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El mantenimiento interrumpido del Disaronno

 

(por José Antonio Recuenco,  mi vecino de pantalán)

 

 

 

Uno de los principales problemas que se plantea el armador, especialmente en barcos comprados de ocasión, es el mantenimiento del barco. La adquisición inicial es un desembolso importante, pero una vez pagado, se acabó la dificultad....

 

O más bien ¿empezó el problema?

Un barco como el Disaronno, con el equipamiento de este velero, nuevo salido de astillero puede rondar los 400.000 € (actualmente octubre de 2.023). Obviamente Disaronno no ha costado eso, con lo cual, hay una diferencia que hay que asumir y esa diferencia

yo la llamo, mantenimiento ininterrumpido. Todos los componentes del barco tienen unos años de servicio, e irremediablemente, van muriendo poco a poco con el uso. Tarde o temprano, más temprano que tarde, se hace necesaria la sustitución. Y creedme, las piezas y partes que tiene un barco tienen a infinito…

 

El entorno marino descompone literalmente todo, a una velocidad bastantes veces superior a lo que podemos entender como normal en un entorno terrestre, seco y sin humedad. Condiciones salinas y agresivas que pasan factura irremediablemente a cada parte del barco. Y esto, hay que tenerlo muy presente.

 

 

Desmontando y limpiando los winches... Pieza a pieza.

 

 

Un navegante/armador conocido, decía que navegar con barco propio consiste en "moverte por el mar reparando cosas de fondeo en fondeo". Cuando te lo dicen, no lo entiendes muy bien, o no alcanzas a comprender la dimensión de la afirmación. Sin embargo es justamente así…, literalmente.

 

 

Toma tu decisión

 

Por ello, una sugerencia para aquellos que estén planteando ser armadores, es que se realicen a sí mismos las siguientes preguntas:

 

1º Eres manitas?

 

2º Estas dispuesto a dedicar tu tiempo libre a reparar con gusto las cosas que se vayan rompiendo?

 

3º Dispones de recursos económicos suficientes para pagar a terceros, y que ellos reparen lo que se vaya rompiendo del barco, y además lo vas a hacer sin esfuerzo ni amarguras?

 

Si la respuesta a las tres preguntas es No, ni te lo plantees, sigue alquilando, es más barato.

 

Fondear.com; Cambiando una ventana en la cubierta.

 

Aunque pasarás menos tiempo en un barco, tu vida se simplificará exponencialmente, por muy caro que sea el chárter, no lo dudes ni un minuto, es más barato, te trae cuenta, tanto emocional como económicamente. Un barco come recursos y mucho tiempo… No te lo puedes ni imaginar.

 

 

 

 

¡Compramos el barco!

 

Por el contrario, si has respondido SI a al menos dos de las tres preguntas, puedes comprar. Pasarás fondeado gran parte de tu tiempo libre, disfrutarás del mar como no lo habías hecho antes alquilando, entrarás en sintonía con la naturaleza de forma brutal, navegarás como antes no habías navegado, eligiendo cuando, como y con quien, incluso solo, cosa que antes no habías podido hacer por motivos obvios. Se acabó aquello de navegar sí o sí con las condiciones que hay, ahora eliges tú cuándo navegar y cuando no. Tendrás todo tu equipo en el barco, sin necesidad de mover voluminosas maletas (curiosamente cada vez mas grandes) hacia el barco alquilado.

 

Se acabó aquello de navegar en modo “sardinas en lata”. Navegarás muchas veces solo, lo cual es alucinante, y cuando más, con dos o tres personas, con sitio de sobra tanto dentro del barco como en la bañera. Tendrás el barco a tu gusto, con los equipos y dotación que siempre soñaste y que nunca encontraste en barcos de alquiler. En fin, es algo difícil de describir, incluso yo diría también de entender por esos seres extraños que viven tierra adentro.

 

 

Grifos de fondo todos nuevos en fibra composite para evitar oxidaciones.

 

 

También, cuando compras el barco, haces múltiples proyectos y tienes infinitas ideas para desarrollar en él. Y si haces un planteamiento sensato, empiezas por los temas de seguridad, planteas seguir con funcionalidad, y luego estética. Es normal querer abordarlo todo de golpe, pero rápidamente te das cuenta que tus recursos y tu tiempo son más bien limitados, el barco se traga todo lo que le eches y empiezas a bajar el listón de forma prudente, hasta llegar a un cómodo “que todo funcione”.

 

Pero te darás cuenta que ese “que todo funcione”, es mucho mucho más, de lo que inicialmente imaginabas, y luego si se puede, con lo demás pues ya iremos viendo...

 

 

Sentinas como nuevas y pernos de quilla como nuevos.

 

 

Un amigo armador me dijo en una ocasión; antes de acometer cualquier proyecto en el barco nada más comprarlo, ponlo un par de meses en cuarentena, piénsalo al menos tres o cuatro veces, será bueno para ti y para el barco también. Ahora casi dos años después de haber comprado el “Disaronno” coincido y comparto plenamente en la reflexión.

