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2014

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YAMAHA Helm Master; control total

 

 

Se acabaron los sustos al maniobrar en la gasolinera, al entrar al amarre, al abarloarse a recoger gente en el pantalán. Incluso las maniobras más comprometidas con vientos cruzados o con fuertes corrientes se convierten en un juego de niños con el nuevo sistema "Joystick" de Yamaha.

“Helm Master” permite manejar el barco con una asombrosa facilidad, haciendo evidentes maniobras hasta ahora imposibles; Traslaciones laterales o en diagonal, giros sobre sí mismo, o combinaciones de movimientos, actuando simplemente desde una sencilla palanca de Joystick.

La sensación de control y seguridad que ofrece el dispositivo es adictiva, y posiblemente no pueda pasarse sin él tras haberlo probado aunque solo sea unos minutos. Estamos hablado de embarcaciones con al menos 2 fuerabordas que al ser controlados de forma electrónica de forma independiente permiten ejecutar maniobras que dejarán con la boca abierta incluso a los capitanes más experimentados. Helm Master es para barcos fueraborda de un cierto tamaño, a partir de los 8 metros de eslora, y motorizados en los rangos de altas potencias.

 

Con él, podemos realizar maniobras de forma increíblemente precisa aprovechando de forma independiente la propulsión de los dos (o más) motores fueraborda, tanto en dirección como en sentido y dosificación de la potencia. De todo ello se encarga el ordenador que toma nuestras ordenes desde la palanca de manejo y que son traducidas para que no tengamos necesidad ni de mirar a los motores para ver cómo están orientados, como hasta ahora acostumbrábamos a hacer al maniobrar a poca velocidad. Simplemente miramos el punto al que queremos ir y vamos ajustando el joystick que traduce nuestras intenciones en acciones sobre los motores, sin tener que preocuparnos de pasar a punto muerto o actuar sobre cambio de direcciones o ajustes de palanca de gases. ¡Una maravilla!

El joystick puede ser movido hacia adelante o hacia atrás, hacia la izquierda o hacia la derecha para realizar movimientos de traslación antes imposibles, o girar en ambas direcciones para conseguir que el barco pivote sobre sí mismo, como antes podíamos hacer en ciaboga. Lo que más impresiona en el sistema es la sensación de seguridad y la precisión en su manejo, ya que el mando es sensible a la presión que hagamos en la palanca. A más presión o avance de la palanca, más potencia es aplicada a la maniobra, de tal forma que conseguimos hacernos con el manejo en pocos minutos, facilitando especialmente las maniobras comprometidas con vientos racheados o en huecos muy apretados, que antes nos hacían subir la adrenalina y la presión sanguínea, para evitar un roce o un incidente más costoso contra otro barco o contra el pantalán del vecino.

Donde el sistema brilla por sus ventajas es al tener que hacer movimientos en condiciones complicadas en las que cualquier maniobra es un desafío en un sistema manual. Para las condiciones severas con fuertes vientos, el mando tiene un botón “High Mode” el cual permite que los motores sigan subiendo aún más en potencia y por encima del límite de las 1.600 rpms del funcionamiento en modo normal. La escalada en potencia en “High Mode” hasta unas 2.500 rpms por defecto es progresiva a la solicitud de la palanca de joystick, y solo necesario cuando tengamos muy malas condiciones. Dependiendo de la configuración para cada barco este tope de potencia en este modo de alta potencia es ajustable desde el sistema de menús.

 

¿Cómo funciona?

Pura física. Cada motor es manejado de forma independiente mediante un sistema electrohidráulico que permite orientar a cada motor de forma independiente. El empuje de cada fueraborda no es más que una fuerza que se descompone en dos vectores y que combinados con los del segundo motor, permite obtener como resultante una fuerza en la dirección que deseamos mover el barco.

  

Los movimientos (a) y (b) son una simple ciaboga en la que la fuerza de cada motor, produce un brazo o par de fuerzas entre el centro de deriva del barco y el eje de la hélice en donde se aplica el empuje propulsor. La combinación de ambos pares consigue un giro en redondo sin traslaciones.

En las figuras (c) y (d) el empuje de cada motor representado por la fuerza en color rojo se puede descomponer en dos fuerzas de colores amarillo y azul. Los dos vectores azules se anulan entre sí al ser de dirección contraria y misma magnitud, quedando como resultante los dos vectores amarillos que producen una fuerza de traslación pura. El esquema está simplificado, pues la fuerza de traslación (amarilla) en realidad produciría un par de giro con el centro de deriva que originaría una traslación combinada con una rotación y que obliga al motor de estribor en (c) a corregir para realizar este giro. Pero de todo ello se encarga automáticamente Helm Master.

Si movemos la palanca en diagonal, conseguiremos que el barco se traslade en trayectorias diagonales que además podremos combinar al mismo tiempo con el giro de la palanca para lograr que el barco gire simultáneamente sobre sí mismo, o anule una corriente molesta que nos tienda a entorpecer la maniobra buscada.

