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Yucatán; buceo sin
límites
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México -
Península de Yucatán. Lugares tan emblemáticos como Playa del
Carmen, Isla de Cozumel, Isla Mujeres, la ciudad de Mérida,
Chetuman, Tulum...
Esta región
mexicana ofrece las condiciones perfectas para disfrutar de la
navegación y del buceo sin olvidar el patrimonio cultural y sus
selváticos paisajes interiores.
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Desde el norte
de Cancún, hasta la misma frontera con Belize, podemos navegar y
bucear a placer. Esta parte del Mar Caribe revela un ecosistema
dinámico y lleno de vida extremadamente colorido y vivo. |
A pesar
del maltrato humano, sus corales y cardúmenes de peces
tropicales se mantienen sanos y el buceo de estas aguas continua
ofreciendo una impresionante experiencia al aficionado. Desde
Cancún o el norte de Playa de Carmen hasta abajo, en la laguna Bacalar o en sus arrecifes en mar abierto como son el
Banco
Chinchorro, podemos recorrer centenares de kilómetros realizando
inmersiones espectaculares.
Y ya que
hablamos de buceo, no debemos dejar de conocer al menos algunos de
sus cenotes más impresionantes, en los que la sorpresa y el asombro
están garantizados. Yucatán esconde miles de cenotes en esta región,
la más importante del mundo en estas increíbles formaciones
calcáreas. En
total más de 6.000 cenotes repartidos en las provincias de Yucatán,
Quintana Roo y algunos también en Campeche, de los cuales muchas
decenas merecen una visita e inmersión.
Yucatán ofrece una experiencia dinámica y llena de contrastes, pues además
de los buceos en costa caribeña o en mar abierto en algunos islotes
aislados muchas millas mar adentro, tenemos la posibilidad de
descubrir cientos de cenotes
flipantes, o inmensas lagunas y ruinas singulares tanto en la
costa en Tulum, como en el interior, en ciudades Mayas semi-cubiertas
de vegetación selvática, que aún en estos días se siguen
descubriendo. Una península llena de contrastes, en donde se dan
cita los pueblos actuales con civilizaciones antiguas.
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¿Qué son los cenote?
Durante
millones de años, el agua de lluvia fue disolviendo lentamente
el suelo calcáreo de toda esta enorme región, creando
sumideros en los que se acumula el agua dulce. Agua cristalina
que forma sistemas de cuevas subterráneas, que en muchas
ocasiones se comunican con el mar. El buceo en cenotes nos
permite acceder a cavernas misteriosas que muestran increíbles
formaciones con estalagmitas y estalactitas submarinas en
mitad de un agua tan transparente como el cristal. Una
sensación única de aventura y libertad. Estos cenotes eran
sagrados para los mayas que los utilizaban como fuente de agua
dulce, y que conducían al inframundo de los espíritus.
Alrededor de la ciudad de Mérida, se encuentran muchos de los más famosos
que se adaptan a todos los niveles de buceo. Algunos muy
sencillos de aguas abiertas y fáciles de bucear. Otros
desafiantes que requieren técnicas avanzadas y mucha
experiencia en espeleobuceo.
Los hay
semiabiertos con una entrada principal por la que se cuela la
luz natural a raudales creando interesantes paisajes con
sombras en las zonas más profundas, que contrastan con la gran
boca iluminada de intenso cian. Los que son totalmente
abiertos ofrecen amplias entradas que inundan todo de luz
natural y los cerrados con entradas estrechas y más
comprometidas, que conducen a la red de laberintos submarinos
siempre en agua tan transparentes como el cristal.
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Para llegar a
Yucatán podemos tomar un vuelo a Cancún directo que parte desde Madrid.
En Cancún podemos tomar un autobús o un taxi a Playa del Carmen o
hasta Mérida. El
taxi a Playa suele llevar una hora y media y lo mejor es contratarlo
fuera del aeropuerto para conseguir tarifas mucho más económicas al
no tener que pagar el “impuesto” del aeropuerto.
Pero Mérida también
tiene aeropuerto en conexión de DF. Las carreteras dentro de Yucatán
están bien mantenidas, pero aún así, debemos estar atentos al
conducir y evitar trayectos nocturnos. Desde Playa del Carmen
existen numerosos ferries a la isla de Cozumel que hacen el trayecto
a casi todas las horas, siendo el último sobre las 10 de la noche.
