Ponga un PC en su barco

Ya sé que los más mayores, y los más puristas dirán que el ordenador no hará más que complicarle la vida. Que navegar no tiene nada que vez con la tecnología y que lo bonito del barco es justamente desconectar de la vida moderna plagada de microchips y tecnología. Y no les falta razón, pero todo dependerá del enfoque con el que miremos a nuestra querida afición al mar y a los barcos.

Los hay, quienes disfrutan del mar en una pequeña neumática, o en una gran lancha offshore capaz de alcanzar 70 nudos. Para ellos el PC en el mar no tiene ningún sentido. Otros utilizan el barco para navegar y para pasar varios días seguidos fondeados, o sencillamente en puerto, utilizando el barco además de cómo medio para disfrutar del mar, como lugar de “residencia”, ya sea un velero o un yate de motor. Y en estos casos, y con independencia de la eslora, el ordenador es capaz de hacer muchas cosas por nosotros. Cualquier tecnología es buena siempre que no nos obsesione o nos dejemos esclavizar por ella. El PC como cualquier otra herramienta, será tan buena o tan mala, como el uso que hagamos nosotros de ella.

Pero al final prevalecerán aquellos que prefieren el GPS al sextante, aquellos que prefieren el dacrón, el kevlar, o el epoxi. Esto no quita que podamos disfrutar también con el "sabor" de lo clásico.

Detrás de la mayoría de los aparatos que usted conoce como charts plotters, radares o sondas gráficas, lo que hay detrás es un auténtico PC, pero en formato propietario, en el cual, en vez de disco duro, se ha utilizado una memoria de estado sólido. En vez del sistema operativo que suele ser siempre Windows se ha utilizado una versión ligera de algún linux u otro sistema operativo. En vez de monitor externo se utiliza una pantalla TFT de pocas pulgadas integrada con la carcasa del equipo.

Un PC en el que se han “capado” la mayoría de los elementos de entrada y salida, y en los que se ha cargado un “software” específicamente diseñado para hacer las veces de radar, de plotter, de AIS, de sonda gráfica, o de lo que sea. Un “software” que en vez de instalarse en el PC desde un CD-Rom, sencillamente está siempre instalado en la memoria de estado sólido que hace las veces de disco duro.

De esta manera podremos entender mejor cómo un PC puede hacer de TODO. Pero debemos destacar que aunque un PC vale para todo, este no debe sustituir a NADA aunque capacidad tiene de sobra para hacerlo. ¿Porqué?

Fiabilidad es la palabra clave. En el mar no podemos permitirnos que un elemento de seguridad, como al fin y al cabo lo es un GPS, un Plotter o un radar, se pueda “colgar” como cuando jugamos al “Age-of-empires” o trucamos las fotos con el “Photoshop”. Esto no quiere decir que el PC sea peor.

No. Sencillamente el Plotter no se cuelga porque no tenemos la posibilidad de cargarle otras cosas para las que no ha sido diseñado. O lo que es lo mismo, si un PC lo dedicáramos de forma exclusiva, para un solo programa, sin cargar software, nuevas revisiones de Windows, y más programas interesantes que “caen” en nuestras manos, sería sin lugar a dudas muchíiiiisimo más estable y seguro en su funcionamiento.

El PC es genial en el barco. Nos permitirá poder tener un segundo chart-plotter y con algunas ventajas frente a los comerciales, como más tarde analizaremos, nos permitirá por poco dinero disponer de los avanzados AIS, de los que ya hablamos en otro artículo, o con alguna tarjeta de expansión, montar un segundo radar, o incluso disponer una muy avanzada sonda gráfica del tipo 3D.

Pero esto es solo el principio. Un PC le permitirá escribir en su procesador de textos, mandar emails (con un modem del tipo GPRS claro, que ahora son muy baratos vendidos por Orange, Vodafone,…) o navegar por Internet para consultar las webs de meteo, y demás. C

Conectado unos altavoces externos que también son muy baratos, podrá tener música a “gogo” en formato MP3. Podrá ver películas en DVD, o tener una buena batería de juegos para los niños y los que no son tan niños también. Cargar programas para regatas, o decenas de aplicaciones que son francamente interesantes.

¿Pero, que tipo de PC es el más adecuado para el barco?