 

¿Para qué barcos?

En la práctica, el montaje y el ajuste técnico del sistema dista mucho de ser sencillo y por ello Yamaha comercializa el “Helm Control” para una serie de barcos y modelos concretos, en los que las características de la carena y de la popa permiten un funcionamiento perfecto. Por ello sólo veremos el “Helm control” instalado en barcos nuevos como la Lomac Adrenalina en la pudimos comprobar la eficacia del sistema en las pruebas realizadas durante el pasado Salón Náutico de Barcelona.

El sistema completo requiere el manejo independiente de los dos motores mediante un sistema electrohidráulico que está controlado por una caja negra en la que trabaja un ordenador que interpreta y traduce nuestras intenciones convirtiéndolas de forma instantánea en señales digitales que procesadas en un complejo algoritmo, se convierten en movimientos independientes en los pistones hidráulicos que hacen girar la dirección de los motores, controlan el engrane de la transmisión y las revoluciones de cada uno de ellos.

El volante del barco también es electrónico y al pilotar estamos realmente generando señales digitales que llegan al ordenador, que se encarga de mover todo por nosotros . Así, la dureza del volante es ajustable a voluntad y de forma electrónica se auto endurece al aumentar la velocidad del barco. El resultado es un volante sumamente cómodo que no requiere esfuerzos al ser girado y se muestra muy preciso, y que además podemos ajustar para que se adapte a nuestra posición de pilotaje.

No pude resistirme a la tentación de comprobar que no nos encontrábamos frente a un tradicional Teleflex hidráulico, y al girar el volante muy rápido en un ángulo exagerado, se puede mirar acto seguido a los motores y comprobar cómo estos siguen girando, hasta encontrar el ángulo marcado por mi rápida maniobra.

 

Lomac Adrenalina, utilizada para hacer la prueba del Helm Master de YAMAHA

 

La llave electrónica

En vez de la tradicional llave de contacto, el Helm Master, utiliza una pequeña pastilla con tecnología de identificación por radiofrecuencia (RFID) para activar o desactivar el panel de mando principal. No se trata de un sistema de proximidad, pues por seguridad tenemos que rozar físicamente el panel con la pastilla, para a continuación pulsar el botón de arranque de los motores. Para inmovilizar el antirrobo basta con tocar el panel con la pastilla ya con los motores apagados.

El sistema “One-Touch Start” permite arrancar o detener todos los motores de forma simultánea lo cual es bien práctico cuando el barco tiene una motorización múltiple.

 

¿Cómo se utiliza?

Debemos tener los motores en punto muerto para poder conectar el Joystick y si en cualquier momento movemos la palanca de gases el joystick se desconecta para que recuperemos instantáneamente el control del barco. El segundo botón de la base “High Mode” permite contar con una potencia suplementaria y es muy útil cuando las condiciones son muy duras con vientos cruzados o fuertes corrientes.

El panel de control 6Y9 con pantalla en color es de 5 pulgadas y permite una visualización muy clara de todos los datos y parámetros de los motores. Permite controlar todos los datos de los motores, conocer el gasto instantáneo de los motores, o la velocidad del barco. Todos los ajustes los modos de funcionamiento como por ejemplo los ángulos de trimado para cada segmento de revoluciones, o la potencia máxima en modo “High Power”, el grado de fricción de volante, la calibración del joystick entre otros muchos, pueden hacerse directamente desde el panel sin necesidad de conectar un PC al la red de datos.

El volante es digital, el mando de gases es digital, el joystick es digital y todo ello queda controlado y enlazado mediante conexiones digitales controladas desde el ordenador bautizado como ECU (Unidad de Control Electrónico). Por tanto la instalación física es muy sencilla y no influye para la nada la posición en la que fuéramos a montar el puesto de pilotaje, pues la conexión entre los distintos elementos es realmente una red de datos. El sistema también incluye un panel de encendido de los motores electrónicos sin llave de arranque, como ocurre con los coches de alta gama, el cual queda complementado con un panel de instrumentación de pantalla plana en color, que me sorprendió por la claridad y facilidad de lectura incluso a plena luz solar. Muy elegante y cómodo.

 

 

Al ser todo controlado de forma digital el conjunto permite otras sofisticaciones como el “Trim Assist” que consiste en un autoajuste de la elevación del trim de los motores. Así podemos ajustar el ángulo de trim para cada régimen de giro de los motores y por tanto el conjunto se encargará de ir ajustando el trimado a medida que vayamos cambiando la potencia en la palanca de gases. Con ello conseguimos una conducción más confortable en caso de tener seleccionado el auto ajuste del trimado que viene programado de fábrica, aunque podemos ajustar a nuestro antojo y para cada régimen de revoluciones.

El mando doble de gases permite sincronizar las revoluciones de todos los motores y poder manejar todos ellos desde una sola palanca, lo cual es especialmente útil con mares fuertes en los que el barco está sometido a una agitada acción del oleaje. El mando digital también permite como ya hacían las versiones anteriores el ajuste del régimen en incrementos discretos de potencia muy precisos lo cual es también muy útil con mala mar.