Yucatán ofrece
la posibilidad de bucear durante todo el año y la mejor época para
viajar dependerá del tipo de buceo que vayamos buscando. Los buceos
en cenotes se pueden practicar durante todo el año pero en la
temporada seca, considerada la temporada alta, durante los
meses de Noviembre, Diciembre, Enero, Febrero, Marzo, e incluso
Abril, la visibilidad es aún mayor en sus cuevas de agua dulce. En
esta época del año hay pocas lluvias y las temperaturas son ideales
para bucear tanto en cenotes como en arrecifes en el mar.
Si queremos ir
a hacer snorkel con el tiburón Ballena, podemos hacerlo en la zona
de la Isla de Holbox, o en la de Isla Mujeres, y debemos elegir
los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre, en mitad de la
temporada húmeda, con la temperatura del agua más alta y meteo más
impredecible, aunque perfectamente válida para bucear, ya que las
tormentas suelen durar un rato y no suelen ser inconveniente para
tener estupendas inmersiones.
La ciudad de
Mérida y alrededores
Aunque no está
en la costa, Mérida es el centro del buceo de cenotes en Yucatan, al
encontrarse muchos de ellos a distancias equidistantes de esta
ciudad, que actúa como centro logístico desde el cual organizar y
viajar a los más impresionantes.
Al
norte tenemos Sisal, a menos de una hora en coche, con bellas
playas y manglares en los que poder realizar interesantes y fáciles
inmersiones a poca profundidad y en un entorno lleno de vida. En la
zona existen pecios de gran interés como el antiguo vapor británico
que traficaba con esclavos. También se encuentra otro barco holandés
de 1700 entre otros posibles puntos de inmersión.
En Sisal
existe una marina en la que se puede alquilar un barco para salir 68
millas náuticas, rumbo norte, hacia el Parque Nacional Arrecife
Alacranes con paisajes puramente caribeños de aguas color cian y una
vida salvaje muy rica y diversa. Sus 5 islas nos aseguran
inmersiones vibrantes con corales en muy buen estado y algunos
pecios rodeados de peces tropicales y tortugas marinas e incluso
mamíferos marinos.
Algo más al
Este de Sisal, se encuentra el pueblo costero de Progreso, con
playas tranquilas, ideal para los que se inician en el mundo del
buceo.
Aún más al
Este y al Norte de Cancún se encuentra la laguna marina de Holbox
con manglares de aguas cristalinas desbordantes de vida, desde donde
se realizan salidas a mar abierto, para nadar junto al tiburón
ballena durante los meses de verano. Frente a Cancún podemos coger
el ferry a Isla Mujeres, también en la ruta migratoria del tiburón
ballena, una isla muy animada y con aguas tan hermosas cómo las de Cancun. La gran laguna interior de la pequeña Isla Mujeres está
conectada con el mar y sirve de puerto natural en dónde también
podemos alquilar barcos para navegar en la zona.
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Los Cenotes cerca de Mérida
Cenote
Kankirixché en el municipio de Abalá es del tipo semiabierto.
Accedemos por una cómoda escalera de madera desde dónde
iniciamos la inmersión en aguas turquesas que descienden hasta
una profundidad entre los 2 y los 50 metros. A media
profundidad se extienden varias galerías en las que baja la
luz pero se mantiene la transparencia de sus aguas.
En la
carretera hacia Telchaquillo encontraremos el cenote semiabierto
de Nah Yah, a sólo 53 kilómetros de Mérida, también de aguas
azules y una profundidad de 27 metros y buen comienzo para
empezar a descubrir este tipo de buceo.
El de
Noh Mozón es excepcionalmente bonito, aunque menos conocido
por ser más complicado su llegada, a 70 kilómetros de Mérida.
Aguas cristalinas y una estupenda caverna que poco a poco va
haciéndose más profunda hasta alcanzar los 48 metros de fondo.
El
cenote de X-Batún también es sencillo al ser de tipo abierto,
y tiene una profundidad de 58 metros, adornado por densa
vegetación y paisajes de ensueño.
