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Los Tsunamis y su poder destructor

Ola hasta 5 kilómetros tierra adentro en Japón,  Marzo 2011

 

Cuando un temblor de tierra, un deslizamiento del terreno o una erupción volcánica se producen en el fondo del océano, el brusco movimiento de la corteza terrestre provoca la formación de olas de fondo gigantescas que se proyectan desastrosamente sobre las costas. El conjunto de todo este fenómeno es a lo que llamamos Tsunami y toma el nombre de esta misma palabra japonesa que significa ‘ola en el puerto’.

El océano pacífico es especialmente vulnerable debido a la actividad de la corteza terrestre en esta zona. En diciembre de 2004, se produjo el Tsunami de Indonesia; El más asesino de toda la historia, provocando cerca de 300.000 muertos desde Indonesia hasta la India pasando por Tailandia y recorriendo miles de kilómetros hasta las costa de Somalia en África, pasando y arrasando todas las islas que encontraba a su paso como las Maldivas.

 

 

Hace unos años, en el 2000, científicos norteamericanos descubrieron de forma inquietante que según todos los cálculos, todo el litoral Este de USA podría ser arrasado por un ‘super-Tsunami’ que podría generarse en cualquier momento. El resultado sería un desastre sin precedentes. Varios cientos de kilómetros tierra adentro podrían ser anegados por una ola que posiblemente alcanzaría más de cien metros de altura! Y viajando a una velocidad de 800 kilómetros por hora...  Debemos comprender el fenómeno para poderlo detectar y actuar en consecuencia.

Es fácil olvidar y poco conveniente. Hawaï es un sitio paradisíaco y tranquilo como lo era la mañana del primero de Abril del año 1946. El sol brillaba como de costumbre cuando se levanto bruscamente un muro de agua de más de 10 metros de altura que arrasó toda la costa. Un cuarto de hora más tarde llegó la segunda ola, pero todavía más terrible fue la tercera, arrancando absolutamente todo a su paso, reventándolo todo y arrastrando bloques de piedra del tamaño de un coche. Milagrosamente "sólo" murieron un centenar de personas. Desde entonces en Honolulu existe un centro de análisis y detección de tsunamis controlado permanentemente por geofísicos.

 

 

 

Comprender los Tsunamis

Sabemos que los tsunamis no tienen nada que ver con los races de marea (el avance del agua sobre una costa llana debido debido a la fuerte subida de la marea; como ocurre en el Monte Saint Michael de Bretaña), y que están directamente relacionados con los movimientos de la corteza submarina originados por deslizamientos de placas, erupciones volcánicas o, como en la mayoría de los casos temblores submarinos.  Por ello la energía de este fenómeno es brutal. En el pacifico la corteza terrestre está muy activa justo en el lugar en el que chocan. 

La placa oceánica se desliza bajo la placa continental que es más ligera y flexible.  En la línea en que ambas se encuentran, se produce una tensión ya que este movimiento de placas es irregular y se produce a ‘saltos’.  Estos golpes bruscos de las placas se debe a las irregularidades de estas, que se comportan como muelles que van cargando fuerza al engancharse una con otra hasta que esta salta repentinamente, produciendo lo que conocemos como un terremoto.

 

 

 

Cuando se produce un terremoto submarino, varios miles de kilómetros cuadrados de placa oceánica se levantan bruscamente, desplazando a su vez la masa del agua del mar y creando por un momento una montaña de agua sobre la superficie. Esta produce un oleaje brutal que se desplaza a toda velocidad hacia la costa. En el pacífico existen tres zonas particularmente activas: La fosa oceánica del sur de Chile con Perú, la fosa cercana a Alaska, y la fosa Kamchatka-Kouriles al oeste del Japón.

 

 

Energía brutal

A diferencia de las olas generadas por el viento, como por ejemplo la de los huracanes, que son esencialmente un fenómeno de superficie, las olas de un tsunami parten de la base del océano, provocando olas de gran extensión y capaces de almacenar una energía colosal, que se desplazan a muchos cientos de kilómetros por hora y que debido a la gran profundidad del océano, durante su desplazamiento solo producen una diferencia de altura de apenas varias decenas de centímetros, y con una longitud de onda (distancia ente dos crestas) de algunos centenares de kilómetros!  Cuando llegan a la costa y debido a la perdida de profundidad, la ola se va levantando a medida que se acorta su longitud de onda, y muestra todo su furor.

