marejada o temporal, el piloto 
            automático lo puede hacer tan mal, que debamos coger nosotros el 
            timón y pasar el modo STAND-BY. 
            
            
            A diferencia de 
            un piloto de viento que actúa sobre el timón de forma mecánica y con 
            mayor fuerza cuanto mayor sea el viento, la unidad de potencia 
            (Drive-Unit) tiene que trabajar muy duro cuando suben las 
            condiciones meteorológicas. Cuando el sistema o bien no tiene la 
            potencia suficiente para mover el eje del timón, o la velocidad con 
            que ha de actuar no es la suficiente, el piloto automático no está a 
            la altura de las circunstancias. Intenta corregir y antes de 
            lograrlo, ya ha llegado otro golpe de mar que le debería obligar a 
            actuar en sentido contrario, conduciendo a una situación de control 
            caótica. 
            
            
            
            
            El problema no 
            está en el computador de rumbo, es un problema de la unidad de 
            potencia. Con un buen dimensionamiento de la unidad de potencia, 
            Ésta debería actuar la mayor parte del tiempo, digamos que un 80% 
            del tiempo, empleando no más de un 10% de su máxima potencia.
            
            
            
            Solo un 1% del 
            tiempo debería verse sometida a entregar su máximo esfuerzo. Si no 
            es así hemos montado una unidad de potencia demasiado pequeña. 
            Navegando con el mar como un espejo, la potencia necesaria para 
            mover el timón no tiene mucha importancia porque cualquier pequeña 
            energía será suficiente ya que las correcciones son muy buenas. Pero 
            con mal tiempo…. 
            
            
             
            
            
            
            Piloto automático con mal tiempo
            
            
            En esos momentos 
            es donde comprobamos si el sistema que llevamos instalado da o no la 
            talla. Si su barco es oceánico o prevé cruzar océanos, debemos 
            prestar mucha atención al conjunto que forma la unidad de potencia y 
            si es necesario, sustituirla o reforzarla para que sea capaz de 
            lidiar con olas potentes.
            
            
            Estos trabajos 
            son complicados, y a veces imposibles en los rincones remotos del 
            planeta, y por ello más vale salir de viaje con los deberes bien 
            hechos. Someter la unidad de potencia durante mucho tiempo a mucho 
            esfuerzo es sinónimo de averías. Por esta razón, si planea un largo 
            viaje, no está de más en pensar llevar repuestos de, por ejemplo, el 
            computador de navegación que es por donde suelen fallar los pilotos 
            además del motor de la unidad de potencia.
            
            
            
            
            Pero 
            estas también se suelen producir por otras causas que nada tienen 
            que ver con el mal tiempo, como por ejemplo fallos de aislamiento, 
            humedad en los circuitos, agua salada que salpica sobre la bomba 
            hidráulica, corrosión en los sistemas mecánicos de la unidad de 
            potencia, o fallos de aislamiento o roturas en los cables eléctricos 
            que en algunos casos andan sueltos por los tambuchos al haber sido 
            instalados por operarios más chapucillas de lo deseado. 
            
            
            
            En demasiadas 
            ocasiones he observado como el computador de navegación ha sido 
            instalado en el interior de los cofres de popa. Es un error común e 
            imperdonable tanto a instaladores como a astilleros de barcos de 
            serie. Efectivamente en muchos casos he visto como esta práctica la 
            llevan a cabo los astilleros de serie. 
            
            
            
            
            Estos equipos son 
            sofisticados por llevan placas electrónicas delicadas. Por mucho que 
            los fabricantes los intenten hacer duros y "rugerizados", la humedad 
            les viene fatal. Por ello es muy incorrecto instalarlos en el 
            interior de los cofres de popa donde reciben muchísima más “dosis” 
            de humedad que en el interior del barco y por tanto los problemas 
            futuros están garantizados. Lo adecuado es montarlos en algún lugar 
            de los camarotes de popa, en el interior del barco en donde las 
            condiciones de humedad y cambio de temperatura son mucho más 
            adecuadas. De modo que ya sabe donde debe montar el nuevo equipo o 
            cambiar su ubicación en un par de horas de bricolaje marino.
            
             
            
            
            
            Instalar la unidad de potencia adecuada
            
            
            Lo primero que 
            debemos saber es el desplazamiento y eslora de nuestro barco para 
            calibrar el modelo adecuado a nuestra embarcación. Tenga presente 
            que cuando vamos a equipar y avituallar el barco para un largo 
            crucero, no es raro incrementar el peso hasta en un 20% respecto al 
            peso de tablas que indica el fabricante...
            
            
            Con estos datos 
            nos iremos a las tablas que proponen los fabricantes. A partir de 
            ello podemos decidirnos por un modelo mayor o menor dependiendo de 
            otras características de nuestro barco. Si el barco es de quilla 
            profunda o quilla corrida y  por tanto más estable, si nuestro barco 
            tiene un timón "duro", si tiene un plano vélico muy bien 
            equilibrado, o por el contrario es demasiado ardiente o blando… 
            Estos factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de decidirse 
            por el modelo más adecuado.
            
            
            
            
            En veleros 
            pequeños y con posibilidad de montar un piloto de caña, debemos 
            tener presente cual es el recorrido de embolo y en algunos casos 
            montar un prolongador si fuera necesario. Por descontado que los 
            sistemas hidráulicos tiene más potencia y por tanto si su barco lo 
            permite y está en la indecisión, debe escoger un sistema con bomba 
            electro-hidráulica y pistón hidráulico. 
            
