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Encuentran el pecio del "Endurance"

 

 

La expedición de Shackleton intentó atravesar la Antártida en 1914, alcanzando la latitud 88º 23´S a sólo 190 kilómetros del polo sur. El barco se hundió atrapado por la banquisa y ahora, 107 años después, ha sido encontrado, como si no hubiera transcurrido el tiempo.

Una aventura apasionante, liderada por el explorador irlandés, que a pesar de las terribles condiciones, supo aguantar junto con los 27 miembros de su tripulación, la climatología mas extrema del

continente helado. Al poco tiempo de arribar a la Antártida, el Endurance quedó atrapado por lo hielos y debido a la presión del mar helado, el barco se hundió quedando la tripulación expuesta a las condiciones más dramáticas. En total 647 días de lucha en las condiciones más extremas, sin que Shackleton perdiera ni un solo hombre.

A 3008 metros de profundidad reposa el Endurance encontrado este año 2.022 en un estado extraordinario y a sólo 4 millas náuticas del punto registrado de su hundimiento. La expedición del rompehielos “Endurance22” lo ha localizado tras varias semanas de prospecciones. El explorer de madera estaba arbolado por 3 mástiles ayudados por un motor de vapor y carbón. El famoso velero fue construido en noruega en 1912 y diseñado con una gran solidez estructural.

Para su localización se ha empleado un vehículo submarino autónomo que ha permitido captar las espectaculares imágenes de la cubierta y de su casco. Durante la expedición de localización, también se han llevado a cabo a bordo del “Agulhas II”, varios experimentos científicos relacionados con el cambio climático y el entorno marino de la Antártida. El vehículo submarino, controlado desde superficie, fue barriendo el lecho hasta encontrar el pecio tras 2 semanas de idas y venidas,  justo ahora en el centenario de la muerte de Sir Ernest Shackleton.

 

 

Aquel verano de 1921, y al poco de fondear en la Antártida, las condiciones climáticas en enfurecieron, helando todo el mar alrededor del barco en una infinita banquisa, que fue lentamente derivando con el barco al mar adentro, a medida que la gruesa capa helada ejercía presión hasta desencajar los forros del velero. “Durante la noche del día 3 oímos cómo el hielo se trituraba y por la mañana vimos que la capa de hielo alcanzaba hasta 3 metros”.

 

 

Shackleton tenía la esperanza de que el barco pudiera navegar cuando quedara liberado de los hielos, tras pasar el invierno. “De repente un témpano a babor se rompió y enormes trozos salieron disparados debajo de la sentina mientras al cabo de unos segundos el barco se escoraba hasta treinta grados por babor”. El 24 de octubre el agua comenzó a penetrar y sólo un día después, Shackleton dio orden de abandonar al grito de “se está hundiendo!”. 

Las heladas condiciones antárticas han contribuido en gran medida a la conservación del Endurance. La temperatura de casi cero grados en el fondo marino, ha preservado las maderas y superestructuras del pecio. A esa temperatura y profundidad no hay mucha vida marina, lo cual también ha ayudado a la preservación del Endurance, que parece formar parte de un escenario surrealista.

 

 

Sólo algunas esponjas, anémonas y algunos crinoideos habitan en la cubierta fantasmal. La rueda del timón, su mecanismo de gobierno, los tragaluces, el balcón de popa, los pasamanos, las anclas.… todo parece querer volver a la vida marinera. Incluso la escora que tenía antes de su hundimiento desapareció al reposar sobre el lecho marino completamente horizontal. Y en la popa se lee majestuosamente el nombre ENDURANCE.

 

 

La tripulación pudo salvar provisiones y equipos para montar un campamento encima del hielo flotante a la deriva. El 17 de Marzo de 1916, el enorme témpano de hielo se hallaba a 100 kilómetros de la isla Paulet, pero separados por un hielo intransitable. El mes siguiente el hielo se partió y la tripulación exhausta embarcó en los botes salvavidas recuperados del Endurance. Tras 5 días de angustia, los aventureros alcanzaron la desértica e inhóspita isla Elefante alejada de toda ruta marítima. Shackleton y 5 de sus hombres se arriesgaron a navegar 1.300 kilómetros en un bote salvavidas de 6 metros de eslora, que reforzaron, sellaron con una cubierta improvisada y llenaron de piedra para mejorar su estabilidad. A pesar de los vientos huracanados y las tormentas más terribles, lograron alcanzar  la estación ballenera de Georgia del Sur desde la que comenzó el largo rescate.

 

 

El coste de la expedición Endurance22, ha alcanzado 10 millones de euros donados de forma anónima. La expedición ha partido de Cape Town a comienzo de febrero de 2022 y para la localización del Endurance, se han utilizado dos robots submarinos que navegaban pegados al fondo durante dos sesiones diarias cada una de ellas de 6 horas. Para la localización además de las cámaras de video, los sumergibles han ido equipados con sonars de alta resolución.

 

 

El pecio ha sido declarado monumento submarino, dentro del parque internacional de la Antártida y se conservará tal cual, preservando su sepulcral silencio. No se han recuperado restos ni subido ningún elemento a la superficie.

 

 

 

 

 

   Artículos relacionados:

         - Ernest Henry Shackleton - "Historia del Endurance"

         - Ernest Henry Shackleton - "En honor de Sir Ernest"

 

 

 

 


 

 

 

 

 

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