En un tsunami de importancia, las olas en la costa pueden variar de 5 a 10 metros de altura, es decir, como una edificio de 3 pisos, y pueden llegar a alcanzar la costa un tren de 7 u 8 olas separadas entre 15 y 30 minutos unas de otras, siendo normalmente la segunda o la tercera la más potente. Son olas muy distintas de las que acostumbramos a ver en las películas de surf, sin parte cóncava, auque su forma varía mucho dependiendo del tipo de fondo en donde aterricen. Normalmente una ola de tsunami suele penetrar e inundar la costa arrastrando a su paso todo lo que encuentre, pero en ocasiones cuando la retirada de la ola coincide con la llegada de la siguiente, se puede levantar un espectacular y destructor muro de agua al chocar en direcciones opuestas la que llega contra la que se retira.

En alta mar la velocidad del tsunami es de unos 800 Km/hora es decir la de un avión a reacción de pasajeros. Cuanto más profundo sea el mar más rápido será su desplazamiento. En concreto, la velocidad de desplazamiento de un tsunami es proporcional a la longitud de onda y a la profundidad del fondo marino. Por ejemplo, con un fondo de 10 metros, su velocidad disminuye a unos 30 kilómetros por hora. La parte delantera de la ola se frena, mientras que su parte trasera que todavía no ha encontrado el fondo marino mantiene una velocidad importante. Por ello se produce el desarrollo vertical de la ola que además retira el agua de la costa algunos minutos antes de su llegada.

 

 Los mega-tsunamis

El 9 de julio del 1958, en la bahía de Lituya en Alaska, tres pesqueros faenan pescando salmones. Repentinamente un violento temblor de tierra de magnitud 8 se deja sentir. Al fondo de la bahía la ladera se desmorona y un muro de 1000 metros del altura de rocas y piedras se precipitan al mar a toda velocidad. Se creó una ola de 500 metros de altura que se proyectó violentamente sobre la costa norte de la bahía destruyendo absolutamente toda la vegetación en un radio de cerca de un kilómetro tierra adentro. El agua volvió de nuevo a la bahía sorprendiendo atónitamente a los 3 pesqueros que intentan desesperadamente ponerse a resguardo. Solo uno lo consigue, el segundo desaparece para siempre engullido por el agua y el tercero  ‘surfeo’ aterradoramente fuera hasta alcanzar el océano pacífico fuera de la bahía, sobreviviendo milagrosamente todos sus tripulantes.

 

Tipos de olas

Existen tres tipos de olas; Las generadas por el viento y soñadas por los surferos de todas las costas del mundo, que aunque pueden tomar una altura impresionante son mucho menos peligrosas que las de los tsunamis al ser movimientos superficiales. El segundo tipo son las de los tsunamis generados por temblores submarinos y otros fenómenos telúricos como explosiones y volcanes submarinos. El tercer tipo genera los mega-tsunamis y son consecuencia de la combinación de varios fenómenos como un terremoto submarino combinado con desplazamientos de laderas que se hunden en el mar, o la posible caída de un meteorito de gran tamaño.

La geología demuestra que en distintas ocasiones y hace solo algunos siglos, laderas enteras de volcanes se han desmoronado bruscamente en el mar provocando oleajes enormemente destructivos, como en la isla de Oahu cerca de Hawaï, en donde un volumen de unas 10 veces la montaña Everest se deslizó brutalmente en el mar.

Hace 4 años, un grupo de científicos suizos han estudiado en las islas Canarias la actividad volcánica en la isla de la Palma. En ella el volcán ‘Cumbre vieja’ que sigue activo y es particularmente inestable, en su erupción de 1949 se observó la formación de una enorme fisura de 4 metros de anchura por dos kilómetros de largo. Es decir, una parte importante de la ladera de cerca de quinientos millones de toneladas de rocas amenaza con desplomarse sobre el océano. Si todo ese volumen se estrellara sobre el océano, los científicos pronostican un mega-tsunami con ola de unos 700 metros de altura. Se desplazaría a 720 Km/hora hacia la costa de Estados unidos que chocaría en unas 8 horas tragándose desde Miami hasta Boston y Nueva York. Imposible de prever cuando...

 

 

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