Una cometa
es aerodinámicamente más eficiente que un spi y en vez de
empujar como hace un spinnaker, se comporta como el ala de avión
produciendo empuje por sus dos caras e incrementando en la
cometa su viento aparente. Como la cometa trabaja en altura, los
vientos que caza son notablemente más fuertes que los de la
superficie en donde navega el barco. Por esta razón a igualdad
de superficie de vela, la cometa es capaz de producir más
tracción.
UC Davis y
Dave Culp (Universidad de Stanford) comenzaron a diseñar cometas
como apoyo para la propulsión de barcos a motor en 1978. Fruto
de estos esfuerzos nacieron sus sistemas para estabilizarlas de
forma automática con mecanismos instalados en las cubiertas.
En
navegación de recreo ya se emplean desde hace tiempo. En 1980 un
catamarán de la clase Tornado batió un nuevo record de velocidad
propulsado por una cometa. El record permaneció imbatido durante
7 años.
Las
cometas con capaces de generar enormes fuerzas de tracción
sobretodo si las comparamos con la masa de la vela necesaria
para conseguir esta energía de propulsión, pero también producen
mucha resistencia aerodinámica dada la naturaleza de estas
velas.
Se trata
del caso contrario al conseguido con las velas rígidas o de muy
altas prestaciones como por ejemplo las del velero “Yellow Pages
Endeavour” con un coeficiente de carga/resistencia (L/D)
excelente y que consiguió batir el record de velocidad del mundo
alcanzando 3 veces la velocidad del viento en el que navegaba! Dos caminos distintos para alcanzar altísimas velocidades.
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Cometas en barcos mercantes
SkySail ya
propone un sistema de propulsión para mercantes capaz de reducir
de forma drástica los costes en petróleo entre un 10% y un 35%.
Pero bajo condiciones óptimas de viento el ahorro podría incluso
bajar el coste a la mitad!
En un
buque de carga pequeño de unos 90 metros de eslora, el ahorro en
la factura del combustible puede ser de unos 280.000 € anuales…
Pero con la subida del barril de petróleo a más de 100 dólares,
podría ser todavía mayor. Y no se trata solamente del aspecto
económico. Estamos hablando de eliminar
contaminación, evitar CO2, luchar contra el cambio climático,
aprovechar las energías naturales....
Cualquier
buque mercante puede ser modificado para la instalación de un
sistema SkySails capaz de ofrecer fuerzas de propulsión
equivalentes a motores de 5000 kw.
Se trata de una alternativa
eficiente al motor principal, el cual puede servir de apoyo a la
propulsión y naturalmente ponerse en marcha cuando los vientos
son inferiores a fuerza 3.
El sistema produce
tracción desde Beaufort 3 hasta Beaufort 8, e incluso puede ser
utilizado con vientos fortísimos, Beaufort 10, recogiendo un poco
el enorme “parapente”.
La
instalación está compuesta por una cometa remolcadora con su
cable de tracción, un elemento de despliegue y recogida mediante
un mástil telescópico y otro elemento de control que funciona de
forma automatizada. Pulsando un simple botón la vela queda
posicionada de forma automática en el aire en un tiempo de unos
20 minutos. Trabaja a una altura de unos 250 metros en donde
están los vientos más fuertes y estables.
Si lo
comparamos con una vela tradicional en su mástil, el nuevo
sistema genera de dos a tres veces más de potencia por metro
cuadrado de superficie vélica.
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El caso es
que con las cometas, y según Dave Cup, se podrán alcanzar
velocidades de navegación en mares tranquilos de más de 50 nudos
(de 100 a 120 kilómetros por hora!).
Incluso
alcanzar los 70 nudos con cometas de estructura rígida más
parecidas a alas que a cometas. En Nueva Zelanda se están
haciendo pruebas con cometas semirrígidas pero capaces de
poderse lanzar sin demasiada dificultad, que ofrecen muchísima
energía de tracción.
La
diferencia de las cometas de KiteShip Outleader respecto a
otras del mercado, es que éstas se
manejan exclusivamente con tres líneas y no llevan cámaras inflables ni RAMS, lo cual las hace estar en regla y homologadas
con las velas de competición.
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