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Isla de
Cozumel
Desde Cancún,
famosa por su gran oferta hotelera, podemos dirigirnos a Playa del
Carmen, totalmente al Este de la Península de Yucatán. En Playa
encontraremos cenotes misteriosos y un buceo de costa muy atractivo
en los no es raro tener encuentros con tiburones toro, especialmente
en los meses de Diciembre, Enero y Febrero. También existen cavernas
submarinas y fauna de arrecife de gran interés con grandes rayas
águila, tortugas verdes y otros pelágicos.
Más alejados
de la costa es posible hacer snorkel con el enorme tiburón ballena y
tener encuentros con delfines listados.
Pero sin lugar
a dudas, el destino de buceo por excelencia en la zona es la isla de Cozumel. Toda la isla está rodeada por un extenso arrecife conocido
como la gran barrera Mesoamericana, que se extiende hasta más allá
de Roatán en Honduras, el segundo mayor sistema de arrecifes de
coral del planeta.
En Cozumel
vamos a disfrutar a tope, si nos gusta el buceo de
“swims-throught” con impresionantes paisajes submarinos plagados de
pasadizos y distintos niveles de laberintos. Túneles y recovecos se
suceden unos de trás de otros, en mitad de una orografía submarinas majestuosas con pináculos, cañones y
playas submarinas.
Aunque el
coral ha sido maltratado, y ya no es lo mismo que pudo descubrir el
comandante Cousteau hace 50 años, los buceos en Cozumel siguen
siendo magníficos.
Hemos
comprobado que en los últimos años, la vida marina ha mejorado de
forma notable. Me sigue encantando bucear en Cozumel, y cada
inmersión en “Ladrillos”, “Palancar”, “Columbia Wall”, “Santa Rosa
Wall”, “El paso del diablo”, y tantos otros puntos de inmersión, son
para repetir una y otra vez, aunque ya no se vean tiburones toro en
el lugar, como así ocurría hace 20 años…
Ya sabemos que
las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que Cozumel sigue
siendo uno de los mejores sitios del buceo del mundo, con medio
centenar de puntos de inmersión, entre los 3 y 30 metros de
profundidad, repletos de peces propios de estas latitudes y corales
que vemos recuperarse gracias a los programas de protección del
medioambiente marino. Casi 300 especies de peces tropicales, unos 30
tipos de esponjas, y 77 tipos de corales distintos, que hacen de
este Parque Nacional Marino un destino obligado.
Acabadas las
inmersiones, y relajados en el hotel, podemos salir por San Miguel
de Cozumel para pasear y encontrar una enorme cantidad de cantinas,
tabernas locales o restaurantes internacional, en donde relajarse
con una “Dos Equis” o una “Sol enchilada” con lima, planeando las
próximas inmersiones del día siguiente, mientras saboreamos unos
pinchos morunos con la sabrosa salsa “Chipotle”.
Ya de regreso
en Playa del Carmen, además de sus buceos en costa, podemos
organizar varias excursiones a divertidos cenotes como son el cenote
azul, de aguas cristalinas y accesos sencillos para los no iniciados
en este tipo de buceos, aunque también ofrece experiencia fuertes
para los que acumulan más experiencia y no dudan adentrarse en
paisajes más atractivos y excitantes. Paisajes submarinos
espectaculares con formaciones imposibles, suspendidos en aguas
cristalinas.
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Los Cenotes de Playa del
Carmen
Si
buscamos un cenote tranquilo pero de gran belleza, podemos
hacer una excursión a Zacil-Ha, en la que el agua dulce se
convierte a partir de los 20 metros en agua salada creando
sorprendentes efectos visuales en su haloclina. También
tenemos cerca de Playa, el de Carwash con un sistemas de
cuevas plagadas de estalactitas y estalagmitas que no debemos
dejar de conocer.
El
cenote Cristalino permite desde el snokel a buceos profundos
en mitad de un decorado rocoso plagado de recovecos que
invitan a descubrir todos sus rincones. También hay que
destacar el cenote del Jardín del Edén, en mitad de la selva
de Yucatán, de aguas muy claras y una visibilidad que parece
no acabar.
En el
cenote Taj-Ma-Ha ofrece una belleza única con cavernas
interconectadas creando estancias submarinas de esta gran
mansión subacuática. Quizás por ello la traducción del nombre
sea perfecta “Casa del agua”. Los reflejos del sol en su
interior crean una atmósfera casi mística que no debemos
dejar de visitar.
