El timón de un
barco tal y como lo concebimos en la actualidad con su mecha y
pala, parece algo evidente, pero apareció en los barcos hace
relativamente poco tiempo. Durante toda la antigüedad un remo
situado en popa según el eje de crujía hacia las veces de timón. El
timón con mecha apareció en la china en el siglo primero antes de
Cristo y en Europa fue reinventado mucho más tarde en el siglo XII.
Junto con la brújula, también inventada por los chinos, se crearon
las bases para los grandes descubridores.
Hasta el
siglo XIX no apareció el timón compensado, por lo que eran necesarios
esfuerzos muy importantes a base de desmultiplicadores para poder
gobernar el barco, a veces con varios hombres en la rueda del timón
para conseguir gobernarlo. El primer barco con timón compensado el
vapor Great Britain, data de 1.843.
La compensación
consiste en situar el eje de rotación del timón algo retrasado
respecto al borde de ataque (parte delantera del timón). De esta
manera el empuje del agua sobre la parte que queda avanzada respecto
al eje de giro, reduce una parte importante del empuje sobre la
parte posterior, reduciendo enormemente la fuerza necesaria para
manejarlo.
Nos puede ahora parecer evidente el uso del timón
compensado pero fueron necesarios muchos años hasta verlos como hoy
en día los conocemos.
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