   El portátil

Es el más lógico de todos ellos. Se puede poner en la mesa de cartas, o hacerles un hueco específico en la carpintería. Si tiene miedo a que deslice, utilice una base de goma antideslizante que venden en los centros comerciales. Son muy efectivas, pero tenga cuidado en no tapar las rejillas de ventilación. Los portátiles son utilizados por la mayoría, incluso en los veleros de regatas transoceánicas. No merece la pena adquirir ningún portátil “rugerizado”, que quiere decir específicamente diseñado para entornos agresivos (el mar lo es), ya que son muchísimo más caros, y de inferiores prestaciones.

En la práctica y como demuestran muchos navegantes, llevar un portátil económico, como los que puede adquirir en cualquier centro comercial por unos 700 a 900 € da buenos resultados. En un reciente Raid transoceánico, de 70 portátiles "normales" llevados en 70 barcos, solo 2 llegaron estropeados y por problemas de tirones del cable de alimentación, nada que ver con el funcionamiento interno del equipo. ¡Pero obviamente no los utilice en la bañera mientras navega o se lo baje en la auxiliar a la playa!

Los portátiles no pueden ampliarse con la facilidad de un equipo de sobremesa o minitorre, ya que no lleva ranuras de expansión a parte de la PCMCIA. Pero ahora la mayoría de los dispositivos externos van con conexión USB, de modo que no será demasiado complicada la conexión.

   El PC “clásico”

Como el que hemos tenido en casa antes de la invasión de los portátiles. Aunque son un poco más baratos que los portátiles, en el barco tienen bastantes pegas: Ocupan mucho espacio, hay que montar una pantalla externa que también ocupa espacio a pesar de utilizar un monitor TFT, y hay que alimentarlos a 220 voltios, lo que obliga si o si a utilizar un convertidor. Los convertidores a veces entregan corrientes fluctuantes al conectar o desconectar cargadores y otros elementos del barco, y esto no les gusta nada a los PCs.

La ventaja reside en que permiten aceptar todo tipo de tarjetas de ampliación, como las que se venden para montar un radar en un PC, o disponer de arquitectura muy abierta, para montar sistemas de control complejos y avanzados.

   El PC “Marinizado” o  el Mini-PC

A caballo entre ambas opciones se encuentra un tipo de PC que va montado en una caja muy pequeña del tamaño de un radio casete de coche, con alimentación externa a 12 voltios, lo cual permite prescindir de los 220 voltios, y contar con un montón de puertos de conexión externa. Además de los famosos USB, suelen llevar intefaz serie RS232, lo cual es importante pues hay dispositivos que solo permiten conexión a través de RS-232.

Este tipo de PC’s llevan una pequeñísima placa base basadas en procesadores VIA, Intel  o AMD, y perfectamente capaces de correr los sistemas operativos y el software más usual. ¡Funcionan muy bien y hacen mucho menos ruido de ventilador que los PC grandes, lo cual es de apreciar!

Por su tamaño pueden ser enajados en cualquier panel del barco y como las pantallas TFT también pueden fijarse a mamparos y tableros, resulta una solución muy adecuada cuando deseemos disponer de un PC fijo en el barco y dedicado a las aplicaciones de software “marinero”. Consumen muy poquito, del orden de pocas decenas de watios y pueden ser comprados con distintas configuraciones para que se adapten lo mejor posible a sus necesidades.

Lo malo son sus precios siempre por encima de los 1.000 € en sus configuraciones más básicas. ¡Y el caso es que no tienen ningún misterio! Por ello dedicaremos el próximo mes, un artículo dedicado al Mini PC marinizado, para que, por sólo unos pocos cientos de Euros, pueda montárselo usted mismo.

De hecho, bastante antes de que saliera al mercado el primer modelo (el TinyByte) durante la feria de Dusseldorf de 2005, en la redacción de Fondear.com ya montamos un prototipo casi idéntico a los que posteriormente salieron al mercado, y que nos ha dado un perfecto resultado desde entonces, instalado en un velero.

 Pequeños trucos hay, como por ejemplo el de utilizar un cable de alimentación de sección adecuada ya que en caso contrario se produce una ligerísima caída de tensión suficiente para que no funcione adecuadamente (nos costó bastante descubrirlo!!), y otros que ya descubriremos.