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Escotillas y ventanas. Cómo repararlas.

 

 

¿Merece la pena cambiar el metacrilato? ¿Se puede arreglar una ventana que ha perdido su transparencia? ¿Cómo protegerlas?  ¿Es mejor sustituir toda la escotilla?

 

¿Podemos utilizar vidrio en el barco? ¿Cómo asegurar una estanqueidad persistente en una escotilla? ¿Cómo

protegerlas para que duren mucho más?

 

El metacrilato, técnicamente denominado PMMA, se utiliza en casi todas las ventanas de los barcos, y aunque aguanta carros y carretas, con el tiempo, y sobre todo debido a la acción de la

 radiación UVA, se deteriora debido a una reacción de oxidación molecular que ocurre en el interior de la masa del metacrilato, lo que hace imposible su reparación para mejorar la transparencia.

 

Sin embargo si la pérdida de transparencia es por rayados superficiales, el material puede ser lijado y pulido hasta recuperar la transparencia. Otra cosa es que merezca la pena el esfuerzo y sea mejor cambiar toda la escotilla en vez de solo la pieza de metacrilato.

 

Existen empresas de corte láser, en las que podemos hacer una copia exacta del metacrilato a cambiar por un importe muy asequible. El PMMA recibe diversos nombre comerciales como son por ejemplo el Plexiglas, Acryglas, o comúnmente Metacrilato.

 

 

Fundas para las ventanas

Merece la pena hacer unas fundas pues la única forma de proteger la ventanas y escotillas es tener la buena costumbre de instalar protecciones y fundas para las ventanas, cuando no estemos en el barco. Por lo poco que cuestan y lo rápido que se montan no se entiende porque la mayoría de los barcos no las utilizan.

Algunas ventanas, especialmente en barcos de importantes esloras, utilizan cristal templado en vez del metacrilato, que aunque más pesado que el plástico, es un material eterno que no se ve afectado por el paso del tiempo. En algunas ocasiones y dependiendo del tipo de desgaste que tenga una ventana, es perfectamente posible plantear la posibilidad de sustituir el plástico por el cristal templado y laminado.

 

¿Cambiamos la escotilla?

Si nos planteamos renovar las escotillas de nuestro barco, además del precio de la ventana nueva, debemos tener en cuenta que es bastante probable que ya no se fabrique ese modelo que llevemos instalado en nuestro barco, y por tanto la medida del hueco puede ser diferente. Esto podría obligarnos a plantear un trabajo de adaptación del hueco que deja en la cubierta la vieja ventana.

Si la nueva mide uno o dos centímetros de más, es preferible recortar la cubierta para que quepa la nueva. Si la nueva es más pequeña, es posible que nos toque reducir el hueco con un laminado de fibra lo cual es bastante más laborioso.

 

Decidimos cambiar SOLO el metacrilato de las ventanas de nuestro Hard-Top. Lo peor es retirar la pieza vieja de matacrilato, para lo que hay que cortar con "cutter", el poliuretano que la sujeta al marco.

 

Ojo al utilizar el cutter afilado y necesario para cortar el sellado viejo. Lleva bastante esfuerzo y un despiste con la cuchilla puede acabar en urgencia hospitalaria.

 

Casi siempre el marco estará en buen estado y quizás hasta las manetas de apertura hagan bien su trabajo. En este caso es posible plantear la sustitución del metacrilato, tomando la medida con una plantilla para a partir de ella mandar recortar la pieza por corte láser a cualquier buen proveedor de metacrilato. La diferencia de precio es importante. Para un tamaño de quizás 45 x 45 cm, una escotilla nueva puede costar en torno a los 300 € o 400€, mientras que si encargamos el metacrilato, el precio estará en torno a los 50€.

 

Este metacrilato (protegido mientras instalamos por una lamina amarilla) pertenece a una ventana lateral fija sin apertura de unos 2 metros de longitud. En estas medidas el material flexa y se adapta a la curvatura de la cubierta. Con la radial equipada con una disco de multi-láminas, podemos hacer el ajuste fino de la ventana para que esta se adapte perfectamente al hueco de la cubierta.

 

En esta aplicación el vidrio laminado sería inapropiado, pues es mucho más difícil su lijado para adaptarlo al hueco y flexa mucho menos que el plástico (¡aunque flexa!),  lo cual hace imposible su adaptación a la curvatura de la cubierta.

 

Pero en la toma decisión, debemos tener en cuenta que una nueva escotilla viene con las manetas nuevas, los cierres nuevos, la junta de estanqueidad nueva… Y si además del metacrilato, debemos cambiar sus juntas y cierres, es posible que merezca la pena ponerla toda nueva, pues además cambiar el cristal de metacrilato, a veces el cambio puede ser un “infierno” y puede no quedar todo lo bien que deseamos.

Hay que ser un buen manitas, pues el viejo metacrilato estará pegado de forma concienzuda y retirarlo de su marco no es tarea fácil. Para ello es necesario tener uno o varios cútter nuevos y tener mucho cuidado en no cortarnos, pues tendremos que cortar con fuerza y en profundidad, antes de apalancar para retirar la vieja pieza de metacrilato.

 

La manetas de nuestras escotillas no estaban mal. A pesar de ello, al cambiar el metacrilato, las desmontamos y cambiamos la tórica y limpiamos a fondo. El plástico queda renovado al aplicar un producto de base de silicona para renovar el plástico casi a su estado original.