            
            En Fondear le 
            brindamos la asesoría necesaria para conocer el equipo más adecuado. 
            
            
            (Asesoría Fondear Telf: 607 999 090)
             
            
            
            La 
            velocidad de respuesta
            
            
            Al final la 
            capacidad de responder rápidamente frente a un cambio implica 
            potencia. Y esta es muy necesaria si por ejemplo navegamos de 
            empopada con el Genaker, el Spi o un nuevo código cero inflado a una 
            de las bandas. Navegar con alisios y el piloto automático requiere 
            correcciones rápidas pues en caso contrario podríamos acabar con el 
            barco atravesado a la mar y en el mejor de los casos llevarnos un 
            gran susto en el cuerpo. La velocidad en la respuesta del piloto lo 
            es todo.
            
            
            En un barco de 
            motor, la respuesta rápida del piloto automático especialmente con 
            mares de popa es también muy importante para evitar que el barco se 
            ponga a sobre controlar y llegue a perder la sincronía del 
            movimiento de las olas y nos origine una situación peligrosa si 
            navegamos en planeo y a importantes velocidades. 
            
            
            Lo importante es 
            saber el número de grados que el piloto es capaz de corregir por 
            segundo. En barcos de hasta 7 metros un valor de 15º por segundo 
            está bien. En un velero de 12 metros 10º por segundo es correcto, y 
            en un yate de 70’’ podemos conformarnos con 5º por seg. Pero cuando 
            el piloto se encuentra trabajando con máxima carga estas cifras 
            podrían caer de forma significativa y debemos asegurar que no lo 
            hagan incluso con mares enérgicos. 
            
            
            
             
            
            
            El 
            actuador
            
            
            En los pilotos 
            más sencillos y económicos los hay con un embolo movido por un motor 
            eléctrico que empuja la caña del timón o con un motor eléctrico que 
            actúa sobre la misma rueda de gobierno. Tiene un embrague que libera 
            el automatismo para que podamos seguir gobernando en modo manual 
            cuando así lo deseemos.
            
            
            Este mecanismo de 
            embrague está casi siempre actuado por un electroimán que consume 
            corriente nada despreciable cuando llevamos el barco en AUTO. Cuando 
            el barco trabaja haciendo muchas correcciones con mar cargada este 
            consumo es pequeño respecto a la corriente consumida por el motor 
            del actuador. 
            
            
            Pero cuando 
            navegamos en calma con poco viento o a motor con el mar como una 
            balsa, el motor del actuador casi nunca consume, al contrario que el 
            electroimán del embrague (Clutch) que no para de chupar amperios. 
            Durante muchas horas de navegación o incluso jornadas enteras en 
            modo auto, el consumo del piloto proviene en parte apreciable del 
            electroimán del embrague. Y aunque los fabricantes no han trabajado 
            (por increíble que parezca) en este importante asunto del consumo, 
            existen soluciones al respecto. La clave está en que una vez que el 
            electroimán ha "pegado" el rodamiento planetario de bloqueo, podemos 
            bajar el consumo del electroimán de forma drástica sin que este se 
            despegue. Es común seguir esta práctica en mucha maquinaria 
            industrial, y no sólo por el consumo, sino por reducción del calor a 
            disipar y por longevidad del equipo. 
            
             
            
              
              
                
                  | 
                
                   
                  
                    
                  
                  
                  CONTROLAR 
                  LOS AMPERIOS CONSUMIDOS POR EL PILOTO 
                  
                  
                  Para disminuir el consumo 
                  del piloto automático, existe un dispositivo electrónico que 
                  tras unas décimas de segundo y tras la activación del modo 
                  AUTO, baja la corriente del embrague sin que este se despegue 
                  y por tanto consigue disminuir el consumo total operativo del 
                  piloto automático. 
                  
                  Más información 
                  en Fondear.com (Telf: 607 99 90 90) 
                     | 
                
              
              
             
            
             
            
            
            Otros 
            controladores son simplemente un motor eléctrico con una reductora 
            que mueve una rueda dentada que actúa a su vez sobre una corredera 
            mecánica que se encarga de mover el eje del timón.
            
            
            Sin embargo los 
            más eficaces son las unidades hidráulicas que montan un pistón de 
            aceite del que salen tres manguitos de alta presión por los que 
            circula aceite bombeado por una electrobomba hidráulica que actúa 
            junto con un par de electroválvulas.
             
            
            
            
            Elegir el sistema hidráulico
            
            
            Lo principal es 
            determinar el tamaño del pistón hidráulico que actuará directamente 
            sobre el eje del timón o sobre una leva montada en el sector del 
            timón. Cuanto más grande, mayor será la capacidad de aceite del 
            pitón y mayor potencia debe tener el grupo hidráulico utilizado. 
            
            
            Los fabricantes 
            ofrecen packs en los que los componentes van "equilibrados" y que 
            incluyen todo lo necesario para montar el piloto automático 
            incluyendo el sensor magnético, el computador de navegación y la 
            unidad de potencia. Raymarine en sus Evo2 o por ejemplo los Simrad 
            AP24 o AP28 incluyen también la pantalla LCD de control del piloto 
            automático sin la cual no podríamos manejar el sistema.
            
            
            
            Estas pantallas 
            de control son estancas para poder ser montadas al exterior y se 
            entienden con el resto del sistema por NMEA2000, o bien por Seatalk 
            o SimNet, dependiendo del fabricante.
                
                
                
                            
                            
                            
                            
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            El piloto automático
            
                  
            
                          
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            Pilotos automáticos inteligentes