 

Los que me conocen, saben que soy exigente en los negocios. Para cada negocio que emprendo apunto hasta las hojas de papel que gasto y las llevo escrupulosamente registradas; una línea de excel por gasto y una hoja excel por negocio. En todo momento puedo tomar una demora a la hoja excel y saber dónde estoy, y en consecuencia puedo marcar un rumbo hacia donde realmente quiero ir.

 

 

Tras las reparaciones hay tiempo para el descanso. La hamaca en proa es perfecta...

 

Este rudimentario sistema de posicionamiento terrestre, ha funcionado bien en el transcurso de los años y negocios. Pero en el barco, todo es distinto, desde el primer día decidí no apuntar nada, (aunque si llevo un registro de las operaciones de mantenimiento que realizo en él, pero sin cantidades económicas) considero que es lo más higiénico para mi salud mental, esto no se puede y no se debe cuantificar con dinero, es otra cosa, es algo distinto, es una afición, disfrutas con ello y realmente eso no tiene precio. Reconforta mucho más pensar que el día que dejes de fumar, si te sobra dinero, has echado mal las cuentas. Con lo cual…. que continúe la fiesta mientras se pueda.

 

 

 

 

 

¿Comprar barco nuevo o barco viejo?

 

También está la eterna e irresuelta cuestión de:

 

1º Compro viejo y barato para acondicionar.

2º Algo menos viejo, y menos barato para trabajar menos.

3º Comprar nuevo de la patilla.

 

No lo dudes, la segunda sin pensarlo, y si la economía te da para la 3º pues aún mejor. A no ser que dispongas de un sitio para varar el barco, estés jubilado y tu tiempo sea ilimitado, y estés dispuesto a dedicar todo tu tiempo al barco, y no tengas mujer ni seres queridos a los que dedicar el tiempo, la segunda (o tercera) opción es sin duda la que debemos escoger.

 

 

Jornada de pesca con el barco siempre a punto.

 

 

No pienses que el barco va a estar como tu te imaginas que estaba. De esas infinitas partes que tiene el barco, hay medio infinito que pensabas que están bien y no lo están. Infinidad de cosas que van a requerir tu atención, y con eso vas a tener más que suficiente si quieres navegar y tenerlo a son de mar.

 

A parte de lo que supone psicológicamente dedicar todo tu tiempo a reparar un barco y no poder navegar con él, está aquello de los gastos que supone el barco. La opción 1, yo diría que está reservado única y exclusivamente para seres fuertes y obstinados emocionalmente y con una capacidad de esfuerzo y dedicación prácticamente ilimitada. Aunque si te gustan los retos grandes, sin duda la opción 1 puede ser algo a tener presente, pero cuidado con el proyecto, mide bien las fuerzas.

 

 

Fondear; Cambiando la junta de estanqueidad de una gran ventana lateral.

 

 

Dedicar todo tu tiempo a acondicionar un barco, sin poder navegar en él, y muchas veces sin haberlo podido navegar antes por el estado en que se encontraba cuando lo compraste, es una experiencia no soportable por todos, aunque hay gente que si lo hace y con gozo y éxito en la operación.

 

Además yo apuntaría que si estás pensando en la compra de ocasión, contratar los servicios de un buen Surveyor náutico, que te informe de lo que realmente estás comprando, es algo obligado. Conozco gente que la ha “cagado” por no querer gastarse unos pocos cientos de euros en este servicio, y comprar un barco es una cosa muy seria. Si realmente te gusta un barco, y quieres comprarlo, pueden ser los euros mejor gastados, por lo menos, si el surveyor sabe lo que hace y es bueno, sabrás qué estas comprando.  

 

 

 

Inspecciones y Surveys en Fondear

(Contacta en el telf: 607 99 90 90)

Si piensas comprar un barco o incluso para vender con garantía frente a terceras personas, es muy conveniente contratar un "survey" para evitar desagradables futuras sorpresas.

Fondear te ofrece realizar detalladas inspecciones para que tu compra sea segura y al justo precio.

Los Surveys que ofrecemos desde Fondear están reconocidos por diversas compañías aseguradoras para que puedas obtener además las mejores condiciones en seguros a todo riesgo, incluso con condiciones Inglesas y en banderas extranjeras que no exijan ITBs.

+info Surveys tef: 607 99 90 90

 

 

 

Aun así, en un informe de supervisión es imposible recoger todo lo que puede tener mal el barco, pero las cosas más importantes como jarcia, casco, motor, velas grifos de fondo y energía , sabrás en qué estado exacto estás comprando.

 

 

Fondear; Antes y Después.....

 

 

 

En resumen

 

El barco es un pasivo como la cola de un piano.

Asúmelo desde el principio, si no lo asumes, no compres barco, sigue alquilando.

 

2º Si finalmente decides comprar, compra lo más nuevo que puedas, no compres viejo para reparar, el proyecto te puede desbordar. Es preferible bajar pretensiones en eslora a comprar muy viejo y grande.

 

Si un día muero, no dejéis a mi mujer vender el barco por lo que la dije que gasté en él.

 

Todo esto son opiniones personales y evidentemente, no tienen por qué ser verdad, simplemente son las conclusiones personales de un armador. Pero sea como fuere… ¡Buena proa!

 

 

 

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