A través de la red digital DEC también es posible montar una segunda unidad de control en barcos que tengan fly.

 

Debajo de la cubierta encontramos la unidad de gobierno (a la izquierda) y una o dos bombas hidráulicas con sus asociados pistones hidráulicos. El botón derecho del Joystick "High Mode" es adecuado solo cuando las condiciones del mar son muy fuertes.

 

¿Para qué motores y a qué precio?

El nuevo sistema está disponible para montajes dobles, triples o cuádruples con los nuevos V6 de 4.2 litros y potencias de 225 a 300 caballos, o también para el fantástico V8 de 350 CVs.

El precio del conjunto digital, formado por el volante electrónico, el joystick, el ECU, y la diferente circuitería digital y elementos que trabajan por detrás como son las unidades de control de potencia hidráulica, la unidad de control de dirección y las válvulas de bypass necesarias, es de unos 14.000€ en el caso por ejemplo de la Lomac Adrenalina 9.4, que en un PVP de un barco de estas características representa solo un modesto porcentaje del total, si bien no deja de ser un lujo muy a tener en cuenta a favor de las grandes RIBs, o barcos de pesca paseo entre los 8 y los 12 metros de eslora.

A favor del precio debemos recordar que el montaje de un Helm Control evita la conveniencia de montar una hélice de proa con la que poder controlar mejor el barco, y por tanto en cifras globales al coste del sistema deberíamos restar lo que cuesta la instalación de un túnel y propulsor de proa, amén de la perdida de rendimiento de carena que implica la instalación de estos dispositivos de maniobra que necesariamente producen turbulencias especialmente a velocidades de crucero lentas.

 

 

Helm Control y la competencia

La marca Teleflex debutó en este Mercado en 2012 con su sistema Optimus 360 controlado por cables y para motorizaciones fuerabordas únicamente dobles. Las ventajas del “Helm Control” de Yamaha son evidentes gracias a la tecnología digital empleada, pero no debemos olvidar que Teleflex son auténticos especialistas con los que ha contado el propio equipo de ingenieros de Yamaha para desarrollar su sistema, y en el que también han participado los ingenieros de Volvo especializados en su exitoso joystick para sus motores IPSs.

El “Optimus 360” de Teleflex a diferencia del sistema de Yamaha o de Mercury que funciona de forma muy parecida al “Helm Control”, puede ser montado en cualquier barco y con otras marcas de motores, y sin quedar limitados a las marcas y modelos en los que Yamaha ha validado y autorizado su montaje.

Por el contrario, el sistema de Mercury es muy parecido al de Yamaha, tanto en facilidad de uso como en prestaciones si bien cada uno tiene sus diferencias, y permite la utilización de los excelentes motores Verado 250 y 300 Cvs en montajes dobles, triples o cuádruples. El display “VesselView” de Mercury permite también el control de crucero y el piloto automático directo que mediante la aplicación “Skyhook” (anclado al cielo) que ofrece la ventaja de utilizar las señales GPS para posicionar el barco automáticamente y hacer que este permanezca en la misma posición de forma exacta.

Por su parte, Suzuki ha anunciado el desarrollo de su propio sistema de joystick que debería estar listo en los próximos meses para los motores de más potencia DF300 y 250 CVs.

 

¿Es verdaderamente eficaz?

Completamente. ¡Sumamente eficaz! Si no deseamos sufrir durante las maniobras en puerto especialmente en días de viento, este es su equipo definitivo. Para los que huyen del estrés o lío durante las amarradas el sistema es definitivo. Si al costo de reducción de la hélice de proa, le restamos los posibles desperfectos en los que solemos incurrir a lo largo de la vida del barco como consecuencia de amarradas frustradas, ya podríamos justificar la inversión, al margen de la tranquilidad y los ahorro en sustos.

En algunos rincones perdidos, por ejemplo en la Micronesia, he conocido sorprendentes patrones capaces de realizar con un solo fueraborda o fuerabordas normales conectados con hidráulicos en paralelo, las maniobras imposibles que en principio solo podríamos lograr con un joystick. ¿El truco? 12 horas diarias de pilotaje durante todos los días del año… y ser además un navegante Melanesio cuyos antepasados ya se hacían del tirón 1.000 millas en sus canoas sin brújula… 

En principio la traslación en paralelo es una maniobra imposible con fuerabordas y sistemas de dirección normales, pero sin embargo se puede… El truco consiste en utilizar las fuerzas de inercia y trabajar con la contra dirección en inversa y sucesivamente volver a pasar a la posición inicial con mucho tacto en la palanca de gases. El tiempo, la fuerza de inercia y la pericia hacen el resto. Sin lugar a dudas con el joystick se sentirá como el más diestro skipper de la polinesia, capaz de llevar a cabo y sin ningún “master” en navegación,  las más complicadas maniobras. 

 

 

 

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