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Horno microonda: El mejor... el más barato

 

 

Es sabido los altos precios que tienen algunos accesorios náuticos como por ejemplo el horno microondas. El precio cercano a los 1.000€ resulta prohibitivo, lo cual no debe desanimarnos, pues existen alternativas para no prescindir de ellos.

La única diferencia entre los modelos que encontramos en las grandes superficies comerciales, con los microondas náuticos es la tensión de alimentación, al ser esta de corriente continua a 12 voltios (o 24 voltios) frente a los clásicos 220 Voltios

en alterna de cualquier enchufe de cocina. Además, los microondas que se consiguen por 100 € o 200 € en las grandes superficies, son más modernos, avanzados y mejores… La única pega es que funcionan a 220 voltios, lo cual los hace en principio inapropiados para el barco, o quizás no...

 

220 voltios a bordo

 

Es claro que si dispusiéramos siempre de 220 voltios en el barco, el problema estaría solucionado. Por ello la mejor solución consiste en montar un microondas normal y buscar una solución que nos permita disponer de 220 voltios a bordo.

Cuando estamos conectados a la corriente del pantalán, el asunto está solucionado pues tendremos 220 voltios en el barco. Además, si con el tiempo el microondas se llegara a estropear, su sustitución nos costará poco dinero y dispondremos del último modelo del mercado.

En realidad no existen microondas de 12 voltios. Los microondas náuticos son hornos normales a los que en su interior, el comercializador ha montado un conversor de corriente de 220 voltios a 12 voltios… y punto. No hay ningún fabricante de hornos tipo Sansung, LG, Phillips… que fabrique pequeñísimas tiradas para los aficionados a la náutica. No sería rentable.

Por ello lo que se hace para el mercado náutico es “meter” en el interior del microondas un ondulador de corriente, cuyo único requisito es que soporte una potencia mantenida al menos equivalente a la consumida por el microondas. Esto quiere decir que si un típico microondas consume unos 700 watios, con un conversor de unos 1.000 ó 1.200 watios tendremos suficiente potencia, habida cuenta que los hornos microondas suelen funcionar durante periodos de pocos minutos.

 

En ocasiones lo más difícil es el de localizar un hueco para montar el microondas. En un barco el espacio no sobra. En este Oceanis 393 decidimos montarlo detrás de la cocina.

 

 

Por todo ello, lo mejor es montar un microondas de 220 voltios y utilizarlo con la corriente del pantalán cuando estamos en puerto y con un conversor si estuviéramos navegando. Esta configuración es mucho mejor ya que podremos montar cualquier microondas disponible del mercado, podremos cambiarlo por poco dinero y lo que es más importante, cuando estamos en puerto evitamos a las baterías una autentica tortura de descarga, que forzará a su vez el cargador de baterías y el conversor de corriente, amen de evitar las pérdidas de potencia debidas a la conversión de tensión.

 

Instalar el horno microondas a bordo

 

En nuestro caso escogimos un pequeño modelo del fabricante LG con el frontal en inox comprado por solo 100€ en un centro comercial. Las formas rectangulares de estos cacharros conjugan francamente mal con las molduras y amuras redondeadas de los interiores de muchos barcos. Por ello lo someteremos a una pequeña "cirugía".

 

Nos estorba la esquina puntiaguda trasera que choca contra la moldura del barco. Decidimos serrarla una vez comprobado que lo único que nos llevamos por delante es solo chapa. Una pequeña radial de corte fino y un poco de maña deja el microondas "tuneado" en pocas horas. El corte dado nos permite retrasar el microondas unos 4 centímetros, hasta enrasarlo con el fondo de la cocina.  

 

Para aprovechar al máximo el espacio estudiamos la posibilidad de eliminar una de sus esquinas, y así encajarlo mejor. No hay problema ya que el corte no afecta a ningún elemento vital del aparato. Basta con desmontar la carcasa, marcar con un rotulador el "tetraedro" a eliminar y cortar con una pequeña radial o sierra de metal. Previamente protegeremos el entorno interior del aparato con un trapo que evite las virutas que pudieran saltar hacia dentro. La “herida” queda finalmente protegida con un poco de espuma de poliuretano pintada de negro. El trabajo ha sido perfecto y lo único que perdemos es la garantía. Pero son solo 100€ y con lógica hemos comprobado el buen funcionamiento del nuevo aparato, antes en entrar en faena.

 

 

Diseñar la ebanistería

 

Para conseguir integrar el nuevo microondas con la ebanistería del barco, decidimos montar una pequeña construcción que nos ayude a fijar el horno además de darnos más organización en la cocina. La estética es importante y por ello hay que buscar una localización que se integre o mejore la distribución de la cocina.

 

Pero lo más importante es asegurar que el horno quede perfectamente fijo y sujeto dentro del barco. Un horno "volando" por el interior de un barco como consecuencia de los continuos machetazos de un temporal puede convertirse en asunto peligroso. Por ello nos lo planteamos con la máxima seriedad.

 

Durante la localización del sitio idóneo estaremos atentos a esta importante premisa y utilizaremos tornillos rosca chapa que agarren la carcasa del horno al interior de los armarios. Montamos fuertes escuadras que lo atornillen y fijen desde diversos ángulos.

 

   

Esta es la parte más divertida del proyecto. Conseguir encontrar la mejor solución a base de ingenio.  Con la idea en la cabeza, montamos una maqueta realizada con cartones que troquelamos con tijeras. Para ello utilizamos algunos cartones. Debemos tener presente el espesor de los cartones pues luego utilizaremos contrachapado marino de 15 milímetros.

 

 

Con un poco de imaginación encontraremos un lugar apropiado en el que poder montar la estructura necesaria e integración con el resto de los muebles. En algunos casos lo más sencillo es utilizar una parte de un armario que ofrezca un buen hueco en su interior con lo que evitaremos operaciones quirúrgicas en las chapas de su estructura metálica. En nuestro no queríamos condenar ninguno de los armarios disponibles.

 

A partir de unos gruesos cartones recortamos las piezas que luego habremos de fabricar en madera contrachapada. Con un cutter cinta adhesiva y un poco de paciencia iremos dando forma al nuevo armario dedicado al horno. Cuando todo parezca encajar nos llevaremos estos cartones a casa para recortar las maderas teniendo en cuenta la dirección de las vetas por motivos estéticos. Es muy probable que alguna madera deba ser ajustada o retocada, lo cual nos obligará a varios viajes del barco al taller.

 

Y con todo el material ya listo montaremos la nueva ebanistería mediante tornillos rosca madera o pasantes con tuerca para fijar las fuertes escuadras de sujeción del microondas a la estructura interior del barco.

 

   
   

 

 

 

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