 

Así las cosas, en escotillas, tendremos que evaluar si la vamos a poner nueva o vamos a reparar la que ya esté instalada. En nuestro barco al final hemos cambiado la mayoría de ellas pos los motivos explicados, pero en las del hard-top decidimos retirar el viejo y oscuro metacrilato, conservando las anteriores Goiot que ya estaban mecanizadas con apertura eléctrica y por tanto nos mereció la pena el esfuerzo de sustitución solo del metacrilato.

 

Cambiar sólo el metacrilato.

Para retirar el viejo metacrilato, debemos cortar el sellador tanto en su cara vertical como en el borde horizontal. Para ello lo mejor es un buen cúter con la hoja nueva y utilizar guantes de cuero por si se "escapa" un cuchillazo. Es normal que durante la operación debamos cambiar varias veces la cuchilla por una nueva pues el poliuretano solo se corta bien cuando la hoja es nueva.

Una vez retirado el cristal lo podemos enviar tal cual a la empresa de venta de metacrilatos para que nos corten por láser uno idéntico. Hay que retirar todos los restos de poliuretano que quedan antes de plantearnos el pegado del nuevo cristal. Para ello de nuevo utilizaremos el cúter raspando los restos de poliuretano.

 

 

Ha llegado el momento de decidir el tono del metacrilato a montar. Los hay totalmente transparentes o ahumados y en distintos tonos. Personalmente para las ventanas que den al interior prefiero un tono de ahumado (fumé lo llaman), pero para las ventanas que dan a un hard top exterior es preferible en transparente. Debemos respetar las medidas y el espesor de la pieza que suele ir desde 10 milímetros a 20 mm en las ventanas de grandes dimensiones.

 

 

Antes de pegar el nuevo cristal hay que utilizar cinta de carrocero para proteger el marco y la pieza a pegar, que de todas formar viene protegida por una película de plástico que solo retiraremos cuando todo esté acabado. El pegado lo haremos con poliuretano de color blanco o negro dependiendo del color del marco y lo importante es aplicar un cordón suficiente para que al reposar y apretar el metacrilato rezume sellante, pero en su justa medida. Retiraremos el sellando y limpiaremos con papel de cocina y sólo al final, podemos pasar un poco de acetona para retirar los últimos restos, antes de quitar el plástico protector, que es posible que tengamos que “marcar” con el cúter si el sellado ha invadido el borde de pegado.

 

Cambiar toda la escotilla

Si además del cristal está estropeada la junta o las manetas y cierres, no tiene sentido renovar el metacrilato…. Además, a veces un diseño nuevo dará un aire más moderno a nuestra cubierta. Y por si fuera poco, y cómo hemos explicado en los párrafos anteriores, hay un buen trabajo que nos ahorramos en la sustitución del metacrilato, aunque a cambio tenemos el trabajo de montaje para la escotilla completa.

 

 

El trabajo más duro es desmontar la escotilla vieja pues a veces además de estar muy bien atornillada debemos despegar sus selladores lo cual nos obligará a cortar y apalancar con fuera sobre la cubierta. Si hay que adaptar el hueco y laminar, mejor utilizar epoxi y al menos en invierno, es aconsejable hacer un “igloo” con un calefactor para conseguir la polimerización y curado del epoxi o poliéster, subiendo la temperatura de la zona de trabajo. Una solución muy efectiva.

 

 

Renovar una ventana

Cuando se trata de una ventana fija, normalmente con un marco metálico, al no existir piezas móviles, la sustitución de la ventana por una nueva pieza de metacrilato, tiene todo el sentido y en algunos casos incluso es posible plantear el cambio por vidrio aunque peso más, pues de esta manera la duración y transparencia serán eternas. Las ventanas más alargadas tiene en algunos montajes una ligera curvatura como consecuencia de la forma de la cubierta. En este caso es importante tener en cuenta que el metacrilato puede flexar y adaptarse a la curvatura, lo cual no es viable con el vidrio.

Ventana fija acabada con nuevo metacrilato. En este barco hemos cambiado el acabado redondeado del marco de la cubierta por una forma rectangular de mayores dimensiones. Más luminosidad y resultado más moderno y actual. El resultado es ESPECTACULAR. Desde el exterior, antes no se llegaba a ver el interior del barco...

 

Utilizar Cristal.

El cristal se utiliza también en muchas ventanas náuticas. De hecho en algunas ventanas de nuestro barco, el fabricante utiliza cristal y por ello, las ventanas están como nuevas tras 30 años de castigo e intemperie... Simplemente el cristal no se degrada por la radiación solar. Pero si planteamos cambiar una ventana por cristal, debemos tener presente que este debe ser templado y mejor si es también laminado (como el de los coches).

El espesor puede ser moderado, pues al ser templado y laminado, la dureza y seguridad son muy altas, e incluso se puede pisar encima sin problema, pero como mínimo un 6+6 laminado y templado en su cara exterior, aunque si la pieza es pequeña podríamos plantear un 5+5 o incluso un 4+4.

 

Este nuevo metacrilato de esta ventana es TAN TRANSPARENTE que simplemente parece que la ventana está abierta y sin cristal.... El cambio es radical...

 

Lo malo es el peso pues el cristal pesa un poco más del doble que el metacrilato (a igualdad de dimensiones y para un mismo espesor). Para calcular el peso de un cristal multiplicamos la superficie por 2,5 Kg por cada milímetro de espesor. Es decir, si por ejemplo tenemos una escotilla de 50 x50 cm y decidimos poner un cristal templado y laminado de 4+4 mm, nos dará un peso de: 0,5 x 0,5 x 8 x 2,5 = 5 kilos, mientras que esta misma pieza en metacrilato pesaría 2,36 Kilos. (La densidad del metacrilato es 1,18 gr/cc, por tanto el cálculo sería 0,5x05x8x1,18).  

  

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