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Unas horas en
coche más al sur, se encuentra Tulum, en cuyos alrededores se
esconden algunos de los más bellos cenotes del Yucatán, además de
por supuesto, las famosas ruinas mayas al borde del mar. Todo
aderezado con unas costas y playas paradisíacas en dónde los paseos
selváticos son tan bellos como inquietantes. Cuando lo visité hace
ya un buen número de años, vagábamos entre templo y templo, cuando
en mitad del camino turístico, apareció una serpiente verde
esmeralda. Nuestros conocimientos de herpetología distan mucho que
desear, de modo que nos alejamos y esperamos a que se fuera, sin
nunca llegar a saber si el reptil era o no peligroso.
Pero volviendo
a lo que nos ocupa; Los paisajes submarinos de Tulum, ofrecen cuevas
submarinas que bien merecen el pago de la excursión al club de buceo
local, que nos llevarán con gusto a descubrir la fantástica belleza
y los secretos
ocultos de la “serpenteante” Riviera Maya.
Existen muchas posibilidades para hacer noche, y en su momento
pudimos alojarnos en cabañas muy espartanas sin ni siquiera luz
eléctrica, pero al mismo borde del mar. Una experiencia ciertamente
memorable.
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Los Cenotes cerca de Tulum
El
cenote Dos Ojos es uno de los más famosos, caracterizado por
tener dos pozos que conducen a numerosas ramificaciones
calcáreas de formas sorprendentes, inundadas por aguas
cristalinas, y en el que bucearemos entre sus rocas que
conforman un paisaje submarino de gran belleza, con
estalagmitas en muchas zonas del cenote.
El
Cenote Del Pozo es una inmersión vertical que baja hasta
profundidades prohibidas en la oscuridad del abismo. A media
altura encontramos una haloclina en la frontera de separación
con el agua salada de la parte inferior del cenote. Es toda
una experiencia casi extraterrestre.
El
cenote Angelita es sencillamente de otro mundo con un fondo
sulfuroso que crea una atmósfera etérea e irreal a unos 30
metros de profundidad, como una nube que se dispersa en una
especie de río submarino que atravesamos al ganar
profundidad.
Casa
Cenote está directamente conectado con el mar entre mangles y
vegetación. Su aguas salobres albergan una gran cantidad de
vida que puede disfrutarse haciendo snorkel o en cómodo buceo
con botella.
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Camino de
Mahahual
Siguiendo la
ruta de la costa rumbo sur, se alcanza en unas horas Mahahual,
pequeño pueblo de pescadores a unos 280 kilómetros de Playa del
Carmen, casi en la frontera con Belice. De camino se puede uno
adentrar en la Reserva de la Biosfera de la Costa Maya, que ofrece
una experiencia única. Caminos de arena revirados entre palmeras cocoteras, que aunque suene a postal, están bañadas por aguas
turquesas de miles de tonalidades.
Una fauna
salvaje en la que viven hasta panteras, y aunque no
vimos ninguna, si nos cruzamos con muchos pelícanos que alzaban el
vuelo a escuchar el ruido de nuestro coche. En un momento dado la
carretera continuaba atravesando una especie de manglar a través de
un puente de unos 50 metros de longitud fabricado por líneas de
troncos que dejaban ver el mar en su medio. La verdad es que no nos
atrevimos a atravesarlo, por prudencia o quizás inexperiencia, ante
el peligro de resbalar y acabar con el coche en el agua.
Media vuelta y
hacia Mahahual que alberga otra parte de la gran barrera de coral,
formada en esta zona por 60 kilómetros de puro arrecife, plagados de
laberintos y rincones desbordantes de vida submarina. Se trata de un
buceo tranquilo sin grandes corrientes y famoso por su excepcional
visibilidad, cuyas características se resumen en un buceo limpio e
igualmente espectacular. Es normal avistar grandes tortugas, mantas
rayas, morenas, delfines e incluso manatíes y también diferentes
tipos de tiburones.
Además desde
Mahahual se puede embarcar hacia los islotes del Banco Chinchorro
que ofrece también excepcionales experiencias de buceo para los
amantes de los naufragios y densos cardúmenes de peces.
Ocasionalmente también es posible el encuentro con cocodrilos de
agua salada, lo cual es tremendamente excitante…
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